Shangó: quien es, santería, historia, oraciones, ofrendas y más

Shangó, es el líder de la santería dentro de la religión Yoruba. Es un Osha guerrero, el más destacado de su panteón. Simboliza la justicia y está asociado a rituales de la danza, la virilidad, denominado el señor de los truenos, del rayo y el fuego.

Shangó

¿Quién es Shangó?

Shangó es un gran guerrero africano, el en la religión Yoruba es el rey de reyes. Es uno de los Orishas más reconocidos de su santuario, del cual incluso es la cabecera. Es símbolo de la justicia, representado en la danza, la virilidad. También tiene el poder de los elementos como los truenos, los rayos y el fuego.

Se dice también que es el dueño de los tambores Batá, Wemileres, Ilú Batá o Bembés, por lo que es asociado con el baile y la música. Shangó personifica la necesidad y pero también la alegría de vivir de manera intensa. Personifica además la belleza masculina, presente dentro de la pasión, la inteligencia y las riquezas.

Shango posee el control sobre el sistema religioso conocido como el Osha-Ifá. Tomando como elemento, representa un gran número de situaciones favorables y también las desfavorables. Shango fue el primer intérprete del oráculo de Ifá, y luego se hizo dueño del mismo. Es el sacerdote del oráculo del Diloggún y del de Biange y Aditoto, factor que hace que tenga una relación intima con el mundo de los Eggun.

El nombre de Shango significa ser revoltoso. Sus piedras preferías u otanes como también se les conoce, son agarradas de las cascadas y ríos. Su principal símbolo es el Oshe, que es un muñeco tallado en una madera tipo cedro, con un hacha doble en vez de cabeza. Este símbolo se convierte en una energía que lleva carga, hecha por babalawos pero que vive dentro de Shango.

Su historia

Changó o Shangó, fue rey en la ciudad de Oyo. Está descrito en la dinamiza del merindilogun por el grupo llamado odus obará y ejilaxebora. Representa material e inmaterialmente el candomblé a través de la permanencia sagrada nombrada como igba xango. (Ver articulo: Buda Amitabha)

Dentro del mundo de la santería se relaciona con los cultos a San Marcos y también a Santa Bárbara. Se dice que Changó habría sido el cuarto Aláàfìn Òyó, que es “Rey de Oyo”, un hijo de Oranian y Torosi, la hija de Elempê, el rey de los tapás. Tuvo tres divinidades como esposas entre ellas esta Oiá, Oshun y Obbá

Sobre sus orígenes, se dice que Shango fue hijo de Obatalá y Yembó, pero en otros mitos aparece como hijo de Obbatalá y Oddua, incluso se dice que solo fue hijo de Aggayú, aunque también se indica que es desciende directo de Oloddumare. Para los historiadores Shango era el hermano gemelo de Agayú, criado por Yemayá y Dadá.

Se cuenta entre otros de sus hermanos a Eleggua, Orula, Oggun, Ochosi y Ozun. Se hizo enemigo de Oggun luego del desencadenamiento de unos hechos, donde éste le robó a su segunda esposa, Oyá. Shango es también padre de los imejis o jimaguas y es ahijado de Ozain.

Caso curioso sobre este personaje es que Shango come primero cuando se corona este Orisha, ya que fue Shango quien lo ayudó a curar de sus pestes. En su historia se registran datos de que Ossaín fue su padrino, el nombre de su esclavo fue Deú y el de su mensajero es Bangboshé.

Changó es viril y atrevido, de carácter violento pero a la vez es justiciero. Se dice que castiga a los mentirosos, ladrones y los malhechores, siendo la muerte por el rayo considerada como un arma vengadora. Se dice que una casa donde caiga un rayo está siendo marcada por la cólera de Changó. Es el Poder, la máxima expresión del poder de Olorum.

Changó fue en su tiempo un rey, un gran guerrero y un afamado brujo, quien por equivocación destruyó su casa, a su esposa e hijos y luego de esto se transformó en Orisha. Changó es llamado también con el nombre de Yakutá, que significa el lanzador de piedras. (Ver articulo: Dakini)

De igual manera se le evoca con la palabra Obakoso, que significa rey de Kosso. Shangó fue el cuarto Rey de Oyo y el primer awo. Se dice que cambió sus facultades de adivinación con Orunmila por el arte de la danza.

¿Es bueno o malo?

Existe un debate argumentativo sobre si Shango es malo o es bueno, pues se usa para invocar salud, bienestar, prosperidad, pero también para buscar el castigo de los enemigos y venganza. Dentro de sus atributos tenemos que Shangó era fuerte, valiente y justo. Por esa ambigüedad de que era temido pero a la vez adorado, es que no se sabe con certeza si era bueno o malo.

Muchas veces fue visto como un tirano, por las acciones que hacía, arrastrado por sus ansías de poder, llegando incluso a destronar a su hermano para satisfacer su ego. Fue el regente más poderoso del pueblo yoruba, y esto le dio fama de ser un dominador.  Por tener una fuerte conexión con los árboles y la naturaleza, consiguió profundos conocimientos y poderes de brujería, los cuales eran usados solo cuando eran necesarios. (Ver articulo: Poseidon

Características

Los colores de Shango eran rojo y blanco, o rojo y marrón y negro o marrón y blanco, o solamente marrón o rojo. Su día de la semana es el miércoles. Los elementos asociados a el son el fuego, los volcanes, las tormentas, los truenos, terremotos, rayos. Fue el creador del Culto de Egungun, llamado por ello el señor de los muertos, amo de los desiertos con el por formador de las rocas.

Los libros representan a Changó porque este orishá está asociado a situaciones donde se pone de manifiesto la razón, el conocimiento y el intelecto, así como los valores de la justicia y el derecho. Su herramienta es conocida como el Oxê, un hacha doble tipo de dos cortes laterales esculpida en material de madera o también en metal. (Ver articulo: Nirvana)

Su piedra es el meteorito y las ofrendas se le hacen utilizando los animales como la tortuga, un carnero o un cabrito a los cuales también se le relaciona sumado al águila y el león. En las frutas, le gusta el orobó, pero no soporta el arándano. Alujá, es  conocida como la rueda de Changó.

Sus números son el 4, el 6 y el numero 12. Su fiesta se conmemora el 4 de diciembre, que también es el día de Sta. Bárbara. Sus atributos y elementos son la Espada que se presenta en materiales de madera y también de metal.

El elemento simbólico de Shango es el hacha bipeine, la cual es de doble filo, elaborada con una madera liviana que está pintada toda de rojo con blanco. Tiene también un cetro de madera de palma y cedro, el cual contiene unas puntas agudas en forma de doble hacha que hacen una oché y que Changó lo lleva sobre la cabeza. (Ver articulo: Electra)

Shango porta unos collares de cuentas color rojo y blanco las cuales son alternas hasta completar 280. Usa como vestimenta una banda roja con bordes blancos y camisa holgada con  pantalón rojo carmesí, algunas veces presentado corto y en puntas. El pecho lo llevo descubierto pero con una banda cruzada en color rojo y blanco. Lleva también en la cabeza una corona con forma de castillo.

Su comida favorita es el maíz tostado, la calabaza, la caña de azúcar, el mamey colorado, el capullo de mango macho, el quimbobó, los plátanos, las manzanas, el caldo de vegetales hecho con trozos de calabaza y carne ahumada. Tiene por vivienda, trono y mirador a la Palma real. También se tiene a la Ceiba como un árbol sagrado para su trono.

A Changó se le ofrendan en su altar atributos predilectos como chivos, carneros, codornices, toros, gallos rojos, león. Sus atributos principales son seis herramientas hechas en material de cedro como hachas, espadas, rayos, tambores, mano de caracoles, corona, copa, sable, maraca de güira, una maza, entre otros.

Entre los utensilios que se le pueden colocar alrededor de su altar se encuentran un caballo negro, un tambor, una bandera roja brillante, tres hachas, un garrote y una cimitarra. Los objetos de poder de Shangó son un hacha de dos cabezas, una copa y una espada.

Patakies 

El origen de los Patakies se basa en las historias de los orishas las cuales son conocidas dentro de la santería con el nombre de Pataki. Shango representan la esencia de la masculinidad y por ende sus patakis, que son sus historias, narran su amor por las mujeres, la bebida, el baile y las formas de divertirse. (Ver articulo: Clímene)

Según los registros, su legítima esposa fue Obba, aunque tuvo varios romances muy apasionados tanto con Oyá como con Oshún. Por su fama de mujeriego, se le llego a relacionar con Yegguá, la hija doncella de Oduduwa, de la cual se decía que su castidad era la mayor tentación para cualquier hombre.

Este carácter de enamoradizo le adjudica una característica a las ofrendas que le hacen a Shangó para el amor. Se dice que este dios engendró al Ibeji  y también a Boromú y Borosia, los gemelos de Yegguá, que según dicen, son nacidos producto de su violación.

Hay muchos patakis que ubican a Shangó causándole problemas a las personas así como de los orishas quejándose de su actitud ingobernable en los tiempos que era joven e impetuoso. Es a partir de diferentes acciones y el control que ejerce Obatalá, que Shangó finalmente maduró y aprendió lo referente al arte de la diplomacia, la gracia y el encanto. Su vida es un ejemplo de la posibilidad de cambiar y corregir los errores cometidos en la vida.

Al buscar la buena suerte, tener dominio sexual, sanación de los órganos masculinos o tal vez mayor pasión en tus relaciones, las personas invocan a Shangó para el amor. Pero si el caso es una batalla legal o necesitas un nuevo trabajo, se le hace una petición. Si se tiene enemigos Shangó  los quita del camino. El te ayudará a encauzar tu vida hacia un futuro más feliz. (Ver articulo: Mayáhuel)

Shangó y Orula

Orula era el sacerdote de Shangó, a quien este consultó luego de enterarse de la traición de su amante Oshun con su hermano. Se dice que días más tarde de los sucesos, Orula le leyó los oráculos a Shangó para ver cómo se le presentaba su situación. Un día antes, Orula se había caído y se lastimó en el patio de su casa, caso que vio en los oráculos, pero no hizo ebbo, que es limpieza, para evitar la caída.

Cuando Ochun miró a Orula para registrarla con el oráculo, le advirtió que se cuidara del fuego. El oráculo le dijo que hiciera una limpieza muy rápida para garantizar así su seguridad. Le señaló que Shangó estaba en un conflicto y en busca de su amante Oshún para vengarse de una infidelidad. (Ver articulo: Akshobhya)

Al saber de todo esto, Orula quiso levantarse pero no le fue posible por la caída. En ese momento Oshún se dio cuenta de los problemas y le preguntó si estaba bien, a lo que éste le respondió que tenía que hacer un ebbo, pero no podía caminar porque estaba con mucho dolor. La bella Oshun ubicó todos los elementos que necesitaban para hacer su ebbo.

Por lo que había hecho, Orula estaba muy agradecido con Oshún. Al día siguiente pasó a ver cómo seguía Orula y se percató de que la cocina estaba limpia, cosa que le llamo la atención en vista de que Orula nunca cocinaba. Oshún le cocinó su plato favorito, gallinas asadas. (Ver articulo: Salacia)

Mientras tanto, Shangó que estaba buscando a Oshun por todos lados, al preguntarle a unas personas sobre su paradero, estos le indicaron que se encontraba en la casa de Orula. Esto hizo estallar de ira a Shangó quien en seguida creyó que Orula era cómplice del romance entre Oshun y Ogun.

Shangó se presentó en la casa de Orula con la velocidad del rayo y la fuerza del trueno y le prendió fuego. Oshun estaba en el patio agarrando algunas hierbas para preparar el plato de las gallinas. Toda la casa de Orula se prendió de fuego en cuestiones de segundos y así Shangó, satisfecho, se marchó creyendo que había castigado a Ochún por su infidelidad con Ogun.

Al ver su casa en llamas, Orula se olvidó de su dolor y salió rápidamente de la vivienda. Cuando Oshun vio toda la casa hecha fuego, corrió hacia la casa buscando a Orula de habitación en habitación gritando su nombre. Oshún estaba ahogaba por el humo pero aun así salió llorando y casi quemada por las llamas gritando que Orula todavía estaba en la casa.

Al comprobar que Orula estaba bien, corrió hacia él y lo abrazó. Él le dijo que desde ese día estarían siempre juntos. Donde quiera que Orula esté, Oshun tendrá la satisfacción de hablar junto a él.

El día de Orula se conmemora el 4 de octubre. Se le asocia con San Francisco de Asís. Él es el dirigente del culto de Ifá y vela por todos los hombres. Tiene la facultad de que sus a través de sus oráculos, sus pensamientos le alertan de cualquier desgracia que pueda pasar. (Ver articulo: Caribdis)

Le gusta el coco, el vino de palma de aceite, y tortas dulces. Sus colores preferidos son el verde y amarillo. Sus discípulos portan un brazalete de color verde y amarillo con cuentas en su honor para protegerse de Iku que es la muerte.

Orula habita en una pequeña sopera de madera con sus secretos en casa de sus seguidores. También tiene su ekuelé y su irofa, los cuales son los instrumentos que se utilizan para emitir sus oráculos, los cuales se proyectan sobre una tabla de madera llamada tablero de Ifa.

Oraciones a él

Cuando a Shangó se le invoca mediante alguna oración, el baja y atiende a ese llamado. Se le puede saludar de distintas formas, siendo una de ellas  “Kabiyesi Changó”, “Kavó Changó” o “Kabiosile Changó”. Esta es una forma de saludar a una deidad como el, ya que denotan los conceptos de alteza, majestad, e incluso es un salve el rey. Este tipo de saludos es una forma de manifestarle respeto a su rango.

También se pronuncia las palabras “Ee babá mí, echame la bendición” a los que él responde saludando, colocando sus manos sobre los hombros del omo, que es su devoto. Puede abrazarlo de forma cruzada, pero nunca el saludo será con la cabeza baja. Los oní de Shangó suelen tenderse en el suelo con la boca hacia abajo y las manos pegadas al cuerpo.

En el caso de las mujeres, también se lanzan al suelo, pero en otra forma. Es el orisha quien se encarga de levantarlas para abrazarlas y saludarlas. El rezo a Shango comienza con la oración: Obákosó kisi ekó akama sía okuní buburu buburukú kiton lo aguo oba chokotó kaguó kábo sile. Agó.

Oración para vencer enemigos

La oración de Shangó para vencer a los enemigos y protegerlos de ellos radica en un conjuro real dedicado a todos los enemigos. Dice así:

En el portal de Belén nació Jesucristo y su presencia he de conjurarlos, si tuviesen ellos pactos con lucifer, ofrezco mis oraciones al Juez justo, credos al revés, misas negras, oraciones conjuradas dedicadas al Ánima Sola, oración de los cabritos negros, que el Padre Eterno se las quite.

Yo los conjuro, en el nombre del Padre, en el nombre del hijo y el espíritu Santo, Amén! Esto lo hago para que ningún mortal ni inmortal, sea hombre o mujer, que haya nacido en la tierra pueda derribarme, porque yo llevo en mi alma la Santa Cruz bendita de mi Señor y en mi poder este poderoso conjuro real, que me librará de mis enemigos. Amén!.

Yo lo conjuro y lo re conjuro, cara a cara o a traición (en ese momento se dice el nombre del enemigo), para que vengan mansos a mí, humildes y arrepentidos, y que ninguno de ellos venga con la cruz del Padre Eterno. Que sufran mis enemigos, como sufrió mi Jesucristo, penas, golpes, lamentos y tormentos, así como Jesús las sufrió.

Yo los conjuro por el Dios de Abraham, con el Dios de Jacob y el Dios de Isaac. Amén!.​ Con este conjuro, los vuelvo a re conjurar, para que los nieguen así como a Jesucristo lo negó San Pedro.

Con este conjuro, logro vencer todas las misas negras, credos y trabajos que tenga al revés, oraciones regresadas, trabajos implícitos y compuestos, así como las demás oraciones conocidas y hasta las que se está por conocer. Cristo Paz, Paz Cristo. Amén!.

En esta parte del rezo se ofrece una vela roja, la cual debe ser colocada al revés y luego se reza un credo. (Ver articulo: Zeto)

Se vuelve al conjuro con las palabras:

Yo invoco a los sietes rayos de Shangó, en el nombre del Todopoderoso, para que juntos hagan vibrar los corazones de mis enemigos. Yo invoco, a la poderosa Santa Bárbara, para que sus ojos sean los míos, y mis ojos sean los tuyos.

Hagan todos mis santos, que ninguna entidad maligna pueda llegar a mí, haz gran Shango que tus rayos hagan temblar la casa de todos aquellos que me retan, apartando de mi todos los obstáculo. ¡Oh poderoso espíritu elemental de la tierra!, combina tus fuerzas con las mías para que el poder del maligno se retire. ¡Amén!.

Shango: Santeria

A Shangó se le ofrenda con distintos elementos y de diversas formas. Pueden ser con ofrendas de animales preferidos o también con sus comidas o alimentos preferidos. En el caso de los alimentos están la harina de maíz, la leche y el quimbombó. También los plátanos verdes, el plátano indio, el vino tinto, la cebada y el alpiste

Se le inmolan los carneros, los gallos, las aves codornices, las tortugas de río, la gallina tipo guinea, palomas, entre otros.  Los elementos para su altar, platanillo de Cuba, la Ceiba, el paraíso, los cedros, bejuco carey, bejuco colorado, almácigo, camagua. El palo amargo, el mamey colorado, el palo, la hierba jicotea, el piñón y piñón botija.

Ofrendas para el amor

Con referencia a las ofrendas a Shangó para el amor se tiene que las rosas rojas son las favoritas de este rey. También le son ofrendadas velas rojas, con vino tinto, plátanos, manzanas rojas, miel y canela. Se hace una ofrenda especial a través de un ritual colocando una de las manzanas sin corazón en el altar. Dentro de ella se le puede agregar ron, quimbonbo, caparazones de tortuga, aguardiente y otros.

A Shangó se le ve a veces que va acompañado de su caballo, por lo que también puede colocarle imágenes de caballos negros en su honor. Shangó tiene un gran apetito y disfruta de todo tipo de comida ideal para un rey.

Le gustan los vinos blancos secos, las gachas de harina de maíz con quimbonbo, plátanos, mangos, carne, gallo, codorniz y pollo. Todas las ofrendas deben marcarse mediante adivinación diloggún para mejores resultados y obtener lo que se desea.

Amalá ilá es una de las mejores ofrendas a Shangó para el amor. Esta se prepara con harina de maíz amarilla y se le colocan seis piezas de quimbonbo fresca. Para la preparación, se comienza a hervir tres tazas de agua. Luego para sazonar, se le agrega una pizca de sal saludable y se mide una taza de harina de maíz.

Los quimbonbo son cortados en pedazos y se colocan a un lado, mientras se bate continuamente el agua hirviendo, a la que se le va agregando lentamente la harina de maíz con la mano. Se debe batir bien esta mezcla para que no se aglutine mientras se le va agregado la harina al agua. Al terminarse toda la harina de maíz, se mezcla con todo el quimbombó y se reduce la temperatura para cocinarlo a fuego lento. Se debe revolver regularmente para que no se queme en la parte inferior.

Esta preparación se cocina por un lapso de diez minutos. Se recomienda utilizar una cuchara de madera por la mezcla espesa. Al servir, se vierte la preparación en un bol y se decorara la parte superior con las seis piezas cortadas del quimbonbo.

Para hacer excelentes ofrendas a Shangó para el amor, coloque cuatro manzanas rojas en un plato blanco y eche sobre ellas miel. Luego, rocié canela sobre las manzanas y la miel. A esta preparación se le debe rallar una pequeña cantidad de canela fresca. Coloque también un vaso de vino tinto al lado del plato y encienda una vela roja de siete días o también una vela de Santa Bárbara.

En ese momento se hace la petición específica para atraer el amor y pasión a tu vida sexual, mejorar destrezas en el baile, o sencillamente eliminar un problema de salud o para emparejarse.

Ofrendas para el dinero

Para el dinero se le ofrece a Shangó un ritual con una manzana, que es un elemento que sirve para agarrar dinero, para la mala racha o para los negocios. Este ritual se realiza por siete días seguidos y luego se repite cada mes, al inicio o al final del mes. Se toma la manzana y se le hace un hueco. Se hace una especie de colchón de rosas rojas, sobre el cual se coloca dicha manzana.

Dentro del hueco de la manzana, se coloca una vela roja para la consagración de Shangó y alrededor de ella, se colocan 6 manzanas rojas mas enteras. Para este ritual se usa aceite del dinero, aceite de ven a mí, aceite de sésamo oleo, azúcar morena, ron, aceite de girasol y aceite de maíz.

También se incluyen siete monedas de una denominación, esto tomando en cuenta que el número 7 es el símbolo de la fortuna. Las monedas se colocan dentro de la manzana hueca con todos los aceites, la azúcar y el ron o aguardiente. Se enciende la vela y se hace la petición del recurso económico que se vaya a solicitar, que el dinero fluya como un rio.

Baile dedicado

Se dice que cuando Shango baja, golpea con su cabeza y da tres vueltas de carnero hacia los tambores. La danza describe que luego abre los ojos desesperadamente y saca su lengua. Sus movimientos característicos son el empuñado del hacha agarrándose sus testículos. Se dice que ningún otro Orisha da saltos tan altos, ni baila más violentamente y con gestos extraños incorporados.  

Mediante el desarrollo de la danza, Shangó puede llegar a comer fuego. Los bailes de Shangó suelen ser de carácter guerrero o en otros casos muy eróticos. Como guerrero, hace movimientos con su hacha y gestos retadores. Como amante, trata de demostrar el tamaño de su pene, y en sus movimientos se dobla, hace guiños y actúa de forma lasciva con las mujeres que forman su público. Los demás bailadores imitaran sus movimientos y su contoneo sexual.

Canto a Shangó

Parte de los rituales de alabanzas y ofrendas al rey Shangó son también sus rezos y canticos de los cuales existe uno muy famoso.

Letra

La letra del cantico reza así:

Hijo Elewa, mi santo Elewa, mi vida Elewa, Mafereo Ochún el rey de los caminos, la ley de mi destino, rojo y negro como el tinto vino,  quien me abre los caminos con su garabato, Ica de aguardiente humo de tabaco, vestido de saco; quien me deja ver cuando estoy opaco, síguele los pasos, pídele salúd.

Y que te aleje de los malos ratos, pido yo la bendición pa’ expresar mis sentimientos, to’ lo que mi pidas, dalo por hecho, no profeso, mi filosofía cuando se trata de Echún; Mafereo Ofún Elewa.  El Coro dice: Canto pa’ Elewa y para Changó, canto de verdad lo digo yo, canto pa’ Elewa y para Changó,  canto de verdad lo digo yo,  lo que digo es lo que pienso, lo que pienso es lo que siento,  canto pa’ Elewa y para Changó,  canto de verdad.

Yo como un rayo digo loco lo que siento, mi voz que ruge como el viento, blanco eh rojo re presiento, Changó virtuoso gordete como un oso,  Bien perezoso, jocoso, fogoso; Santa Bárbara bendita es tu Changó, guía por el bien camino a tus hijos como yo, dale la luz señora de virtud, fuerza, esperanza, en ti confianza, con tu espada avanza.

Mi miko e tan fuerte como el machete de Egún, y son tan dulces como el melao de ochún, soy un Orishas, tu boca cierra, enviado por Oloffi para gobernar la tierra (Coro).  Donada para los Orishas, que llevo en el corazón con amor, pido que me den salud e inspiración, y también la bendición.

Pido para todo aquel que tiene fé, lo mismo que para mi tu lo ves, para el necio y el cobarde, que jamás estén aquí, Orishas llega con su letra del año underground, Pa’ los que han sido traidores no durarán un round, yo protegido me encuentro por la naturaleza, y con firmeza, pa’ to los buenos donaré mi inteligencia.

Que el fruto de la paciencia esté en tus manos,  mucho trabajo y sufrimiento a los Orishas le ha costado, poder estar en el lugar que se han ganado, aunque montones de veces tropiece con ese,  que crece desde que fallece a veces docenas de veces, veces no merece la que acontece aunque estreses, Pa’ los Orishas su boca no crece, recordarás mi voz, antes que reces, antes que reces, reces. (Coro).

Caminos de Shangó

Los caminos de Shangó se enmarcan dentro de los títulos que recibió una vez que fue rey. Significan su estado de realeza, su arte para legislar, su rol en el arte de la guerra, representan su fuerza y su asociación directa con los elementos del fuego y el rayo, entre otros aspectos.

Es así como sus caminos son, Shangó Obadimeyi, Alafin o Alafi, Kamúkan, Obbará y Yakutá. Otros son Shangó Arirá, Olosé, Obakoso, Bumí, Dibeyi. Esta el Shangó Ko Só, el Shangó Lubbe o Bara Lubbe. También el Shangó Olufina Kake, Obalúbe, Obaluekun, Bangboshé. Shangó Alayé o Eluwekon, el Shangó Obayá, el Shangó Lubbeo y el Shangó Omangüerille.

Shangó Gbogbagúnle, el Shango Gbamí, el Shangó Fáyo, el Shangó Deyí. También el Shangó Obanlá, Shango Tápa, Shangó Godo, Shangó Odúnbadeyí. Shangó Oba Tolá. Oluóso, Nupé, Oba Yokó, Okanami, Bolá y Shangó Oloké.

Siguen el Shangó Addima Addima, el Shangó Obbaña y el Shangó Eyee. Está el Shangó Oban Yoko, Alufina, Ebbora, Ladde o Larí. El Shangó Dedina, Shangó Luami, Shangó Deima, Shangó Deizu y Shangó Tolá. El Shangó Obba Bi, Yumi Kasiero, Asabeyi, Oluoso, Okanami y Nipa.

Los hijos de Shangó

Los hijos del rey Shangó son de carácter voluntarioso, muy enérgicos, pero a la vez altivos, inteligentes y conscientes de su gran valor. Son tolerantes a las discrepancias que se presentan entre los hombres pero también son violentos con ataques de cólera. Otro de los aspectos que los distinguen es que son ofensivos, agresivos y mujeriegos. Son ambiciosos, adoran el dinero, mas no aman el trabajo que debe hacerse para conseguirlo.

Son machistas y libertinos en el caso de los hombres y en el de las mujeres, estas son muy charlatanas y mentirosas, llegando a entrometerse en asuntos que no son de su incumbencia y no perdonan las infidelidades.

Son mujeres trabajadoras, capaces de llegar hasta las últimas consecuencias con tal de defender sus ideales, aunque esto les implique enfrenarse a los demás. Existen leyendas donde se dice que Shangó mató a sus hijos y esposas por sus experimentos con la pólvora. Luego de esas acciones, se arrepintió transformándose en Orisha.

Día de Shangó

Por su comparación en el sincretismo con Santa Bárbara, se le adjudica el día 4 de Diciembre como el Día de Shangó, esto en concordancia con el calendario santoral católico. A su vez se dice que su día de la semana es el sábado, aunque en otros registros tiene el viernes como popular. Para los rituales el mejor día de la semana es miércoles.

Tronos de Shangó

Los diferentes tronos de Shangó están ligados a sus títulos y roles, uno de ellos es el de Obá Kosso, título que Shangó recibió luego de fundar la ciudad de Kossô, ubicada en los alrededores de Oyo, convirtiéndose luego en su Rey. Este conferimiento también se le otorgó a Aganju, el hermano gemelo de Shangó, a su llegada en Oyo, donde fue aclamado como el Rey no ahorcado, denominado con la frase Obá Kô Sô.

Otro de los tronos es el Obá Lubê, título de Shangó que se enmarca en su poder y riqueza, y que significa Señor abastado. Obá Irù o Barù, fue el título dado a Shangó luego de llegar al apogeo del imperio. Este mérito lo obtuvo al ser el creador del culto de Egungun. Shangó personifica la forma humana del Orishá, el primordial Jakutá que existe en la tierra, llamado así el señor de los rayos, las tempestades, rey del Sol y del fuego en todas sus manifestaciones.

El Obá Aganjù – Aganju, representa todo lo que es explosivo, lo que no tiene ningún control, tan volátil como los volcanes. El Obá Orungã, que lo ubica como el hijo de Aggayú solá y Yemayá. Orungan es el dueño de la atmósfera, representa el aire que respiramos. Es el dueño de la capa que protege la tierra.

Obá Ogodô, es lo que se dice sobre Shangó. Ogodô es el verbo bostezar. Se dice que cuando está tronando significa que Shangó está bostezando.  Obá Jakutá – Jakutá, es la representación de la justicia y de la ira de Olorun. El mito de Shangó fue iniciado para este Orishá siendo estimado como la forma divina esencial del mismo. Es el propio Shangó.

¿Cuál es su número?

El número con el que se identifica a Shangó  es el número es el 6 y sus múltiplos, aunque algunos le adjudican el numero 4. Quizás lo del numero 4 sea por su asociación religiosa con Santa Bárbara.

¿Qué es Shangó montado?

Cuando se hace el proceso de “montar a Shangó” dentro de la santería, se toma a la deidad invocada con el poder de los siete rayos. Esto consiste en que el espíritu de Shangó entre a una materia pero no puede ser cualquiera. El banco que se designa en esa casa de santos, debe elegir a alguien que sea hijo de Shangó, ya que el no permite que su espíritu esté dentro de cualquiera.

Es a quien Shangó escoja dentro de sus hijos a quien les va a bajar su espíritu. Shangó montado es que monta su espíritu en el cuerpo de uno de sus hijos. Posesionado del cuerpo, Shangó habla, le dan los elementos que le gusta comer y beber. Lo visten con sus ropas, colores y collares típicos del personaje.

Al entrar en escena Shangó montado, comienza con sus bailes al ritmo de los tambores y sus demás instrumentos, que le dan el marco a su presencia.

Relación de Santa Bárbara con Shango

Santa Bárbara según la práctica cristiana, habría nacido en Nicomedia, en las cercanías al mar de Mármara. Era hija de un Rey llamado Dióscoro, de quien se dice la encerró en una torre. Existen varias versiones sobre la vida de Santa Bárbara. Se dice que una de las razones por las que fue encerrada en la torre pudo haber sido para evitar que los hombres vieran su belleza y la sedujeran. Otras de las razones puede deberse a evitar el proselitismo cristiano.

Se cuenta que Bárbara aprovecho una de las ausencias de su padre para meterse dentro de la religión del catolicismo. Mandó construir tres ventanas en su torre, simbolizando así la Santísima Trinidad. Al enterarse del simbolismo de las ventanas, su padre se enfadó y la quiso hasta matar.

Bárbara huyó de la ira de su padre y se refugió en una peña que se encontraba abierta para ella, enfrentándose así a su nuevo destino. Leyendas señalan que su martirio fue el mismo que vivió San Vicente Mártir, quien habría sido atada a un potro, siendo desgarrada con rastrillos de hierro y luego fue puesta sobre varios trozos de cerámica cortantes y quemada con hierros al fuego.

Se dice que fue su propio padre quien la envió al juez, el cual le dictó la pena capital, ordenando que fuese decapitada, asignando para este trabajo a su padre. El terrible hecho ocurrió en la cima de una montaña. Pero después del cruel asesinato, un rayo le cayó encima dándole muerte también.

Aunque Santa Bárbara no aparece en el calendario litúrgico del Vaticano, no significa que no haya sido tomada en cuenta por la iglesia católica. Sus fieles conmemoran su Día el 4 de Diciembre de cada año.  Es representada físicamente llevando un manto rojo, con el cáliz de la sangre de Cristo en su mano y una rama de olivo en la otra. Porta una corona y una espada en mano, simbolizando el martirio padecido.

Santa Bárbara es patrona de los artilleros, los artesanos y de los herreros. También de los mineros, los prisioneros, los bomberos y los pirotécnicos. Existe un refrán muy conocido que reza “Te acuerdas de Santa Barbará cuando truena”. Esta expresión tiene una implicación no cristiana, que la asocia con el sincretismo religioso del oricha Shango.

Para los cubanos, los santeros y yorubas, Shangó es un orisha mayor, es el dios del trueno y del rayo, del fuego, de la guerra, de la danza, de toda la música. Representa la parte masculina y Santa Bárbara la femenina. Se dice que después de Obatalá, Shangó es el orisha más poderoso y venerado.

Los 4 de Diciembre, los creyentes celebran las fiestas el Día de Shangó y también de Santa Bárbara. Shangó es una de las 5 deidades más veneradas del panteón Yoruba, siendo además  el que tiene más hijos. Shangó es sincretizado con Santa Bárbara. Se cuenta que los dioses africanos llegaron a Cuba haciéndose pasar por santos católicos para poder permanecer con sus hijos en tierras de América, los cuales fueron traídos como esclavos.

Una historia que los asocia es que el padre de Santa Bárbara quería casarla pero ella se negó, cortándose los dos pechos para que su futuro esposo la rechazara. En respuesta a esto, su padre la saco por toda la plaza montada en un caballo para exhibirla por todo el pueblo y pasará vergüenza.

La Santa imploró al cielo que nadie pudiera verla y en ese momento cayó una tormenta que tapó su travesía con las nubes que envolvieron la escena por entera. Basados en estas historias, y por ser representada la santa con una espada, se le asocia con Shangó. Existe una leyenda en el pataki de Shangó donde éste se transforma en una mujer para poder así escapar de sus enemigos.

Shangó es llamado Rey de Reyes

Cuentan que Shangó era un joven que nadie quería. Al crecer Shangó descubre una metodología en el arte de la adivinación, hecho que causó una revolución. A este método se le llamo el OPELE o también Ekuele, que es la cadena de adivinación.

Shangó se consigue con un hombre conocido con el nombre de Òrúnmìlà, quien le dice ¿Por qué es que andas haciendo tantos errores?, a lo que Shangó le respondió: Yo no sé. El hombre vuelve a preguntar: ¿tú sabes quién eres?, eres un descendiente directo de Baba Oduduwa y por ello tiene camino al trono. Le agrega al comentario “pero tú no te lo has ganado”.

Se dice que de aquella ocasión se origino la frase de que los Reyes no nacen, los Reyes se colocan. Òrúnmìlà le cambio a Shangó su crédito en la metodología de la adivinación a cambio de convertirlo en rey.

Así fue como Shangó fue el cuarto Alafín o rey de Òyó. Se dice que formo parte de la segunda dinastía de Oduduwa luego de la destrucción de Katonga, que fue la primera capital de Yoruba. Shangó llegó a ser rey en un momento de trascendencia dentro de la historia de Yoruba, donde ya las personas se habían olvidado de las enseñanzas de Dios.

Shangó fue enviado con su hermano gemelo con el objetivo de limpiar a la sociedad y que el pueblo pudiese disfrutar de una vida limpia y los preceptos del Dios único. Luego de que Shangó se hizo rey, el pueblo comenzó a ver que era muy estricto e incluso lo tildaron de tirano.

En aquellos tiempos, las leyes estipulaban que si un rey ya no era aceptado por su pueblo, este debía morir. Se dice que esto hizo que Shangó se ahorcara, pero resucitó en su hermano gemelo Angayú, acabó con los enemigos de su hermano, utilizando para ello la pólvora. A partir de allí, Shangó comenzó a ser adorado como un Orisha denominado como el Señor de los truenos.

Shangó fue uno de los reyes Yorubas que contribuyó a las formaciones de estrategias en batallas. Se hizo conocido por su caballería de guerra, la cual tuvo una actuación protagónica dentro de la construcción del imperio.

Shangó y Yemayá

La relación entre Yemayá y Shangó era que ésta fue la madre de crianza del rey Shangó. Cuenta la leyenda que un día, ella fue al fondo del mar y pasó mucho tiempo sin que nadie la viera. Yemaya se encontraba en lo más profundo de las aguas, ordenando su mundo entre caracolas y peces, aunque extrañaba la tierra.

Un día escuchó el sonar de unos tambores que le hacían el llamado al wemilere. Esto le provocó un gran deseo de volver al mundo de los hombres. Para ello se vistió con sus mejores galas contentivas de un color azul y así subió a la tierra para ir a bailar. Su belleza hizo que Shangó, no la reconociera y esa noche tocó, cantó y bailó para ella, como una forma de seducirla.

Yemayá decidió tenerle una trampa y con voz dulce, lo invitó a visitar su ilé. Shangó la siguió pero al llegar a la orilla del mar, se detuvo angustiado pues no sabía nadar. Yemayá lo convenció de que no tenía nada que temer e impactado por la belleza de la dueña del mar aceptó continuar.

Una vez estando dentro del mar, Yemayá saltó del bote e hizo hervir las aguas convirtiéndolas en remolinos. Shangó se cayó del bote luchando por no ahogarse dando súplicas de ayuda a Yemaya pero esta se hacía la sorda ante las peticiones. Cuando estaba a punto de morir, ella subió por encima de las aguas y con toda su grandeza le dijo: ¡Ahora me conoces! ¡Respétame! ¡Que yo soy tu iyare! Shangó, le pidió perdón y ella lo salvó del mar.

Mito con su hermano Eleggua

Cuentan que Obatalá ordenó ejecutar a todos los varones, frenético con sus descendientes al enterarse que Oggun había querido tener relaciones con su propia madre. Por esta razón, una vez que nació Shangó, Elegguá su hermano, lo salvo ocultándolo y luego llevándoselo a su hermana mayor Dadá, para que lo criara.

Al transcurrir el tiempo, Obatalá cayó enfermo y Elegguá fue a buscar a Shangó para que lo curara. Así lo hizo, Shangó curó a su padre. El momento fue oportuno para que Elegguá le implorara a Obatalá el perdón de Orula a lo que el padre accedió. Lleno de gozo por aquella acción, Shangó cortó una ceiba y de ella construyó un hermoso tablero con el que le paso a su hermano Orunmila el don de la adivinación.

Desde entonces Orunmila pronuncia las palabras “Maferefun que significa bendición, Elegguá, maferefun Shangó, Elegbara. La jerarquía de Eleggua llega a niveles superiores a los de Shangó, ya que perteneciente a la hermandad de Ochosi, Oddúa y Oggún.

Conflicto con Obatalá

Cuentan que hubo un tiempo en que la tierra estaba sin gobierno ni dirección por lo que se originó una fuerte pelea entre Shangó y Obatalá. En medio de la disputa, Shangó lanzó un reto a Obatalá, en el que ambos debían armarse con grandes hachas para así escoger quien era el que debía gobernar al mundo.

Obatalá aceptó el reto, pero en el fondo sabía que iba a perder con Shangó por el hecho de que éste era más joven, más fuerte y hasta con más rapidez que él. Obatalá acudió a la casa de Orunmila, quien le observó el ifa y le marco una rogación con la frase “akuko meyi, asho funfun y dundun”, usando semillas de melón y owo. Le dijo que le diera un akuko a Elegua y  otro a Oggun, para ganar el conflicto.

Al comerse el akuko, Elegua le dijo a Obatalá que fuesen a hablar con Oggun para que le construyera las hachas que utilizarían en el duelo. Así lo hicieron y al llegar allí, Obatalá le entregó el akuko a lo que le predijeron que no perdería la lucha. Elegba y Oggun prepararon las hachas pero la que le entregaron a Shangó le colocaron el cabo partido pero una manera que éste no se percatara de la trampa.

Olofin presidio la pelea dando la orden para el inicio de la lucha. Obatalá tomó el hacha buena y le dejó a Shangó la otra. Shangó comenzó dando dos golpes fuertes en el piso con lo que derribo a Obatalá. Cuando fue a dar el tercero golpe, el cabo del hacha se partió, lo que aprovecho Obatalá para derribarlo y lanzarlo al piso hasta que se rindió.

Olofin declaró a Obatalá como ganador y desde este momento le designo gobernar en la tierra. Al oír las palabras de Olofin, Shangó se arrodilló ante Obatalá solicitándole su bendición y éste se la otorgó. Con el pasar del tiempo, Shangó se enteró de la trampa que le habían hecho y cargado de una profunda cólera, lanzó una maldición sobre la tierra.

Guerra con Oggun

La rivalidad de Shangó y Oggun se remonta a miles de años atrás. Oggun estaba casado con Oya, pero ella al ver a Shangó, quedo prendida de él. Shangó le correspondió y se la llevó, mientras Oggun estaba trabajando. Al parecer, el interés de Shangó era vengarse de Oggun y como este era revoltoso y bebía mucho, no le fue difícil a Shangó arrebatarle la mujer.

Shangó y Oya se fueron a vivir a casa de Dada, quien lo había criado como un hijo. Cuando Oggun se enteró de lo que había pasado, le declaro la guerra a Shangó. Antes de salir a la batalla, Shangó se acerca a su wuirito, mete el dedo, se lo pasa por la lengua y se va. Oya lo estaba observando y por curiosidad hace lo mismo que Shangó pero cuando iba a hablar, le sale grandes centelleos por la boca, lo que la asusta, escondiéndose entre unas matas de palma.

Dada se percata de la ausencia de Oya y comienza a buscarla y llamarla. Se da cuenta de que el wuiritio de Shangó se encuentra en una posición diferente y por curiosidad mete el dedo en el wuirito y se va para continuar buscando a Oya. Dada pasa el dedo por su boca y comienza botarle grandes llamas por la boca lo que la asusta y se mete en la misma mata de palma que estaba Oya.

Oggun

Presas del miedo, las dos mujeres se abrazaron y a su llegada, Shangó consigue su wuirito en posición distinta. Busca a las mujeres y las regaña por lo que hicieron. Oya le refiere a Shangó que por el hecho de ser ahora su mujer necesita saberlo todo y remarca que debe ganarle la guerra a Oggun. Esto hizo enfurecer a Shangó y le dijo que no era fácil ganarle una guerra a Oggun, ya que por su curiosidad se le había roto su Ozain, perdiendo el ashe.

Mientras tanto, Oggun se preparaba para la guerra con Shangó, quien estaba perdiendo. Oya observaba la batalla desde lo alto de una loma y comenzó a prevenir a Shangó pero no podía, pues de su boca no salían palabras sino grandes llamaradas de candela. Oggun aprovecho la confusión que esto provocaba ubicándose al lado de Shango, obligando con las llamaradas a retirarse de la contienda.

Shangó usó como arma los truenos, los rayos y los relámpagos y Oya la centella. Sólo unidos le ganaron la guerra a Oggun, obligándolo a huir ir al monte, donde igual Shangó lo encontró vestido de carmesí. Es por ello que se puede decir que donde exista un montador de Oggun y uno de Shangó, es seguro que en esa fiesta haya problemas.

Imágenes de Shangó y Oya

Aquí tenemos algunas de las imágenes entre Shangó junto a su amante Oya:

Shango: Frases de shango

Existen refranes y frases muy comunes que se le adjudican a Shangó, bien sea dichas por el mismo o también por las personas que son sus seguidores. Entre las más usuales están:

Cada perico a su mecate y cada Shangó a su metate.

Shangó viejo no aprende trucos nuevos.

León es león, así le corten la melena.

La candela que tiene un hijo de Shangó no la tiene cualquiera.

Ningún sombrero es más famoso que una corona.

Nunca te rindas, pues a veces la última llave es la que abre la puerta.

No temas al peligro, pues con mi hacha limpiaré tus caminos.

Actualizado el 19 julio, 2021