En principio, cuando se habla de Mabon se hace referencia a una festividad de origen celta que suele celebrarse en el mes de septiembre de cada año, específicamente durante el vigésimo-primer día, en el cual se desarrolla el equinoccio de otoño y donde el día tiene la misma duración de la noche. (ver artículo: Mitología Irlandesa)
Descripción
Su nombre se deriva de “Mabon ap Modron“, lo cual podría traducirse como “Mabon hijo de Modron” y se refiere a un personaje importante de la mitología celta y galesa, además de Modron, quien sería su madre y diosa de la tierra. Actualmente se sabe muy poco sobre la historia de este dios, pero la relación que tiene este con la festividad es que presuntamente este se prepara durante la misma para perecer durante el Samhain, que se conmemoraría el último día de octubre.
Este período de preparación es denominado por los wiccas como un viaje de renovación y renacimiento, pues el dios celta buscará volver al vientre de su madre para descansar y luego volver a nacer en otra época del año: el Yule. Se asocia estrechamente con el caer de las hojas, el decaimiento de la naturaleza y el descanso de ésta para florecer luego en la primavera, con la venida del siguiente equinoccio.
El equinoccio como tal se refiere a los momentos puntuales durante el año en el cual el Sol logra posicionarse en el punto más alto sobre el ecuador celeste, es decir, a aproximadamente noventa grados sobre nosotros (perpendicularmente). A lo largo de cada año suceden dos fenómenos de esta índole, con una duración de seis meses para cada uno: el equinoccio otoñal y el primaveral.
El inicio de cada uno dependerá del hemisferio en el cual se localicen las personas, es decir, en el hemisferio norte el equinoccio de otoño da inicio a éste en el mes de septiembre, y al mismo momento comienza el de primavera y viceversa. Por lo que esta festividad celebra el paso de Ostara (primavera) a Mabon (otoño).
Ahora bien, esta celebración forma parte a la “Rueda del año”, el cual es una especie de calendario que es utilizado por los wiccanos, una religión neopagana muy antigua que se dedica al culto de las artes oscuras y la brujería con su fundamento en la mitad de la Edad Media (siglo XX). Retomando lo establecido, el calendario pagano era utilizado por estas religiones para demarcar las estaciones del mismo, los cuales consisten en ocho “sabbats” que simbolizan el ciclo de la vida: Nacer, crecer, reproducirse y morir.
Mabon y su ritual
Uno de los ochos festivales que se conmemoran por parte de los wiccas es el Mabon, el cual simboliza el auge de las cosechas y el agradecimiento por los frutos y atributos que se han conseguido por medio de las mismas, sin olvidar agradecer a los respectivos dioses a los cuales se les rinde culto para asegurar que los acompañen y garanticen abundancia durante el invierno. Asimismo, es el tercer sabbat al cual se rinde devoción a la cosecha, seguido del Samhain (ver artículo: Bealtaine).
Un intento de adaptación de lo pagano hacia lo cristiano sucedió durante la Edad Media, la cual fue objeto de distintos movimientos de cristianización del pueblo europeo. Dicho esto, el Mabon se denominó “Michaelmas“, como la gran fiesta del arcángel Miguel.
El aspecto más importante de este culto pagano es la culminación de la cosecha, en la cual se recogen los frutos obtenidos y se le dice adiós a la naturaleza para descansar, ya que en el invierno el frío llega a cada rincón del mundo y da lugar a que todo “muera” para “renacer” unos cuantos meses después. Estas religiones neopaganas establecen que es imposible renacer sin antes morir.
Atributos
En cuanto a las correspondencias y atributos del Mabon, se especifican las plantas e hierbas que son extraídas para el invierno, las cuales consisten de cereales, salvia, madreselva, tabaco, entre otras. Además, se le da gran importancia inciensos y aceites para los rituales, como el sándalo, benjuí y la mirra.
Sobre las comidas típicas que se acostumbran comer durante esta festividad predominan los cereales y el maíz, además de manzanas, peras y uvas que acostumbran crecer en esta época del año. Asimismo, las hogazas de pan no pueden faltar en la mesa a la hora de celebrar, el cual acostumbraban a hacer utilizando el maíz obtenido de las más grandes cosechas y también las arvejas.
Altar de Mabon
Debido a que se trata de una fiesta que conmemora la cosecha, el altar suele decorarse con frescos frutos, cebada, avena, trigo, maíz y semillas de distintas plantas. También se agregan frutos secos como bellotas y avellanas para abarcar todas las clases de atributos que se recogen de las cosechas.
De igual manera, se decora el altar con hojas secas de los árboles para así rendir culto a la muerte de una parte de ellas que renacerá luego en la primavera, agregando también las flores de la estación (nardos específicamente). Por último, se acostumbra a colocar velas como en toda celebración pagana además de una grande de color marrón, dorado, naranja o rojo acompañado de distintas runas que simbolicen las ganancias, la salud y el éxito.
Actualizado el 31 mayo, 2018
