Mamacuna representa para la mitología inca una sacerdotisa que cuidaba y reclutaba a las denominadas vírgenes del sol, con el objeto que se dedicaran a su deber religioso, constituían el ejemplo y la rectitud femenina dentro de la cultura Inca, eran las maestras de la enseñanza hacia las mujeres que escogían. Aprende más de esta figura leyendo este artículo.
¿Quién es Mamacuna?
Se le consideró en la mitología inca una sacerdotisa de primera línea, quien era la encargada de reclutar, vigilar y enseñar a todas Acllas (eran mujeres de singular belleza. Fueron escogidas de varios lugares del Imperio inca para servir al Inca o al Dios Sol), Ñustas (era el nombre quechua para las Reinas o Princesas en el Imperio Inca), denominadas las “Vírgenes del sol”, era la versión femenina de Amauta, el líder espiritual y religiosos de las civilizaciones inca.
La Mamacuna representó además el elemento rector de la pedagogía femenina, donde reclutaba mujeres debidamente seleccionadas y les impartía enseñanzas en las denominadas Acllahuasi o casa de las escogidas, allí se le enseñaba todo lo referente a las actividades del hogar, tareas domésticas y actividades de sacerdocio.
Origen
Las primeras mujeres preparadoras se remontan hacia siglos anteriores, donde la primera Coya Mama Ocllo, (esposa de Manco Cápac), era la reina que instruía a las mujeres de las tribus en los oficios del hogar, como hilar y tejer en algodón y lana, crear toda la vestimenta necesaria para ellas y sus maridos, preparación de comidas y atención al inca. Todas estas actividades fueron desarrollándose a través de los años, y modificándose debido a que la esposa del Rey Inca ya no podía atender todas esas actividades, se fueron creando las Mamacuna, quienes sustituyeron a las Coya Mama Ocllo.
Características
Eran unas demás con un conocimiento de la cultura inca impresionante, además de sabiduría espiritual, se les responsabilizó de la preparación de todas las mujeres que debían servir al dios Inca, además de ser una especie de instructora que enseñaba a todas las mujeres en los oficios fundamentales del hogar, debía vigilarlas y cuidarlas, ya que eran el alma de los sagrados templos y palacios.
La enseñanza de actividades estaban representadas por escalafón donde algunas eran preparadas solamente para los oficios del hogar, mientras que otras eran enseñadas especialmente para actividades de sacerdocio, y conocimiento de las acciones de los dioses. Muchas veces, las herramientas de enseñanza se basaban en el ejemplo, donde cada una debía observar como la Mamacuna realizaba cierta labor en función de enseñar a la seleccionada.
Existe un manuscrito donde se explica brevemente cómo era el proceso de enseñanza aplicado por las Mamacuna: “Ellas decían como debían hacer los demás oficios del servicio de casa, ninguna cosa de la vida humana que dejaron nuestros príncipes dejará de ser enseñada como muestra de gratitud por parte de los varones y la Coya, reina maestra de las mujeres”. (Ver articulo: Dioses incas)
¿Quiénes eran las Vírgenes del Sol?
Las princesas del imperio inca eran denominadas Ñusta, nombre Quechua para las princesas del reino, eran vírgenes entregadas al inca como esposas o servidoras, ellos las educaban celosamente ya que pertenecían a una élite sacerdotal muy especial, por lo que la selección era minuciosa, escogiendo a las capaces y hermosas, vírgenes y de familias honestas, con el objeto de servir al dios sol.
Las vírgenes del Sol vienen desde tiempos anteriores al imperio inca, cuando en el sureste de Perú era costumbre reunir a las muchachas nobles que pudieran dedicarse al culto y la enseñanza, donde pudieron evolucionar en la misma medida que evolucionó el imperio, adquiriendo privilegios y respeto por parte de la sociedad Inca.
Durante el mandato de Pachacuti IX (1438-1471), existieron las casas llamadas acllaconas, estos eran centros de reclusión y enseñanza para las mujeres seleccionadas. En la población de Cuzco fue donde existió una mayor cantidad de casas, allí en la plaza tropical, estaban estos centros donde dormía, comían y realizaban todo su entrenamiento.
Las acllaconas tenían una serie de normas internas que dependían del estado, ya que eran los que daban la manutención y administración de las casas, a cambio recibían productos elaborados y alimentos de las granjas, sin embargo eran muy vigiladas, ya que debían mantener un comportamiento ejemplar y mantener su virginidad.
Solamente ellas debían entrar y salir junto a las Mamacuna, incluso su entrada al palacio estaba garantizada, tenían privilegios, donde disponían de grandes patios frescos y arbolados jardines en los que no faltaban sus huertas de hortalizas y frutales, por otro lado no podían tener contacto con los hombres, los cuales recibían un castigo si se observaba que alguno hiciera contacto con ellas.
Actualizado el 26 septiembre, 2018
