Los Toltecas eran un pueblo guerrero que habitaban en México, su religión se caracterizaba por ser politeísta. A través de la religión buscaban la protección y el bienestar en la vida diaria, en contra de sus enemigos, para ganar sus batallas y poder unirse con sus ancestros luego del paso del tiempo. Fueron antecesores de la gran civilización Azteca, que mantuvo algunas de sus tradiciones, mitos y leyendas.

Religión Tolteca

Las creencias de la religión Tolteca tenía particularidades muy especiales, sus factores y elementos la hacían solida y estaba totalmente arraigada en sus pobladores y creyentes de otras civilizaciones. Era una civilización de doble creencia, ya que para algunos el regente máximo estaba relacionado con la vida y el bien y para otros pobladores estaban bajo el ampado del Dios del mal y la muerte.

Además esta antigua civilización le rendía culto a las deidades que representaban un beneficio obtenido de la naturaleza, como ser los dioses de la lluvia, la tierra, el cielo, el viento, la luna y el sol. Cada uno de estos dioses tenía sus propios rasgos y rituales para rendirle culto. Algunas ceremonias eran consideradas barbáricas por realizar sacrificios humanos para complacer a los dioses y agradecer los favores concedidos.

Cuando llegaron a evangelizar las tierras los pobladores no cambiaron de opinión fácilmente ya que sus creencias estaban muy arraigadas en el pueblo y en sus vidas.

Dioses Toltecas

En la religión Tolteca encontramos muchas representaciones de Deidades que son tan diferentes entre sí, en cuanto al poder que tienen y a los favores que pueden conceder.

Aunque de entre todo este panteón de Dioses, existen dos que son considerados como principales, ellos son Quetzatcóatl y Tezcatlipoca.

Quetzalcóatl

El Dios Quetzatcóatl fue adorado en la religión Tolteca desde el siglo I d.C. Quetzatcóatl en el dialecto Náhuatl significa “Serpiente emplumada”, (quetzali es el equivalente a pluma y coatl se puede traducir como serpiente).

Desde el inicio de esta religión, la serpiente emplumada gobernó todos los periodos pre clásico y en el comienzo del periodo clásico de las culturas mesoamericanas, extendiéndose hasta el período clásico tardío en el año 900 d.C.

Quetzatcóatl es considerado una de las deidades más importantes que existen dentro de la religión Tolteca y muchas otras culturas también lo consideran como tal. Sus atributos más importantes son: dador de la vida, la luz, la fertilidad, el conocimiento divino, el señor de los vientos y el regidor del oeste.

El Dios también está asociado con el color blanco y el planeta Venus. Uno de sus apodos era “gemelo precioso” de la conocida estrella, ya que era considerado hermano del lucero que adornaba el firmamento en dos ocasiones durante el día, por la mañana como estrella matutina y por la tarde se lo podía apreciar junto a la luna.

Llevaba alrededor de su cuello el “Pero del Viento” que era una joya del viento espiral realizado con una concha. Es un Talismán utilizado por chamanes y líderes religiosos por ser significativamente mágico. Consistía en una concha cortada de manera transversal en forma de talismán. Dentro de la cultura Tolteca esta joya representaba los poderosos patrones circulares de los huracanes, que por su enorme fuerza eran tomados como símbolo de poder dentro del pueblo. Estos Talismanes fueron hallados en las investigaciones arqueológicas y también aparecían en los Códices como dibujos alusivos a Quetzatcóatl y al Dios Xólotl.

Su imagen de serpiente emplumada representa la dualidad de los seres humanos, entre alma y cuerpo. La serpiente simboliza el cuerpo físico, con sus necesidades y limitaciones y las plumas representan la parte espiritual. Los Toltecas tenían la idea de que todo lo que existe en el universo tiene su naturaleza que podía ser buena o mala, de hecho, los Toltecas creían que Quetzatcóatl tenía esta condición de dualidad existencial, lo cual queda en evidencia porque tiene el poder de crear en el mundo, pero también el de destruir.

En la obra Huehuetlahtolli que en lengua antigua significa “antiguas palabras” han sido publicados interesantes fragmentos que se supone que provienen del propio Dios Quetzatcóatl.

Tezcatlipoca

El dios Tezcatlipoca representa todo lo contrario a las cualidades de Quetzatcóatl, la oscuridad, los conflictos, la guerra y la tiranía. Uno de sus apodos más conocidos es “espejo negro” o “espejo ahumado” por su capacidad de distorsionar y engañar para atraer hacia el lado del mal. Estas representaciones simbolizan la dualidad que existía en las creencias Toltecas, donde en el Universo debe existir el bien y la parte maligna para que todo pueda funcionar.

La iconografía prehispánica que representa a Tezcatlipoca se caracteriza por una máscara negra la cual cubre su cara y que simboliza el fuego y la muerte, en la mano se le observa un espejo humeante. El color que representa este dios es el negro.

Para la religión de los Toltecas, Tezcatlipoca representa la fuerza interna de la madre tierra, llamado también el ‘Sol Nocturno’ tiene como emblema un cuchillo de obsidiana, un material obtenido del suelo volcánico que usualmente es de color verde muy oscuro o completamente negro, muy cortante, que se cree tiene una simbología de que en la vida las palabras hirientes desarmonizan el entorno y cuando no se tienen una comunicación adecuada se puede crear peligro, confrontación y caos.

Tezcatlipoca es el señor del lado norte del universo ancestral, es identificado y relacionado con Mictlán, en la llamada región de reposo en el sendero de los muertos denominado Mictlampa, el cual es un lugar oscuro y pacífico, donde desde la tierna quietud y descanso eterno, nuestros antepasados, quienes forjaron las tradiciones culturales, dan su orientación, consejo y guía para ayudar a los que recién han muerto a trascender de la vida a su paso a la eternidad.

Desde la oscuridad, resalta a pesar de su color negro, sosteniendo el cuchillo ancestral llamado Técpatl, con la presencia del Oscuro espejo en su esplendor; reinando en la región árida por donde soplan los vientos más fríos.

Tezcatlipoca tiene la habilidad de conocer los pensamientos y los sentimientos de las personas a quien observa, además de que puede estar en muchos lugares a la vez, es el gran guerrero del norte que se manifiesta desde el cielo nocturno por lo cual es llamado ‘noche y viento’, ‘el que piensa y rige por su propia voluntad’.

Una de las características únicas de Tezcatlipoca es la de manipular la oscuridad, la noche y la tentación, además de poseer la eterna juventud, al ser invisible, omnipresente y misterioso, se le atribuye la denominación de yáotl que significa ‘el enemigo’.

Si quieres saber más acerca del atrapante pueblo Tolteca te recomendamos visitar nuestro artículo Todo sobre la cultura Tolteca.

 

Actualizado el 28 junio, 2024