Perú es uno de los lugares ideales para visitar en Latinoamérica, su gastronomía, cultura, historia y misticismo son únicos en el continente. Pero si buscas un lugar en concreto donde la espiritualidad asciende a niveles que nunca llegaste a pensar, sin duda alguna debes acudir a los templos de la Isla Amantaní, lo que encontrarás allí te sorprenderá.
¿Dónde se ubican los templos de la isla Amantaní?
Primeramente vamos a explicar cómo puedes llegar a visitar este lugar tan místico, ubicada al sureste del Perú, exactamente en el departamento de Puno, la Isla Amantaní está en el distrito que lleva el mismo nombre. Como puntos de referencia se puede destacar su cercanía a la península de Capachica desde el este, al norte con la isla de Taquile y el Lago Titicaca.
Desde los puntos de referencia antes mencionado, par de veces a la semana salen embarcaciones con dirección Amantaní, normalmente la noche transcurre en altamar, para que así los viajeros puedan disfrutar de un día entero para visitar los templos que se alzan en estas tierras. De por sí los precios del viaje no son muy caros, 30 soles la ida y vuelta que equivale a unos 6 euros aproximadamente.
Por cierto, si deseas invertir más tiempo para así visitar los templos de la isla Amantaní, puedes coordinar desde el puerto tu hospedaje, las posadas son bastante humildes, los servicios que llegan a ofrecer son cama, baño, electricidad y poco más. Eso sí las tres comidas y el transporte está asegurado, las tarifas van desde los 45 soles, siendo unos 7 euros al cambio.
Al llegar al puerto, lo correcto es ser llevado a tu hospedaje si es que lo deseas, ya en comodidad puedes fijarte lo amplio de la isla, no hay muchas construcciones, de por sí lo más destacable son sus dos montañas. Desde lo lejos puedes visualizar que en su cima hay dos templos, uno de ellos el de la Pachatata, el otro el de la Pachamama. Cada uno cargado de un poder espiritual único en el mundo.
El ir a la cima de las montañas debe ser con la compañía de tu guía, él les ayudará en todo momento en este viaje espiritual, claro está, es importante tener en cuenta los templos de la isla Amantaní solo abren sus puertas una vez al año, para así realizar rituales de fertilidad.
La isla Amantaní y su poder místico
Los templos de la isla Amantaní son el principal atractivo de la zona, pero hay que destacar ese aire místico que sientes desde tu viaje, las comunidades adyacentes al lago Titicaca tienen en común que la religión que más se practica es la relacionada a la cultura Quechua, de hecho los 4000 mil habitantes de la zona a pesar de que hablan español, prefieren utilizar la lengua indígena la mayor parte del tiempo.
Son católicos, religión impuesta por los colonizadores españoles, además su vestimenta sigue siendo muy campesina, aunque reflejan sus tradiciones en su ropaje, puedes visualizar accesorios de la cultura quechua, pero además siguen practicando las enseñanzas de los pueblos Pukara y Lupaka que eran las civilizaciones originarias de la tierra.
Los ciudadanos que hacen vida en estas tierras son sumamente tranquilos, poco conversadores pero religiosos en totalidad. Todos los días rezan a Dios, pero también muestran un gran respeto a sus orígenes incas, en especial a la Pachamama la madre de la tierra y al Pachatata que es el padre de los cielos. Ellos son los encargados de dar origen a la vida en el mundo.
De por sí, los visitantes no prestarán atención si practicas otras creencia en sus tierras o en su defecto eres ateo, eso sí te invitamos a que respetes la creencia de los locales, es sagrada, poco tolerantes con los turistas que vienen a burlarse de su modo de vida. Su rutina se basa en el trabajo de la tierra y pesca.
Si quieres conectar con tu lado espiritual, dentro del poblado encontrarás centros que te ayudan a conectar cuerpo, mente y alma para así estén en armonía, se te brinda del conocimiento y sabiduría ancestral inca, pero además puedes gozar de rutas de senderismo en la isla a través de lugares históricos, sin dejar de lado que te enseñarán a meditar para llegar a estos superiores de consciencia.
Hay un ritual que se les ofrece a los turistas que es sumergirse a mitad del lago Titicaca durante algunos segundos, esto con la finalidad de alejar a los malos espíritus que atormentan nuestra alma en el día a día, y así despejar las malas vibras. La opinión de muchos es que sí consideran que recibieron un cambio tras gozar la experiencia.
Templo de la Pachamama
El templo de la Pachamama está ubicado en la cima del Cerro Llacastiti , en sí es una viaje muy extenuante, ya que la construcción de más de 4000 mil años de antigüedad, está ubicada a los 4120 metros sobre el nivel del mar, además es un trayecto que se hace en yegua. Así que te invitamos a que estés preparado porque toma unas cuantas horas en llegar hacia este sitio místico.
Siempre se está acompañado por los residentes de la isla, ellos normalmente se encargan de iluminar el camino, además de explicar la historia relacionada a las tierras. El llegar a la cima tiene su recompensa, primeramente porque es un lugar mágico, sus vistas son incomparables, indescriptibles, aunque hay un detalle, no podrás entrar al templo.
El día del ritual de la fertilidad en honor a la Pachamama se realiza el tercer jueves de enero, cualquier otra fecha que sea distinta estará cerrada con llave. Aunque es una estructura con techo al aire libre, puedes observar sus adentros, por sí solo no tiene nada fuera de lo común. Un gran patio, en el centro es donde se hacen los festejos.
Alrededor de templo, se observa una gran cantidad de sembradíos de papa, un tubérculo muy consumido el Perú, tanto así que hay más de 1600 tipos de papas distintos. Normalmente tratan de coordinar la fecha de la cosecha con el de ritual, para ofrecer los cultivos a la diosa. La paz, tranquilidad, esa conexión espiritual se puede palpar fácilmente, es una experiencia que vale pena.
Templo del Pachatata
Ubicado en la cima del Cerro Coanos, el templo del Pachatata, también conocido como el dios de los cielos, es el otro sitio de interés que Amantaní ofrece a los turistas, una principal diferencia entre una construcción y la otra es su forma, en el caso de la Pachamama es circular.
Pero el templo del Pachatata es rectangular, se especula que la unión de ambas formas significa la fertilización, en sí el ritual que se hace el tercer jueves de enero, es para fecundar la tierra y así haya abundancia de cultivos durante el año, además de mostrar amor y respeto a ambas deidades.
Cerro Coanos es más alto, de por sí se encuentra a los 4150 metros sobre el nivel del mar, su escalada es bastante complicada, primeramente por la falta de aire que tienden a presentar los turistas, pero además es puntiagudo, eso significa que hay que tener bastante cuidado mientras se recorre el sendero.
Eso sí, sus vistas siguen siendo espectaculares, puedes observar todo el lago Titicaca en su máximo esplendor, aunque no hay cultivos en las zonas adyacentes al templo. De por sí, el entrar está prohibido, si quieres vivir la máxima experiencia de Amantaní ya te contaremos al respecto.
Por cierto, si quieres conocer otros lugares místicos de Perú te recomendamos visitar Piquillacta, una huaca llena de historia.
Ritual de la Pachatata y Pachamama en Amantaní
Los templos de la Isla Amantaní cuentan con la cualidad que cada tercer jueves de enero se realiza un festejo en honor a las dos deidades, siendo el Pachatata y la Pachamama, esta celebración data desde hace más de 4000 años de antigüedad, siendo así una de las ceremonias más longevas de la historia humana.
Todo empieza a la medianoche, en los poblados el Tata Paqo un chamán, en compañía de los encargados de organizar la fiesta, se reúnen en la casa central, allí realizan un ritual privado en el cual se agradece principalmente a la Pachamama por llenar de vida la tierra, pero también se dan las gracias al dios cristiano. El uso de la coca, cigarro y wilca nina son necesarios en esta actividad.
Luego en la mañana, los habitantes de los 10 pueblos de Amantaní se visten de gala, agarran sus instrumentos musicales, ofrendas particulares y optan por ir a las dos montañas, claro está 5 comunidades ascienden al templo de la Pachamama para honrar a la diosa de la tierra. La otra mitad opta por ir al Pachatata, para honrar a la deidad y que él desde el cielo se encargue de fertilizar la tierra con su lluvia sagrada.
En el templo del Pachatata el Pacha Paqo, agarra una vasija llena de carbón, la enciende y el humo lo pasa a través de todas las personas concentradas en el templo, bendiciendo así a los presentes. Los ayudantes de la actividad se encargan de llenar las chuas, jarrones que llevarán cebada, quinua y trigo, siendo usado como tributo.
Se realiza un rezo en quechua a la Pachamama, también a los apus, al cielo, al lago de Titicaca por brindar el vital líquido. Tras ello es momento de encender la Wilca nina, luego todos los ciudadanos ofrecerán dulces, billetes, adornos metálicos, joyería, entre otros a la deidad para así bailar y festejar alrededor del fuego.
Desde el cerro de la Pachamama, el proceso es el mismo, claro está, hay un momento en el cuál se han de cerrar los templos, normalmente después de que acabe el jueves. Una vez sea viernes todas las personas proceden a abrazar y ofrecer bendiciones con el fin de traer prosperidad y buenas vibras a todos los habitantes de la isla.
Tras ello se arma el cocawi, en otras palabras comida en grandes cantidades, normalmente gastronomía inca, bebidas en base a arroz y otros cereales, pescado, gran variedad de tubérculos entre otros. Dichos alimentos se colocan sobre mantas, formando un mesón extremadamente largo. Eso sí los hombres deben sentar a la derecha y las mujeres a la izquierda.
Cuando todos están sentados, es momento que las autoridades hablen, expresando el agradecimiento a todos los participantes, por realizar esta milenaria ceremonia un año más. Tras terminar su discurso, empieza la danza, la música, la alegría. Aquellos que deseen comer podrán hacerlo. El festejo termina acabando al amanecer.