Los mapuches son un pueblo indígena que vivía en los valles del sur de Chile en el momento de la llegada de los españoles, estos tenían la costumbre de vivir en pequeños grupos, los mismos se mantuvieron divididos y separados de otras civilizaciones, lo que hizo que no pudieran desarrollarse más, aunque por otra parte, esta división los hizo fuertes ante los españoles. Los mapuches son conocidos por tener una gran variedad de leyendas y mitos únicos, comúnmente aceptados y que por lo tanto se cree que son verdad para casi todo el grupo; las leyendas mapuches incluyen el inicio del mundo y varias otras deidades que residen en este mundo, así como qué tipo de espíritus viven en ellos. Algunas de sus leyendas y criaturas más importantes abarcan la leyenda del pillan, del pehuen, del copihue, la creación del mundo, el diluvio y muchas más.
Leyenda de Cai-cai y Tren tren
Esta leyenda también es conocida como la leyenda de Trentren Vilu y Caicai Vilu y ésta cuenta la feroz batalla que se da entre dos serpientes míticas, lo que produce una gran inundación, estas serpientes eran conocidas como Trentren Vilu, cuyo nombre compuesto se traduce como, serpiente relacionada con la tierra y Caicai Vilu, cuyo nombre compuesto significa, serpiente relacionada con el agua. Esta leyenda es muy conocida, ya que cuenta por qué el sur de Chile tiene una geografía tan accidentada.
Las leyendas mapuches cuentan que estas dos serpientes fueron originalmente los hijos de los pillanes más poderosos y que debido a un castigo fueron convertidas en animales. Según cuenta la leyenda, el hijo de Peripillán se convirtió en una enorme serpiente que sería Caicai y el hijo de Antu se convirtió en otra gran serpiente que sería Trentren.
La historia cuenta que al igual que sus padres estos debían ser enemigos, por lo que para evitar un posible encuentro, Caicai fue enviado a vivir en el mar para ayudar a cuidarlo con los Ngen-ko, que son los espíritus del agua, y Trentren fue enviado a vivir en la tierra para cuidar la tierra con el otro Ngen, para ayudar a la humanidad. Se cuenta que estas dos serpientes se usaron como un instrumento a través del cual se cumplió la voluntad de los antiguos espíritus mapuche.
Luego de muchos años, Caicai despertó de su sueño y se enfureció debido a la ingratitud que los hombres mostraban por cada regalo que les había dado el mar y por lo tanto, usó su cola en forma de pez para golpear el agua con la finalidad de castigar a la humanidad, esto hizo que se desatara un gran diluvio y es que Caicai ordenó que las aguas inundaran los valles y colinas y que se llevaran a todos sus habitantes al fondo del mar.
Trentren cuando vio lo que estaba sucediendo, que tanto los humanos como los animales estaban desesperados invocándolo y además que según se cuenta, el era el que tenía la gran sabiduría y protección, tomó la decisión de ayudar a la humanidad.
La forma que consiguió para ayudar, fue ayudar a los habitantes y los animales a escapar levantándolos sobre su espalda y llevándolos a las colinas, además transformó en pájaros a los que quedaron atrapados por las aguas, para que pudieran escapar volando, los que se ahogaban los transformó en peces y mamíferos marinos, los que ya se habían ahogado en criaturas míticas mapuche y finalmente aquellos que fueron inmovilizados por el terror que sentían, se transformaron en mankial. Pero el diluvio seguía y el mar no paraba de crecer por lo que Trentren tuvo que ordenar que las colinas aumentaran en altura para contrarrestar el poder de Caicai, esto hizo que aquel se enojara mucho y así comenzó a pelear contra Trentren, en una batalla titánica que duró un largo tiempo, hasta que ambas serpientes se cansaron.
Según cuenta la leyenda, Caicai fue parcialmente derrotada ya que no pudo inundar toda la tierra, sin embargo, las aguas no regresaron completamente a su nivel, lo que hizo que Chile tenga la geografía tan desastrosa. Además, al parecer Caicai estaba satisfecho con la porción de tierra que había logrado inundar y delegó sus funciones relacionadas con el mar al gran Millalobo. Según la tradición mapuche, después del cataclismo, todos continuaron su vida tranquila hasta que un día fue Trentren quien se enojó por la actitud que tenían los hombres, hizo que todos los volcanes entraran en erupción y la población tuviera que mudarse a otros lugares más seguros.
A partir de ese momento, se cuenta que Trentren continúa manifestándose a través de terremotos y erupciones volcánicas, mientras que Caicai causa marejadas e inundaciones cuando se da la vuelta mientras duerme.
Existen algunas variantes del mito, algunos dicen que la ira de Caicai contra los seres humanos comenzó porque una niña rechazó a su hijo, el Trauco, mientras que en algunas comunidades Huilliche de Chile dicen que la batalla se originó porque una hija del Trauco rechazó el pillán Peripillán y por esta razón su hijo decidió vengarse.
Por otro lado, en Argentina hay otras versiones posteriores del mito que cambian los padres originales de ambas serpientes míticas y en este caso se cuenta, que serían hijos de los dioses Nguenechèn y Kueyen.
Leyenda mapuche del diluvio
Son muchas las culturas que tienen leyendas de un diluvio y la mapuche no se escapa, ya que dentro de las muchas leyendas mapuches que existen, hay una que narra como sucedió un gran diluvio.
A través de su historia oral, los mapuches transmitieron historias y leyendas que describen su cosmología, que abarca creencias sociales, morales, espirituales y enseñanzas sobre el mundo natural.
Esta leyenda cuenta sobre la existencia de dos serpientes, una que guarda la tierra y la otra el agua, cuando la serpiente del agua “Cai Cai” intentó arrebatarle la tierra a su enemigo, la serpiente” Tren Tren” protegió a la gente llevándolos a las montañas y una vez que el agua se calmó, la gente pudo regresar a los valles y repoblar la tierra.
Tren Tren controla los dominios de la tierra y los volcanes y es responsable de los terremotos, se cuenta, que éste es más amigable para los humanos por lo que ayudó a las personas a trasladarse a tierras altas para escapar del tsunami causado por Cai Cai, que gobierna el océano como una serpiente marina, mitad pez, mitad serpiente.
La leyenda dice que Cai Cai gritó y en ese momento el océano se elevó, tomando a todos los seres vivos en su camino, mientras que Tren Tren levantó las montañas y la gente huyó a tierras altas.
Las cimas de las montañas o colinas de Tren tren, según se cuenta, fueron aplastados por el gran peso de la gran cantidad de personas y animales que vivieron en ellos para escapar del legendario diluvio o tsunami. Allí posteriormente se construyeron plataformas y montículos para hacer rituales.
Sobre el Pillan
El Pillan es considerado por la mitología mapuche como buenos espíritus, pero también se dice, que estos pueden llegar a causar desastres, ya que también castigan con sequías, inundaciones, terremotos o enfermedades.
Antü, es el Pillán más poderoso que gobierna a los otros Pillans, en la mitología mapuche Antu representa el sol, la luz, la sabiduría y el espíritu y se encuentra frente a la oscuridad y el mundo físico, está casada con Kueyen, quien es Wangulén o espíritu que representa la luna.
En la tradición mapuche, un hombre que sigue las leyes del Admapu también puede convertirse en Pillan después de la muerte, es por ello que los Mapuches realizan una ceremonia de ngillatun para el Pillan, para que este último otorgue beneficios a la gente y se les agradezca por sus regalos.
Los Pillan han sido descritos como espíritus que viven en el Wenumapu, el cual sería el mundo espiritual del bien y los que habitan la tierra, generalmente viven dentro de los volcanes.
Sobre el Pehuén
El Pehuén o araucaria, como también es conocido, es un árbol sagrado que los mapuches veneraban rezando a su sombra, además de que se le hacían ofrendas dejando a sus pies carne, sangre y humo, además se cuenta, que conversaban con él y le confesaban sus malas acciones, los frutos de este árbol no eran utilizados por lo que los dejaban en el piso.
La leyenda de Pehuén cuenta como hace mucho tiempo, en el sur de Argentina vivía una tribu de mapuches y estos a pesar de las inclemencias del tiempo, ya que durante el invierno, la zona permanecería cubierta de nieve, pero se cuenta que el lugar les ofreció lo que necesitaban para subsistir. Durante el verano, la tierra les permitía obtener todas las provisiones necesarias, excepto la sal, la cual provenía de muy lejos, de las minas de sal en el norte, esto siempre y cuando la nieve no cerrara las carreteras.
En una oportunidad, en vista de que la sal no llegaba, el cacique Chacayal con algunos hombres elegidos por la tribu, salieron en busca de ese material precioso y entre tanto, sus esposas e hijos se quedaron en casa trabajando mientras esperaban su regreso.
Cuando llegaron las primeras nevadas, la esposa de Chacayal se preocupó al ver que éste no había regresado, entonces, temiendo que algo le hubiera pasado, llamó a su hijo y le pidió que fuera a buscar a Chacayal. El niño preparó sus cosas y se fue inmediatamente, esto a pesar de que ya había empezado a nevar fuertemente, el mismo caminó durante días enteros hasta que se derrumbó y cayó al suelo exhausto, fue entonces cuando en la distancia distinguió a un Pehuén, este era un árbol extraño en esa ubicación.
El hijo de Chacayal reunió sus fuerzas como pudo y se levantó para caminar hacia donde estaba el Pehuén para pedirle ayuda, pero como la tradición no permitía reanudar un viaje sin dejar una ofrenda, éste se quitó los zapatos de piel de zorro hechos por su madre y los colgó de una rama; después se sintió mucho mejor y siguió caminando con más fuerza, aunque sus pies descalzos se hundían en la nieve (Ver articulo: Muelona)
No pasó mucho tiempo cuando escuchó algunas voces y descubrió a un grupo de personas acampando alrededor de una hoguera para pasar la noche detrás de una colina, éste se alegró mucho pensado que su padre estaría allí, pero era una tribu que no conocía, a pesar de esto le permitieron sentarse junto al fuego para calentarse y luego comer algo; éste se quedó dormido producto del cansancio.
Los hombres aprovecharon que éste estaba dormido para robarle todo lo que poseía y lo abandonaron después de atarle las manos y los pies, así que se quedó allí, solo, congelado e indefenso.
Cuando terminó el día, el sol que se reflejaba en la nieve comenzó a herir sus ojos, éste intentó desesperadamente liberarse de las cuerdas sin ningún éxito y pensó en su madre y a pesar de que sabía que había una gran distancia entre ellos, comenzó a gritar su nombre.
Mientras esto sucedía, la madre estaba durmiendo y tenía un sueño, en él vio a su esposo Chacayal muerto y también vio a su hijo en peligro y escuchaba la voz de su hijo llamándola, ésta se despertó angustiada y decidió cumplir de inmediato con la ley de la tribu, así que se cortó el cabello con la certeza de que su marido había muerto y salió en busca de su hijo.
El muchacho sentía como el frío penetraba su cuerpo y de repente, cuando abrió sus ojos irritados, vio al pehuén en la distancia con sus zapatos colgando de la rama y gritó desesperadamente:
¡Si tan solo pudieras convertirte en mi madre, buen árbol! Ven a salvarme niuque!
Éste se asustó mucho cuando vio cómo el Pehuén comenzó a arrancar sus raíces del suelo y vio como una por una sacó todas sus raíces y comenzó a caminar lentamente hacia él, como si sus raíces fueran piernas. Cuando se acercó al niño, extendió sus ramas sobre él para evitar el frío y sus hojas afiladas lo protegerían de los animales salvajes; luego dejó caer sus granos sobre él para que tuviera algo que comer, éste se sintió satisfecho y tranquilo hasta que se durmió.
Cuando se despertó, vio a su madre, que había reconocido su refugio por los zapatos que colgaban de la única rama del Pehuén que no se había doblado, ésta lo desató y lo abrazó cariñosamente; cuando vio la cabeza de su madre rapada, comprendió que su padre estaba muerto y que ambos llorarían amargamente por su pérdida. Luego, cuando se calmaron, agradecieron al pehuén en resignación, acariciando su tronco y la madre, en prueba de su devoción, dejó sus propios zapatos como ofrenda y así ambos regresaron a la tribu descalzos; pero el Pehuén no los abandonó, éste caminaba junto a ellos proporcionando comida y protección.
Cuando llegaron a la tribu, el árbol se detuvo y lentamente enterró sus raíces en el suelo y allí se quedó. Ambos contaron lo que había sucedido y resolvieron llamar a ese lugar “Niuque”, que significa madre en el idioma mapuche, mostrando a los Pehuén su gratitud por salvar la vida del niño.
Del Copihue como flor nacional
El Copihue es la flor nacional de Chile y fue declarada símbolo oficial del país en el año de 1977, estas flores esbeltas de color rojo aparecen en verano y duran hasta mediados de otoño, es decir, hasta marzo. Estas flores son muy raras de ver en jardines, ya que son muy difíciles de cultivar fuera de su hábitat nativo.
En torno a esta flor existen muchas leyendas, en Chile existen dos grandes grupos indígenas los cuales son, los mapuches y los pehuenchse y ambos comparten una leyenda de los Copihue que habla de la desconfianza mutua.
A lo largo de la historia, los Copihue ocuparon un lugar especial en la cultura mapuche, se dice, que el nombre de esta flor es una adaptación de Mapudungun, el idioma hablado por los mapuche; su nombre para esta flor es “kopiwe” que significa algo así como “colgando hacia abajo”. Se cuenta que para los mapuches, el Copihue representa muchos aspectos y valores, ya que es un símbolo de felicidad, de amistad y de gratitud, se les considera sagrados, hasta los guerreros veneraban a los Copihue como un emblema de coraje y libertad.
Los miembros más jóvenes de las tribus, consideraban a los Copihue como los guardianes de su amor romántico, además se usaba tradicionalmente como adorno durante las ceremonias de matrimonio.
El Nahuel y el hombre perdido
En las leyendas mapuches se hace referencia al Nahuel ,cuyo significado es hermano tigre y es que esta leyenda cuenta, como un tigre ayudó al guerrero mapuche sobreviviente de una batalla, a regresar a su pueblo y así reencontrarse con su familia.
La historia cuenta que como el guerrero mapuche en pleno ataque quedó del lado del enemigo, éste se tuvo que esconder por varios días, hasta que consideró que ya no había peligro y en ese instante decide salir y se consiguió que todos se habían ido y lo habían dejado solo, por lo que sin dudarlo un instante decide regresar a su hogar.
Este guerrero caminó día y noche hasta que vio unas pequeñas luces, el mismo por un momento pensó que eran fogatas, pero luego se percató que eran los ojos amarillos de un tigre. El guerrero sintió un miedo horrible, tanto, que comenzó a llorar, luego recordó una historia que su abuela siempre le contaba y esta decía, que antes los hombres y los animales eran amigos. (Ver articulo: Leyenda del Nahual)
Así que el guerrero le pidió al tigre que no le hiciera daño, éste se sorprendió al ver como el tigre lo vio y luego le hizo una seña con la cabeza de que lo siguiera, así siguieron caminando hasta que oscureció; el tigre consiguió un refugio para el hombre y se acostó afuera vigilando. Se cuenta que el tigre también cazó para el hombre y ambos comieron, estos se hicieron amigos, tanto, que el tigre ya se dejaba acariciar por el guerrero.
Una tarde luego de mucho caminar, estos se acercaron a la cordillera, allí el guerrero sintió que el viento traía el olor de las fogatas, esa noche durmieron en el lugar y a la mañana siguiente cuando el guerrero despertó no vio al tigre, éste lo buscó por todos lados pero no lo encontró, así que gritando al viento dijo “Gracias Nahuel” y así continuó su camino muy feliz hacia donde estaba su familia.
Conoce la leyenda del Copihue
Son muchas las leyendas que se dan en torno a la flor de copihue, hay una muy conocida por los mapuche que habla de la desconfianza mutua y es que esta leyenda cuenta, que en un tiempo existió una princesa mapuche llamada Hues y un príncipe pehuenche llamado Copih, que se enamoraron a pesar de una guerra entre sus respectivas tribus.
Cuando las tribus se enteraron de que ambos estaban enamorados, les prohibieron verse, pero estos ignoraron a sus padres y se encontraron al lado de un lago, pero los padres de los jóvenes fueron a buscarlos y el padre de Hues se lanzó sobre Copih y lo mató con una herida en su corazón, lo que llevó al padre de Copih a matar a Hues también.
Al año siguiente, ambas tribus se reunieron en el lago para llorar el destino de Hues y Copih y descubrieron una hermosa flor nueva con pétalos de color rojo sangre, a la cual bautizaron con la unión de los nombres de los enamorados, dando como resultado: Copihue.
La creación del mundo
Muchas de las culturas indígenas que existen han tratado de explicar la creación del mundo de una forma que sea mas comprensible, para los mapuches, el mundo fue creado por el Dios llamado Ngenechén y esto lo dicen basado en que éste fue el que creó al primer hombre llamado Lituche, cuya traducción sería hombre del comienzo.
Ngenechén mandó a Lituche solo a la tierra, pero éste se sentía muy solo, por lo que aquel decidió crearle un acompañante, por lo que tomó una estrella y la moldeó creando así a Domo (Mujer). Inicialmente estos no sabían como actuar, pero luego se dieron cuenta que su destino era estar juntos y es así como estos posteriormente tienen descendencia y sus hijos se fueron multiplicando y aprendieron que su mejor alimento provenía del pewén.
Cuando Domo y Lituche construían su hogar, el cielo se pobló de nuevos espíritus llamados cherrüfes, los cuales eran muy temidos por las personas y es que se dice, que todavía en la actualidad, el pueblo mapuche debe respetar la naturaleza y estos siempre acuden al cielo en busca de la protección de su creador.
Existen algunas otras variantes a la leyenda de la creación, hay algunas que cuentan, que en la tierra no había nada, por lo que en un momento un poderoso espíritu decidió que la tierra necesitaba mas cosas, así que tomó a espíritus de menos poder y los aplastó hasta que se rebelaron, esto hizo que se transformaran en montañas y volcanes, al ver la belleza de la tierra éste decidió tomar a uno de sus hijos y convertirlo para que el mismo habitara la tierra.
Según cuenta la leyenda, el Poderoso tomó una estrella y pudo convertirla en una mujer, éste le explicó a la mujer que su función era el de acompañar al hombre.
¿Cuáles hablan sobre el agua?
Los mapuches tienen una cosmovisión que les hace ver a la naturaleza como algo que tiene vida y esto no sólo lo pensaban ellos, sino la mayorías de los pueblos indígenas, estos creen en la existencia de fuerzas, guardianes, protectores o propietarios de la naturaleza que están a cargo del cuidado de la misma, la protección y preservación de los diferentes recursos naturales. Los mapuches perciben el agua y los lagos o lagunas como entidades vivientes, con un alma y una fuerza específica, es por ello que deben respetarse, no deben molestarse y debe solicitarse permiso si se desea ingresar. (Ver articulo: Cosmovisión amazónica)
Son muchas las leyendas mapuches que mencionan al agua y es que además de las serpientes del mito del origen Cai Cai y Tren Tren, son muchas otras las leyendas tradicionales que cuentan, acerca de animales mitológicos que por lo general habitan el agua, como por ejemplo podemos nombrar a Ngürüfilu, esta leyenda habla de la culebra y un zorro, ambos acuáticos; además podemos mencionar a la culebra negra de agua Kurufilu; el gato con cabeza de culebra marina Ñarkifilu; el cerdo culebra llamado Cuchivilo, Trillkefilo o Hueke y muchos otros que se relacionan con el agua.
Leyenda de Neuquen
Una de las leyendas mapuches más conocidas es la de Neuquén y Limay, ambos eran hijos de caciques, uno tenía su toldo al norte y otro lo tenía al sur. Se cuenta que un día ambos escucharon una canción muy dulce que provenía de las orillas del lago, ambos intrigados por la bella voz se dirigieron hasta el lago y allí consiguieron a una muy bella joven mapuche, la bella joven se llamaba Raihué.
Se cuenta que ambos se enamoraron de Raihué, tanto que ambos sintieron que esto podía romper con la amistad de años que los unía, y es que lo cierto, es que con el pasar de los días el distanciamiento fue cada vez mayor, preocupados por esta situación, sus padres consultaron a una machi, quien les explicó la causa de la enemistad de sus hijos. (Ver articulo: Leyenda de la Dama Tapada)
Estos entonces decidieron que lo correcto sería realizar una prueba por lo que le preguntaron a Raihué que era lo que ella más desearía tener, a lo que ésta contestó “Una caracola para escuchar en ella el sonido del mar”, entonces se pactó que “El primero que llegue hasta el mar y regrese con el pedido, tendrá como premio el amor de Raihué”.
Consultados los dioses, convirtieron a los dos jóvenes en ríos y empezaron el largo camino hacia el océano, se cuenta que el espíritu del viento se molestó porque no lo habían tomado en cuenta, así que se dejó llevar por los celos y fue hasta donde estaba la joven y le dijo: -“¡Neuquén y Limay jamás volverán!”
Se cuenta que la duda quedó sembrada en el corazón de Raihué que poco a poco se fue marchitando de angustia y dolor con estos pensamientos. Al ver pasar el tiempo sin que sus amados regresaran, entonces se dirigió a la orilla del lago donde había conocido el amor y extendiendo sus brazos ofreció su vida a su dios Nguenechén a cambio de la salvación de los jóvenes.
Dios escuchó su oración y la convirtió en un frondoso árbol, cuyas raíces fueron penetrando en la húmeda tierra y elevando su frondosa copa hacia el cielo, cuando el viento vio lo que estaba pasando, fue a contarle a los jóvenes lo que había sucedido. Se cuenta que el viento sopló con tanta fuerza que desvió el curso de los ríos hasta juntarlos para darles la noticia a los dos al mismo tiempo y así poder gozar con su dolor.
Los jóvenes, cuando se enteraron de lo que le había pasado a su amada Raihué por su causa, se olvidaron del odio que sentían el uno por el otro y se abrazaron estrechamente, ambos se vistieron de luto por su amada. Se dice que estas aguas permanecieron así unidas y siguieron su camino hacia el mar, dando origen al Río Negro.
Leyendas mapuches adaptadas para niños
Las leyendas mapuches se han adaptado para que sean contadas a los mas pequeños de la casa, se hace esta adaptación con la finalidad de que las leyendas mapuches no desaparezcan y que de esta forma se encuentre presente en cada uno de los chilenos que día a día le relatan a sus hijos estas historias. Una de las mas populares leyendas mapuches es la de Cai cai y Tren tren, pero también hay muchas otras, como la del campesino que cuenta que todos los días este se encomendaba a Dios.
La historia cuenta, que muy temprano en la madrugada salía de su casa el campesino, que ya tenía a los animales adiestrados y estos por lo general acostumbraban a esperarlo para dar inicio a una nueva jornada de trabajo. Hasta que un día cuando llegó el invierno, uno de los campesinos se enfermó y llamó a tres machis para que lo curaran, estos le prepararon remedios como el natri, el canelo, coscoipo y el romero, lo cual hizo que el campesino se mejorara; al sentirse mejor, los campesinos siguieron sembrando sus tierras sin descansar. Un día, estos estaban trabajando bajo la lluvia fuerte y unos visitantes que estaban pasando por allí se sorprendieron, ya que estos pensaban que los mapuches no eran trabajadores, pero en ese momento se dieron cuenta que eso no era así y comentaron “que el campesino con viento, sol, frío y lluvia siempre trabaja para vivir un mañana mejor”.
También te invitamos a ver estas imágenes
Actualizado el 6 mayo, 2024