budismo tibetano

Budismo tibetano: Qué es, características, prácticas, símbolos y más.

El budismo tibetano está considerado como una de las religiones representativas de Bután, Mongolia, India, Nepal, y por supuesto, del Tíbet. A pesar de que se origina en el continente asiático, en la actualidad se ha extendido y ha ganado creyentes a nivel mundial, manteniéndose el budismo, con sus diversas modalidades como la cuarta religión que siguen las personas, siendo las principales el Cristianismo, el Judaísmo y el Islam.

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¿Qué es el budismo tibetano?

El budismo tibetano, llamado también budismo Vajrayana, budismo tántrico o lamaísmo, es un tipo de budismo, reconocido como una de las ramas budista, más extensa y significativa.

El budismo, como método y disciplina está considerado como una religión, como una forma de vida y como una filosofía. Por consiguiente, es religión porque tiene unas creencias, sigue prácticas y rituales sagrados. Es una filosofía porque enseña como apropiarse del conocimiento para buscar la autorrealización por medio de la sabiduría, y finalmente es una forma de vida que enseña a ser cada día mejor en busca de la superación de los problemas y sufrimientos y encontrar la felicidad plena.

El budismo tiene su origen en la India, a partir del Siglo VI a.C. y sigue las enseñanzas y doctrinas del Monje Siddhartha Gautama, su fundador, quien es conocido como Buda.

A su vez, el budismo tibetano, comenzó en el Tíbet por el Gurú Padmasambhava, también conocido como el Gurú Rinpoche, en el Siglo VIII, cuando el Rey Trison Deutsen, después de haber escuchado de su poder espiritual, le pidió que enseñara su Dharma en su país para alejar las malas influencias que los estaban afectando (Ver artículo: Rinpoche).

En el budismo tibetano se tiene como guía y dirigente espiritual a la figura o persona que denominan “Lama, o Dalai Lama”, que significa “Maestro reencarnado”, “océano de sabiduría”, ya que consideran que ha vencido a la muerte y ha vuelto a nacer, como renacido del Avalokites´vara, el Bodhisattva, reconocido como el protector y patrono del Tíbet.

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A pesar de que el budismo tibetano, es una rama del budismo, a su vez, se subdivide de cuatro linajes o escuelas principales. Esto se origina a debido a la importancia que se le da a la descendencia, porque garantiza la transmisión de las verdaderas enseñanzas y tradiciones propias de cada grupo. Estas escuelas son las siguientes en el orden en que surgieron en el budismo:

Escuela Nyingma o Nyingmapas

Significa “Escuela Antigua”, también conocida como “los gorras rojas”. Nace en el Siglo VIII con el Maestro Indio Padmasambhava quien es considerado el primero en desafiar a la naturaleza y los diferentes dioses. Dejó como registro “tesoros espirituales” para preservar y transmitir sus enseñanzas, los cuales escondió para que fuesen encontrados y leídos por las generaciones futuras de “maestros bendecidos” y escogidos por él.

Escuela Kagyutraza o “Kagyu”

Significa tradición oral, también llamados “gorras negras”. Nace en Siglo IX a través de Gampopa (1079 – 1153), uno de los discípulos de Milarapa (1052 – 1135),quien a su vez era discípulo de Marpa (1012 – 1097) que transmitió las enseñanzas esotéricas y contemplativas de los místicos indios Tilopa (988 – 1089) y Naropa (1016 – 1100). Está dirigida por un líder al que llaman Karmapa. De este linaje a su vez, nacen “Cuatro Mayores y Ocho menores Escuelas Kagyu”.

Escuela Sakia

Cuyo nombre se origina del monasterio del mismo nombre, fundado por Khonchok Gyalpo (1034 – 1102), en el siglo XI. Los principales maestros que dirigían y guiaban a los estudiantes, pertenecían a la clase de los Khön, provenientes de la región Tsang. Tienen como dirigente a un monje al que denominan Sakia Trinzin, que guía a sus discípulos con enseñanzas denominadas “el camino y sus frutos”, basadas en las revelaciones del Místico Indio Virupa, del Siglo X.

Escuela Geluk o Geluk – pa

Llamados también los “gorros amarillos” nacida a partir de la tradición Kadampa y fundada por el tulku o renacido del Buda Manjushri, el Lama Je Tsongkhapa (1357 – 1415), quien es considerado uno de los más grandes filósofos del Tíbet, que seguía las enseñanzas Kadam promoviendo los principios Mahayana de “Compasión Universal”, y la doctrina de vacuidad de Nagarjuna y Chadrakirti. Esta escuela, tiene como dirigente al Dalái Lama.

A continuación, te invito a ver un vídeo sobre el budismo tibetano.

Características

El budismo tibetano se enfoca en la liberación y el control de la mente para lograr la autorrealización personal, al mismo tiempo que busca la liberación de todas las personas para lograr y llevar a cada ser, a alcanzar un estado llamado “budeidad”. Por tal motivo, tiene como principales características:

  • Es una doctrina “no teísta”, ya que no siguen a un dios absoluto, creador de todo lo que existe.
  • Siguen las enseñanzas del Buda o Lama que dio origen a la escuela a la cual pertenece cada creyente.
  • Tienen como textos sagrados el “Tripitaka”, que son recopilación de las enseñanzas budistas, divididas a su vez en: Vinaya, que son las reglas de vida monástica, el Sutra, considerados los sermones de vida y el Adhidharma, que representan estudios sobre la doctrina budista. Otras escuelas también los denominan “El Kanjur” y “el Tenjur”. El Kanjur, son todas las palabras y enseñanzas de Buda, formado por 108 tomos con 84 mil explicaciones, el Tenjur son 254 libros con explicaciones y comentarios realizados por sus discípulos. Además, algunas otras, consideran el “Sutra Loto” como un texto altamente sagrado.
  • Colocan a cada persona como centro de adoración o culto, ya que consideran que todos pueden alcanzar el “estado de budeidad” a través de una alimentación vegetariana y de la meditación para hallar dentro de sí mismos, la armonía, plenitud y la iluminación.
  • Tienen como creencia que la existencia y el conjunto de fenómenos que son percibidos por los sentidos, se explican a través de “las Tres Marcas”, “Los Tres Sellos” o de “Las Tres Realidades”, que son:
  • Anitya: lo que no permanece.
  • Anátman: la inexistencia del ego permanente.
  • Duhkha: todo lo que se refiere y origina emociones producidas por el descontento, la insatisfacción y el sufrimiento.

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  • El Dharma, como enseñanza principal, que dicta los deberes religiosos y morales para vivir adecuadamente a través del cuerpo, de los pensamientos y de la palabra.
  • Creencia del karma como la ley de causa – efecto que rige la vida de cada persona dependiendo de las acciones realizadas.
  • El Samsara como ciclo de vida de cada ser viviente.
  • El renacimiento como forma de regresar a la vida existencial, a través de un cuerpo físico. El alma no es infinita, las personas renacen porque tienen un espíritu que les da continuidad para regresar al mundo en cualquiera de los Seis Reinos del Samsara que le corresponde según el karma.
  • El Nirvana es el fin último, la meta final, ya que representa la iluminación o el despertar pleno que permite salir del Samsara.

Principios

Los principios, como reglas y normas que dictan la conducta de todo budista tibetano están basados en las enseñanzas de Buda, llamados “Tres grandes caminos”, estos son: El Camino Angosto: las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Octuple Sendero, El Gran Camino; Compasión y Sabiduría y El Camino del Diamante: Todos los Métodos en Acción.

Las Cuatro Nobles Verdades

Estas explican el por qué del sufrimiento de los seres humanos y la forma para acabar con estos.

  • La vida incluye duhkha, o toda existencia es duhkha (sufrimiento, insatisfacción o descontento). Todas las etapas y acciones de la vida son sufrimiento y traen sufrimientos: nacimiento, crecimiento, enfermedades, muertes. Se vive en sufrimiento, se padece sufrimientos a través de los deseos y anhelos insatisfechos y esto trae descontento.
  • El origen del sufrimiento es el Tanhá (deseo, anhelo, sed). Producto del deseo de satisfacer las necesidades corporales, las pasiones carnales propias de los seres humanos, cuando nada satisface y aumenta la sed de obtener más de lo que se necesita.
  • El sufrimiento puede extinguirse, extinguiendo su causa (el deseo). Es decir, cuando se termina y se hace a un lado esas ansias, esos anhelos de tener, poseer y satisfacer necesidades carnales se acaba y se extingue el sufrimiento.
  • Para extinguir la causa del sufrimiento, se debe seguir como método el Noble Camino Óctuple, la Noble Senda o el Noble Sendero Óctuple, a través del cual se entrena la mente y el corazón por medio de la meditación para cambiar esos deseos carnales por el bienestar del espíritu que lleva a la sabiduría, a una conducta ética y espiritual. Estos pasos incluyen:
  • Visión o compresión correcta.
  • Pensamiento o determinación correcta.
  • Hablar correcto.
  • Actuar correcto.
  • Medio de vida correcto.
  • Esfuerzo correcto.
  • Estar – presente o Consciencia del momento correcta.
  • Concentración o Meditación correcta.
  • Cada uno de estos pasos y formas de actuar de manera correcta permitirá lograr un verdadero cambio en la vida personal de cada persona para alcanzar la autorrealización, el despertar, la iluminación, el “estado de budeidad” meta de todo practicante budista.

Para completar este punto, te invito a ver el siguiente vídeo sobre “Las Cuatro Nobles Verdades”:

Enseñanzas

Todas las enseñanzas y palabras de Buda se encuentran recopiladas en un libro llamado Kanjur que consta de 108 tomos con 84 mil explicaciones completas. Todas estas, están dirigidas a la superación y a la liberación del sufrimiento para alcanzar el estado de budeidad, a través de dos visiones principales: el origen interdependiente y la no – violencia.

El origen interdependiente se refiere a que todo lo que se realiza está relacionado, todo tiene sus causas y sus efectos. Esto se visualiza a través de “Los Doce Pasos o Vínculos del Origen Independiente”, los cuales son la ignorancia, los impulsos, la conciencia, nombre y forma, las seis bases, el contacto, las sensaciones, los deseos, el apego, la concepción, el nacimiento, la vejez y la muerte.

La no violencia implica actuar acertadamente en todo momento, sin hacer daño a las demás personas y siempre en busca del bien común. Todas las acciones que realiza el budista, deben estar encaminadas para lograr su desarrollo y crecimiento espiritual, al mismo tiempo que lucha para lograr el bienestar de los demás, de esta manera, todos juntos lograrán alcanzar el Nirvana.

En sus enseñanzas Buda señala que todo depende de la mente, por tal motivo, se debe conocer realmente la naturaleza de esta, para poder entender su funcionamiento y buscar la felicidad dentro de uno mismo, sin tomar en cuenta las situaciones externas que puedan afectar y por medio de la práctica del Dharma.

A través del entendimiento de la mente, se pueden conocer las vidas pasadas y futuras, ya que cuando el cuerpo muere, lo que prevalece es la mente que trasciende a la siguiente vida. De aquí la importancia de aceptar el karma, como ley que gobierna las vidas de cada persona.

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La meta del budismo tibetano es la liberación de las ataduras del karma, buscar la plena realización, el despertar y la iluminación para llegar al Nirvana. Esto se logra a través de las enseñanzas basadas en el camino llamado Vajrayana o “El Vehículo del Diamante”.

El Vajrayana es el camino que busca la unión de mente – cuerpo y evitar así la dualidad que existe, a través de diferentes rituales, simbolismos, meditación y prácticas de yoga. Se lleva a cabo mediante dos vías: “El Camino de la Purificación” y “El Camino de la Transformación”.

El Camino de la Purificación, también llamado “Vehículo Indestructible”, es el primer nivel. Comprende la práctica de “Tantras” externos, decir, trabaja y actúa en la conducta del creyente para prepararlo y llevarlo a la purificación de sus acciones y pensamientos para alcanzar la sabiduría.

El Camino de la Transformación, comprende el segundo nivel y se realiza a través de prácticas de Tantras externos y de Tantras Internos, los cuales se enfocan en el “principio de vacuidad” y en la realización de “yoga interno” para lograr una verdadera visualización del ser interno y espiritual de la persona.

A continuación, te invito a visualizar el siguiente vídeo sobre las enseñanzas del budismo tibetano para vivir plenamente y feliz.

La práctica de la meditación

En el budismo tibetano, la meditación se conoce con la palabra “Gom”, que significa aprender a controlar la mente a través de experiencias positivas. Esto permite lograr estados mentales que permiten el surgimiento de eventos negativos que causan los sufrimientos y su eliminación definitiva para conseguir la paz y la sabiduría.

Practicar la meditación, no significa estarse quieto, sentado y con la mente en blanco. Esto es una actividad que implica relajar la mente, controlar la mente, analizar cada uno de los pensamientos que llegan y se presentan en esos momentos para poderlos controlar y conseguir un equilibrio mental, una paz interior, una iluminación y un despertar que permita hacerse consciente de la realidad en la cual se vive para actuar correctamente sin importar los acontecimientos y situaciones que puedan surgir y afectar la vida personal.

En el budismo tibetano se realiza la meditación a través de dos formas: “Shamatha” y “Vipassana”.

Meditación Shamatha

La meditación Shamatha, tiene que ver con la armonía, la tranquilidad y la paz, con la estabilidad mental para lograr centrar la atención y relajar la mente. Esto se realiza a través de la concentración en un objeto o en un único punto, lo que permite que el control de la mente no ocasione ningún esfuerzo y facilite la práctica. Los ejercicios de esta etapa se llevan a cabo por medio del cumplimiento del camino “Las Nueve Etapas del Desarrollo del Shamatha Real” y están representadas en el siguiente dibujo:

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Las Nueve Etapas del Desarrollo del Shamatha Real se obtienen por medio de la contemplación, de la memoria, de la comprensión, de la diligencia y de la perfección.

En el dibujo se pudo observar la presencia de diversos elementos y cada uno representa algún aspecto significativo: el elefante la mente, el mono la distracción, la liebre el cansancio mental, el gancho y el lazo del monje, el entendimiento, la llama que se va apagando lentamente la comprensión y el recuerdo, la ropa, la fruta, la concha perfumada, los platillos y el espejo las cinco fuentes sensuales de la distracción.

Las nueve etapas son: el asentamiento, el poder del estudio y del oír, el poder de la concentración o el “asentamiento continúo”, la tercera y la cuarta etapa se producen por medio del poder de la memoria o recuerdo, originando el “asentamiento repetido” y el “asentamiento preciso”.

La quinta y sexta etapa, representan la absorción meditativa mediante el poder de la clara comprensión, se produce el descanso de la mente y posteriormente se va llenando de paz, la séptima y octava se logran a través del poder de la perseverancia enérgica, originando una conciencia observadora y la última etapa se lleva a cabo por medio del poder de la perfección, cuando la mente ha alcanzado el “asentamiento equilibrado”.

A continuación, te invito a observar el siguiente vídeo sobre “Las Nueve Etapas del Desarrollo del Shamatha Real”.

Meditación Vipassana

La meditación Vipassana se realiza a través de la concentración de un objeto para analizarlo. Es una práctica analítica para obtener una visión completa y clara, para transformar lo negativo en positivo mediante un conocimiento interno que lleva al razonamiento de las diversas situaciones.

Esta meditación busca lograr una “conciencia plena” realizando ejercicios de meditación en el cuerpo, en los sentimientos, en la mente y en los fenómenos; ya que cada uno de estos influyen de manera positiva y negativa afectando la vida de cada persona lo que tendrá influencia en la comprensión y puesta en práctica de las Cuatro Nobles Verdades.

Independiente del tipo de meditación que se realice, lo importante es practicar hasta conseguir la paz interior, que llevará a un conocimiento completo, a una conciencia plena que lleve al despertar y a la iluminación del ser.

Siempre se debe realizar iniciando la relajación del cuerpo y de la mente por medio de la respiración, comenzando con respiraciones profundas hasta llegar a respiraciones normales. La posición que se adopte también es importante ya que garantizará la completa relajación. En el budismo tibetano, la “posición de loto” es la más usada ya que permite que fluya con normalidad la respiración.

Vacuidad

Vacuidad, traducción de la palabra “Shuniata” o “Sunyata”, proveniente del sánscrito, significa “calidad de lo vacío”. Se puede entender como “ausencia de la esencia individual”, “sin una realidad independiente”. Todo lo que existe está interrelacionado y es interdependiente, y lo que supuestamente se asume como individual, es una ilusión de la existencia.

En el budismo tibetano, vacuidad, se refiere a la “realidad de la existencia”, “realidad de todo cuanto acontece”, “realidad de todos los fenómenos que existen”. Significa hacerse consciente de la realidad que influye, que afecta y que vive cada uno, de buscar la liberación, para alcanzar el “kundalini”, es decir, el despertar, la iluminación plena, lo que representa la verdad última del creyente: la vacuidad.

Para lograr alcanzar este nivel, se debe hacer a un lado la ignorancia y el apego a las cosas materiales impulsadas por los deseos carnales que impulsan a querer y a obtener más de lo que realmente se necesita. Esto se debe llevar a cabo a través de dos etapas:

La primera etapa es hacerse consciente de que todo cuanto acontece es una ilusión, se debe identificar la forma como las situaciones, los fenómenos y los hechos llegan a la mente como si realmente fuesen una realidad y aceptar que “son objetos de negación de la realidad”.

La segunda etapa es rechazar el “objeto de negación” por medio del razonamiento, al pensar y analizar que realmente no existe y por tal motivo es inútil e innecesario para que forme parte de la vida personal. Al razonar de esa forma, la realidad llevará a darse cuenta de que el objeto de negación realmente no existe y no se sentirá su ausencia.

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Finalmente, la vacuidad es darse cuenta que la realidad no es exterior, la realidad está representada por el interior de cada persona, ya que todo lo que existe, está representado por la interpretación que se le da por medio de los propios pensamientos, de la imaginación y de los propios deseos para lograr proyectar la satisfacción personal.

Por tal motivo, es necesario hacerse consciente de la realidad, cultivando la mente por medio del equilibrio mente – cuerpo – naturaleza, mente – alma – consciencia, para llegar a la armonía y lograr la paz absoluta y plena, donde no existe sufrimiento, placer ni ilusión.

Símbolos del budismo tibetano

Son objetos y herramientas de enseñanzas utilizadas para alcanzar las cualidades que permitan la iluminación mental, mente – cuerpo, corriente – mental y conciencia.

En el budismo tibetano se cuentan con ocho símbolos, los cuales son:

El nudo infinito o el nudo sin fin

También se le llama Nudo magnífico o Nudo precioso ya que representa el corazón de Buda y la eternidad de sus enseñanzas.

Caracola Blanca

Representa la voz, la garganta o cuello de Buda y su mensaje o doctrina plasmado en el Dharma. Se usa como instrumento de llamada.

El Parasol

Como representación de la Coronilla de Buda. Es la protección del sufrimiento y del dolor, que se obtiene por medio del conocimiento y enseñanzas del Dharma.

La flor de loto

Representa la lengua de Buda, la verdad última y absoluta, trascendental e incorruptible que posee el Dharma.

Los peces dorados

Representan los ojos de Buda al mismo tiempo que significan la sabiduría, la alegría, la pureza, la longevidad y la audacia que adquieren todos los que siguen las enseñanzas del Dharma y al igual, que los peces que pareciera que saltan, así lo deben realizar los budistas para salir del Samsara.

El jarrón precioso

También llamado “el jarrón de los tesoros inacabables”. Representan la totalidad de las enseñanzas de Buda, simboliza la liberación y la abundancia material.

La Rueda del Dharma, Rueda de la Ley o Rueda de la Doctrina

Es una rueda con ocho radios y unos venados. Representa las manos de Buda ya que con ellas puso en movimiento sus enseñanzas, representa además toda la Doctrina del budismo tibetano, el Noble Camino Óctuple: visión correcta, pensamiento correcto, hablar correcto, actuar correcto, vida correcta, esfuerzo correcto, atención correcta y meditación correcta. Los venados permiten recordar que la primera enseñanza de Buda, su primer “sermón”, ocurrió en Benarés, en el lugar llamado Valle de los venados.

La Bandera de La Victoria

Representa al mismo Buda, su victoria y el de todas sus enseñanzas para vencer la ignorancia y llegar a la iluminación, al Nirvana. Además, representa la victoria sobre los Cuatro Maras: la lujuria, las pasiones, las emociones desordenadas y el miedo a la muerte.

Los mandalas

Los budistas tibetanos utilizan la palabra “Khil-Khor” para referirse a los mandalas, significa “el centro y sus alrededores”, “el círculo sagrado”. Son herramientas muy elaboradas usadas para la meditación ya que permiten llegar al despertar y a la iluminación. En este sentido se usan en dos ocasiones, para ofrecerlas a los maestros ya iluminados y como iniciación a una práctica tántrica.

Un mandala es una representación compleja, creativa y armoniosa del universo, que se relaciona con las enseñanzas y doctrinas del budismo tibetano. Por consiguiente, se pueden realizar con pinturas en tela, en tercera dimensión o con arena pulverizada.

Cada mandala tiene su propio significado interno, externo y secreto. El significado externo se refiere al mundo en un plano divino, el significado interior representa la forma como la mente se puede transformar para llegar a la iluminación y el significado secreto indica el equilibrio entre la mente y las energías del cuerpo.

Los mandalas de arena son dibujos llenos de espiritualidad, de equilibrio que representan la unidad y la armonía. Son estructuras concéntricas, en tres dimensiones, vista por los ojos de Buda, que se encuentra en el corazón, en el centro, y por tal motivo, parten del centro y se va trabajando hacia el exterior.

Se realizan en una superficie plana de madera y se prepara la base de arena dependiendo de la espiritualidad que se quiera mostrar o trabajar. La base de color blanco representa la pacificación, la de color amarillo para el incremento, la de color rojo para el poder y la azul para las llenas de ira.

Así como cada mandala es único y diferente, los colores que se utilizan también tienen significados y cada uno indica un camino espiritual. En relación a esto: el rojo se usa para el coraje y el emprendimiento, el color negro para la regeneración, el amarillo para el intelecto, el verde para la tierra y la naturaleza, el marrón para la fertilidad, el anaranjado para el calor, para la satisfacción y para la alegría.

En la religión budista tibetano, antes de comenzar la elaboración de un mandala, se lleva a cabo una ceremonia para consagrar el lugar y pedir permiso a los seres iluminados, mediante la realización de una danza denominada “Sombreros negros”. Seguidamente se comienza a elaborar de forma precisa y de memoria ya que representan las enseñanzas budistas.

Se trabaja del centro hacia el exterior, representando que los seres humanos al nacer solo son criaturas formadas de células sexuales y se va evolucionando poco a poco a través de los sentidos. Al finalizar el mandala, se realiza nuevamente una consagración y se procede a recoger la arena de afuera hacia el centro, lo que simboliza que al morir se acaba la vida y se regresa nuevamente al origen, al centro.

La realización de los mandalas proporciona tres lecciones a los practicantes budistas: en primer lugar, la disciplina para entrenar hasta que los procedimientos se realicen correctamente. En segundo lugar, la obtención de la perseverancia, para realizar el trabajo hasta el final y en último lugar el desapego hacia las cosas, situaciones y personas, ya que nada permanece ni se mantiene, aunque haya mostrado ser aparentemente perfecto.

Hayagriva y el budismo tibetano

Hayagriva o Jáiagriva es considerado guardián de la religión. Es un dios tántrico, que posee cuello de caballo. Los budistas consideran que vivía en el corazón del Bodhisattva Avalokiteshavara. Por su feroz aspecto, y al realizar la danza del caballo golpea la cabeza de los demonios para conquistar al mundo.

Se tiene como creencia, que por ser una manifestación airada de Avalokiteshavara, se presenta con 108 formas diferentes, y que posee además poderes para sanar enfermedades, especialmente enfermedades de la piel causadas por espíritus acuáticos con cuerpo de serpientes, conocidos como “nagas”.

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El dios Jáia Griva devuelve al dios Brahmá de cuatro cabezas los tres Vedas, que habían caído en el infierno subterráneo

El buda de la riqueza

En el budismo tibetano el buda de la riqueza está representado por Zambhala, llamado también el Buda de la prosperidad, o Buda Blanco. Consideran que surgió del ojo derecho de Avalokiteshavara, por lo que también lo reconocen como su propia manifestación.

Esta deidad aparece sentado en un dragón turquesa y en la mano derecha sostiene una “mangosta” como representación de la independencia, de la entereza y de la eliminación del odio. Sus creyentes le ofrecen agua y ruegos a través de mantras.

Según la creencia, elimina todos los sufrimientos producidos por la pobreza espiritual y económica, aleja el “mal karma”, las enfermedades y atrae momentos propicios y positivos a la vida del creyente, para esto se debe pronunciar los mantras adecuados y asociados a él.

Otro beneficio que le asocian los creyentes budistas tibetanos, es que aumenta la espiritualidad y los sentimientos de compasión, ya que al olvidarse la persona de los sufrimientos y de la pobreza, se pueden dedicar más a ayudar a los menos afortunados y a los momentos espirituales.

Tipos de budismo

Como ya se ha señalado, el budismo nace a partir de las enseñanzas y doctrina del Buda Siddharta Gautama y se originó en la India. Los budistas no creen en un dios al que le rinden culto y adoración, y Buda solo representa un maestro supremo al cual se debe seguir e imitar para alcanzar de igual manera el estado de budeidad, fin último de todo practicante budista. A lo largo de la historia, y por condiciones y situaciones diversas, han surgido cuatro tipos de budismo, los cuales se nombran y describen a
continuación:

Budismo Theravada

Es el más antiguo y por lo tanto siguen las tradiciones de esos tiempos. Sostienen que la salvación solo se consigue a través del esfuerzo y de la dedicación, por lo cual, los no practicantes, considerados “Laicos”, no están ni van a recibir la salvación. Tienen como doctrina primordial “El Tipitaka” y niegan la presencia y la existencia de los Bodhisattavas, ya que ellos deben trazar su propio destino en la búsqueda de la liberación para transformarse en seres perfectos.

Budismo Mahayana

Significa “Gran Vehículo”. Surge en el Siglo I después de Cristo. Consideran que todos los practicantes pueden conseguir la liberación, además tienen como deber guiar a los demás a conseguir ese mismo destino. Para esto utilizan la sabiduría y la
compasión para llegar a las demás personas y conseguir la iluminación propia y la de los otros.

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Budismo Zen

Se origina en China, específicamente en el siglo VI. Consideran que Buda tiene solo una esencia y es uno solo. Por tal motivo, sus enseñanzas son transmitidas más allá de cualquier doctrina practicada de forma tradicional para llegar al despertar y tocar
directamente y de manera más profunda la naturaleza de la mente y esto se consigue mediante la meditación. Sostiene que la budeidad la puede alcanzar cualquier persona a partir de la experiencia como parte de sus vidas anteriores. Por tal motivo, solo a través de la práctica se puede canalizar y extraer esa condición
innata que se posee.

Budismo Tántrico

Nace a partir del Budismo Mahayano a partir de los siglos V y VI y de las enseñanzas difundidas a partir de los “Tantras”. Libros que comenzaron en secreto en la India y muestran la invocación a los dioses a partir de cantos sagrados, de las posturas corporales, de la meditación en la búsqueda de poderes
sobrenaturales. Se caracteriza por dedicarse a la práctica centrada en el presente más que en el Nirvana como objetivo futuro y como consecuencia todas
sus actividades las realizan para alcanzar estados de paz y de liberación para el momento que se vive cada día.

A continuación, te invito a ver el siguiente vídeo sobre los tipos de
budismo:

Budismo Zen y budismo tibetano

Todos los practicantes del budismo aceptan y reconocen que esta creencia y práctica nació a partir del despertar y de la iluminación de Buda, quien en sus enseñanzas transmitió que se debe dar amor y tener compasión hacia los demás, y que para lograr alcanzar esos sinceros sentimientos es necesario aceptar la naturaleza egoísta y maligna propia de los seres humanos y que es primordial transformar
para obtener la liberación de todo lo malo y negativo que atenta contra la plena felicidad espiritual. Sin embargo, cada escuela lleva a cabo estas enseñanzas de diversas maneras. Tal es el caso del budismo zen y el budismo tibetano, las
cuales se intentarán explicar a continuación:

  • El budismo zen es una práctica que busca el despertar de las
    personas, de llegar a la intimidad propia de cada ser, para llegar
    al Buda que cada uno posee dentro de sí.
  • El budismo tibetano desarrolla la comunicación interior, el
    conocimiento interno para reflexionar y actuar correctamente en
    pro del beneficio de las demás personas a través de la conexión
    cuerpo, palabra y pensamiento.
  • El budismo zen permite la transformación completa del ser, se
    lleva a cabo por medio de la experiencia, ya que no es una
    creencia, es una práctica continua del equilibrio cuerpo y mente
    sin normas ni obligaciones previamente establecidas, solo
    guiados por un camino correcto.

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  • El budismo tibetano se enfoca en la transformación de la mente,
    ya que, controlando la mente, buscando el equilibrio se pude
    llegar a cumplir totalmente las enseñanzas impartidas por Buda
    para beneficio de todos a través de actos de amor y de
    compasión.
  • El budismo zen se enfoca en la meditación, a la que llaman “Zazen”, adoptando una postura adecuada, controlando la respiración para controlar la mente, teniendo plena conciencia de los pensamientos que llegan e invaden el interior, sin rechazar ni apartar ninguno para asumirlos como parte de la vida misma, como parte del universo, lo que permitiría que todo fluya con naturalidad y equilibrio y lo que no es importante, desaparece.
  • El budismo tibetano ve la meditación como una práctica para lograr el desarrollo personal e interpersonal. A través de diversos niveles de meditación se logra alcanzar actos positivos para la realización y superación de aspectos negativos que causan sufrimientos. Es importante la postura y la respiración para lograr controlar la mente y si se hace difícil o se denota cansancio, se utiliza el mantra: Om mani padme hum para conseguir nuevamente la relajación.
  • El budismo zen ve la práctica de la meditación como parte de la misma doctrina, no para conseguir ningún beneficio, sin embargo, se consigue paz, tranquilidad y conocimiento profundo del ser. El budismo tibetano realiza la meditación para lograr alcanzar el despertar y la iluminación, para esto se debe controlar la mente y lograr el equilibrio cuerpo, pensamientos y palabras. Al obtener el autodesarrollo se logrará transmitir y realizar verdaderos actos de amor hacia los demás.
  • El budismo zen es una práctica libre, de autoliberación, sin doctrinas ni budas preexistentes, donde las emociones y los pensamientos son actos momentáneos y hay que dejarlos fluir sin apegarse a ellos, practicando en todo momento el desapego, el abandono y el despojarse de todo lo innecesario.
  • El budismo tibetano se guía por enseñanzas de lamas o budas los cuales indican el camino de la autorrealización personal y colectiva. Ellos envían las luces para indicar y discernir lo importante de lo innecesario, y se siguen sus pasos porque ya vencieron y lograron salir del Samsara y por lo tanto lograron llegar a ese estado de “Budeidad”.

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Frases importantes en el budismo tibetano

A continuación te dejaremos unas frases sumamente relevantes dentro del budismo tibetano:

Frases expresadas por el Dalai Lama

“Las personas que cambian, son las únicas que pueden cambiar al mundo”.

“Se selectivo en tus batallas, a veces tener paz es mejor que tener la
razón”.

“No olvides que hay ocasiones en las que tu silencio, es la mejor
respuesta que puedes dar”

“Solo existen dos días en el año en los que no se puede hacer nada,
dos días en los que ya todo está perdido. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y
principalmente, vivir”.

“Hoy he tenido suerte, he despertado y estoy vivo. Tengo esta vida valiosa y no la desperdiciaré”

“Si somos personas humildes, nuestras cualidades crecerán”.

budismo tibetano
Dalai Lama

Frases de Buda

“El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”.

“Ni tus peores enemigos te pueden hacer tanto daño como tus propios
pensamientos”.

“Más vale usar pantuflas que alfombrar el mundo”

“Para entender esto, es necesario olvidarlo todo”.

“No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita”

“No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo”

“Cuida el exterior tanto como el interior, porque todo es uno”

“Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora”.

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Buda

Frases de monjes budistas tibetanos

“Ama a los demás y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor. Si
gritas, gritarás con amor. Si corriges, corregirás con amor. Si
perdonas, perdonarás con amor”.

“Como las emociones son estados de nuestra mente, la única forma
para controlarlas también debe salir de nuestro interior. No pueden ser
controladas por nada que venga de fuera de nosotros”.

“Si quieres que las personas de tu entorno sean felices, no dudes en
ser compasivo. Si quieres ser feliz tú, no dudes en ser compasivo”.

“No olvides nunca que para conseguir un gran amor o para tener un
gran logro, tendrás que tomar grandes riesgos”.

“Si amas a alguien, no la retengas a tu lado, dale alas para que vuele
libre, dale raíces para que pueda volver, y dale motivos para que
quiera quedarse”.

“La sonrisa es la mejor comunicación, la mejor expresión del amor y
de la compasión entre humanos”.

“La mejor vía para cambiar de opinión es el afecto y el amor, no el odio
y la ira”.

“Hay tan solo tres cosas en esta vida que no vuelven nunca; el tiempo,
las palabras y las oportunidades”.

A continuación, te invito a ver el siguiente vídeo sobre frases budistas:

https://www.youtube.com/watch?v=hM3fLlHStgc

Proverbios budistas tibetanos

“Tener paciencia en un segundo, nos puede ahorrar muchos años de
sufrimiento”.

“Tanto el buen tiempo como el malo, se encuentran dentro de
nosotros, y no fuera. Es nuestra decisión elegir el que queremos”.

“Cualquier palabra debe ser vestida como una diosa y elevarse en el
aire como un ave”.

Consejos de budistas tibetanos

“Habla lento, pero piensa rápido”.

“Cuando digas “Te amo”, dilo de verdad, con el corazón y sin que sea
inercia”.

“No juzgues a las personas por su familia.”

“Nunca te rías de los sueños de otras personas ni los desanimes a
perseguirlos”.

Actualizado el 15 agosto, 2018