En principio, para establecer la historia que gira en torno a Hades, el cual es una figura importante en la mitología griega es necesario establecer quién es y de dónde viene este Dios, guardián y señor del Inframundo y el mundo de los muertos.
¿Qué clase de Dios es Hades?
Su nombre significa “el invisible”, aunque quienes lo llamaban de esa manera eran penados por su furia. Se trata de un Dios Olímpico que custodia el mundo de los muertos como su máxima autoridad, cuida que sus almas se mantengan en su reino y más nunca vuelvan a la superficie, sometiéndolos a torturas y dolor (ver artículo: Dione).a
Asimismo, se le relaciona como Dios de las riquezas, pues, debido a su proximidad con la tierra tiene acceso a todo tipo de piedras preciosas de manera inagotable.
¿Cuál es su nombre romano?
Como bien se sabe, el Imperio Romano al conquistar Grecia adoptó también su manera de percibir a los dioses pero atribuyéndole distintos nombres a los que la cultura helenística solía hacer. En este caso, el nombre que recibía el Dios de los muertos y el Inframundo era “Plutón”, hijo de Saturno y Ops, dioses de la cosecha y fertilidad respectivamente.
No obstante, Plutón se diferencia de Hades en la mitología romana puesto que no era relacionado con ningún tipo de riquezas, para ello se hablaba del dios Pluto que representaba la abundancia mineral y agraria. Al igual que el anterior, residía en el Tártaro, el cual es descrito en esta ocasión como un pozo donde los pecadores pagarían por sus actos, encerrados durante la eternidad junto a gigantes y titanes, rodeados de altos muros para que no pudieran escapar.
Historia en la mitología griega
Este Dios bajo tierra como suelen llamarle es primogénito varón de Cronos y Rea, los cuales formaron parte de la primera generación de titanes creada por Urano y Gea, deidades que representaban el cielo y la tierra. La historia parte de los eventos desafortunados en la vida de Cronos, quien destronó a su padre Urano con una hoz de pedernal puesto que mantenía a sus hermanos cautivos en el seno de su madre.
Dicho esto, el Dios del cielo profetizó que los titanes pronto serían castigados por sus acciones, liberando así a sus hermanos gigantes y tomando el liderazgo de la edad dorada (que debe su nombre por el prevalecimiento de la moralidad y lo correcto), en la cual trajo al mundo junto a su esposa, Rea, hijos que a su vez se convirtieron en dioses: Hades, Poseidón, Deméter, Hestia y Hera. Sin embargo, el temor más grande de Cronos era ser derrocado de la misma manera que él había hecho con su padre, por uno de sus hijos. Es por ello que los engulle para evitarlo.
No obstante, cuando Rea estaba en la espera de su sexto hijo que pronto llamarían Zeus, tuvo la idea de dar a luz al pequeño Dios en secreto y mantenerlo a salvo en la isla de Creta para acabar con los planes de su amante. Luego de esto, le da una piedra a Cronos para que la engulla en lugar de su nuevo hijo, quien lo hace despreocupadamente y sin darse cuenta de lo que estaba haciendo en realidad, creyendo fielmente que se trataba de su recién nacido.
Según varias versiones, Rea mantuvo a su hijo oculto en las isla al cuidado de distintas criaturas que se encargaban de alimentarlo adecuadamente, le mostraban el reino en el cual su padre gobernaba y hasta preparaban cantos y danzas para encubrir los llantos del niño de su padre y cualquier otro que quisiera dañarle. Años después, una vez Zeus hubo madurado lo suficiente, utilizó un veneno proporcionado por Gea (quien era su abuela) para así emprender un viaje hasta Cronos y hacerlo pagar por lo que hizo con sus hermanos.
Cuando se encontró con su padre, le dio de beber de aquella dañina sustancia para que así devolviera los seres que había engullido exactamente en el orden que aplicó para tragárselos pero de manera inversa. Por consiguiente, logró liberarlos y decidió soltar a los hecatónquiros, descritos como gigantes con cien brazos y cincuenta cabezas, y también a los cíclopes, los cuales fueron creados por Urano y Gea cuando se unieron para dar vida a los titanes pero posteriormente encerrados por Cronos en Tártaro debido al miedo que les tenía.
En este orden de ideas, Tártaro era conocido según la mitología como un abismo que se prestaba como prisión de eterno sufrimiento para los titanes, por lo que una vez liberados por Zeus éste les pide forjar distintas armas de poder que identificarían a los nuevos dioses que reinarían en la tierra: rayos para él, un casco de invisibilidad para Hades y finalmente un tridente destinado a Poseidón, por ser éstos los hijos y guerreros varones. Estos artefactos pronto los utilizarían para librar una serie de batallas para acabar con su padre, Cronos.
Asimismo, estas se prolongaron por un período de diez años llamándose la “Titanomaquia”, basándose en el enfrentamiento entre las deidades titánicas lideradas por Cronos y sus aliados, y olímpicas encabezadas por Zeus, sus hermanos y las criaturas liberadas por él. El bando conformado por los dioses que reinarían en el Olimpo fue claramente vencedor, en el cual se repartieron la victoria sobre el mundo en tres partes: Zeus gobernaría en el cielo, Poseidón en los mares y Hades en el Inframundo, en el cual encerrarían posteriormente a los titanes derrotados.
Características resaltantes
Aunque sea difícil de creer, Hades fue considerado como un Dios justo y compasivo dependiendo de la ocasión, sin embargo debido a su actitud fiera era muy temido por el resto de los dioses, por lo que evitaban nombrarlo para evitar catastróficas desdichas.
Asimismo, su papel en el inframundo no era completamente despiadado, a pesar de ser severo se dedicaba a aconsejar a las almas en tránsito entre la vida y la muerte. Las ayudaba a cumplir su camino haciendo un examen de autoconcepción para que reconocieran sinceramente quienes eran, llevándolos a cumplir una nueva etapa que sería eterna y sin retorno a la superficie. Generalmente no tenía contacto directo con las almas en pena, de eso se encargaban otros seres bajo su dominio aunque habían algunas excepciones, al igual que viajes a la superficie.
No obstante, no era ciertamente un marido fiel. Como bien se expuso antes, Zeus mandó a confeccionarle un casco de invisibilidad, por lo que lo utilizaba para pasar desapercibido en sus viajes a la tierra de los vivos, lugar en donde tenía aventuras con numerosas mortales y otras diosas, lo que provocaba infinitos reclamos de su esposa, Perséfone, y Hera, la esposa de su hermano en el Olimpo.
Asimismo, se le podría describir como un ser determinado y persistente, contaba con riquezas en piedras preciosas debido a la proximidad de su reino al centro de la tierra. Un dato importante a resaltar es que además de ser un Dios y además hermano del gobernante del Olimpo (Zeus), no es considerado como uno más de los celestiales y brillantes del cielo debido a sus deberes como guardián del infierno y los muertos que allí residen, lugar donde impera el sufrimiento y la oscuridad. Todo lo contrario a la luz.
Símbolos y atributos
En este orden de ideas, el símbolo más emblemático de Hades es el Cetro de Dos Puntas o Cuerno de la Abundancia que representa las riquezas que disponía. De igual manera, es identificado muchas veces junto a un feroz perro gigante de tres cabezas, al cual denominan Cerbero y un carro oscuro halado por cuatro caballos negros. Otro factor importante es su apariencia, la cual es muy parecida a la de Zeus: cabellos ásperos y larga barba.
En algunas imágenes aparece junto a un gallo, lo cual tiende a representar el sacrificio que se hacía para las divinidades ctónicas, quienes eran las opuestas a las deidades celestiales. Por no mencionar el casco que le proporcionaba la habilidad de volverse invisible, el cual prestó en algunas ocasiones a semidioses y mortales para cumplir con sus cometidos.
El Dios entre los muertos solía sentarse en un trono de ébanos; se le relaciona constantemente desde atributos como huesos, calaveras, plantas como el ciprés, la menta, álamo y narciso, hasta animales como serpientes, perros y lobos debido a su letalidad. Se encuentra frecuentemente acompañado por figuras vengativas femeninas (Erinias), mujeres aladas con aspecto desagradable que se encargaban de cumplir las órdenes de Hades (Harpías) y Caronte, el barquero del sombrío Dios, quien guiaba por el río Aqueronte a las almas que ingresarían al Inframundo.
Culto a Hades
En vista que Hades representaba a la muerte y todo lo contrario a la luz, no era venerado por las masas a excepción de unos pocos para pequeños rituales destinados a pedirle favores especiales, actos en los cuales se dedicaban a sacrificar a animales que tuvieran un color distinto que al resto de su especie (como ovejas y cabras negras) en lugares que eran considerados como fronteras entre el mundo de los vivos y muertos.
De hecho, también utilizaban artefactos de plomo para llevar a cabo maldiciones y conjuros dañinos puesto que este metal estaba estrechamente relacionado con los minerales preciosos que se encuentran en la morada de Hades. No obstante, para la mayoría el simple hecho de pronunciar su nombre era algo intolerable, por lo que se buscaron alternativas para referirse a él, tal como: “el rico”, “célebre” o “buen consejero”. Según varias creencias, los mortales que hacían sacrificios a Hades debían golpear el piso con las manos para apaciguarlo.
Escultura a su nombre
En este orden de ideas, es importante señalar que esta clase de esculturas tardaron siglos en aparecer, pues en la Edad Media las religiones paganas y cualquier creencia que fuera distinta a las previamente establecidas estaban prohibidas, y se penaba con la muerte a las personas que practicaran este tipo de costumbres del ser. Es por ello que no es hasta luego de mil años con la aparición de la era Renacentista cuando se regresa al estudio de las creencias del hombre, se tienen a normalizar hasta verse reflejadas en diferentes obras de arte que tuvieron gran impacto.
Dicho esto, son pocos los casos en que las criaturas y Dios del Inframundo son representados de forma artística junto a sus símbolos y atributos. No obstante, las más representativas de Hades son en las que se muestra el rapto a Perséfone (en la mitología romana Proserpina) tanto en volumen como en pinturas y mosaicos.Es más, Caronte es plasmado en pinturas en varias ocasiones, pero nunca junto al señor de los muertos; en distintas obras es representado como una figura esbelta remando una embarcación en un entorno frío y oscuro.
Un ejemplo de este tipo de arte es la escultura realizada en la época del barroco, en la cual Gian Lorenzo Bernini en 1622 tituló su obra como “El Rapto de Proserpina”, en el cual representa claramente el momento en el cual el soberano del infierno toma por la fuerza a Perséfone para llevarla a sus aposentos, la cual se encuentra llorando; a un lado de ambos se encuentra el can vigilante de las puertas del Inframundo, Cerbero, ladrando expresivamente.
El Inframundo de Hades
Es importante destacar que el reino de los muertos fue elegido para él, mas no por él. Este se trataba de un lugar sombrío, siniestro, triste y lleno de sufrimiento, en donde iban a parar las almas que habían abandonado la vida en la tierra. Esta se componía de tres grandes reinos: La Casa de Hades, las Islas Elíseas y los Campos Elíseos.
Es importante resaltar que el dios de la muerte era llamado Tánatos y Hades sólo gobernaba sobre ellos, es decir, no se encargaba de tomar las vidas que debían transportarse al Inframundo. Asimismo, Tánatos tenía un hermano gemelo, Hipnos, el cual era el dios del sueño y junto a su hermano arrastraban las vidas de mortales, criaturas y dioses a través del sueño para así transportarlas al Infierno griego; posteriormente a esto se procedía con el proceso de ingreso y juicio de las almas. (ver artículos: Hipnos)
Dicho esto, el proceso de juicio a las almas para seleccionarlas y dirigirlas a sus destinos se realizaba en el palacio, donde los jueces eran Eaco, Minos y Radamantis, representantes de la justicia severa y su lugar en el Inframundo se debía a su sabiduría y equidad al momento de ejercer las leyes. Así pues, los tres caminos que las almas tomarían dependían de si eran mediocres (irían a la llanura de Asfódelos), afortunados (Campos Elíseos) o inmorales, tiranos y delincuentes (fosa de Tártaro).
Los dominios de Hades comprendían a su vez varias localidades, el más grande eran los Prados Asfódelos, que a su vez componían: el primero (llamado Érebo) trataba de una antesala a la cual ingresaban las almas que dejarían el mundo de los vivos, los cuales debían cruzar el río Estigia (uno de los cinco ríos del Inframundo, del cual su agua era mortal al gusto) por medio de la embarcación de Caronte, quien los guiaba a través de él recibiendo como pago las monedas que los mortales solían poner a los difuntos en sus ojos luego de morir.
En segundo lugar, el Tártaro era un pozo gigante, rodeado de altos muros resguardados por criaturas desagradables y violentas que evitan que algún alma escape para dirigirse a la superficie. Este lugar era el destino seguro de los mortales que se comportaron inmoralmente durante sus vidas, además de bestias y titanes enemigos de Zeus; más allá de un pozo, era un abismo infinito de sufrimiento, torturas y dolor. Como bien se supervisaba que nadie saliera al Hades, también debían asegurarse de que nadie entrara salvo algunas excepciones.
Por otro lado, las Islas Elíseas (o Islas de los Bienaventurados) eran espacios totalmente contrarios a lo anteriormente descrito, era el lugar destinado a las almas que habían obrado bien durante su vida, siguiendo siempre los pasos de la honestidad y el bien; allí descansan héroes como Aquiles y Peleo. Cabe acotar que Zeus nombró a su padre, Cronos, guardián de esos campos luego de haber cumplido una larga condena en el Tártaro.
En último lugar, los Campos Elíseos se encuentran gobernados por Radamanto, un semidiós hijo de Zeus, allí iban a parar los muertos más virtuosos, los cuales se dedicaron a “misterios antiguos” como la enseñanza mediante la experiencia. A diferencia de las demás áreas, los habitantes tenían la posibilidad de volver a la superficie, pero no muchos recurrían a esa opción.
Es importante resaltar que el dios de la muerte era llamado Tánatos y Hades sólo gobernaba sobre ellos, es decir, no se encargaba de tomar las vidas que debían transportarse al Inframundo. Asimismo, Tánatos tenía un hermano gemelo, Hipnos, el cual era el dios del sueño y junto a su hermano arrastraban las vidas de mortales, criaturas y dioses a través del sueño para así transportarlas al Infierno griego.
¿Quién era Cerbero para Hades?
Su nombre significa “el guardián del pozo” y se le describe como un perro gigante de tres cabezas y apariencia monstruosa, cabezas de serpientes en su dorso y cola de esta misma naturaleza. Su madre era Equidna, una ninfa de torso de mujer y cuerpo de serpiente y su padre el último hijo de la divinidad de la tierra: Tifón, relacionado frecuentemente con huracanes. Asimismo, este par trajo al mundo numerosas criaturas igual de monstruosas que Cerbero pero Zeus les perdonó la vida para que sirvieran de obstáculo a los héroes que pisarían el mundo.
Para Hades, Cerbero era el guardián de las puertas del infierno, lo mantenía allí encadenado para que se encontrara con las almas que cruzaron el río Estigia y les esperaba la entrada al Inframundo y un futuro juicio que determinaría su destino y por otro lado, debía resguardar que ninguno de éstos saliera o entrara a él. Sin embargo, existen algunas excepciones como las constantes visitas de Hermes, el mensajero del Olimpo, y misiones de héroes que requerían de favores o luchas allí abajo. (ver artículo: Cancerbero)
¿Cuál era la relación entre Zeus, Poseidón y Hades?
Luego de la derrota de Cronos en la Titanomaquía, los hermanos procedieron a repartirse el cosmos entre cielo, mar e infierno, no obstante, su relación es mucho más compleja que eso. Pues, sus padres Cronos y Rea también eran hermanos.
Una vez que los tres empezaron a reinar sobre el mundo, Zeus conquistó a muchas doncellas hasta encontrar a la mujer indicada: Hera, quien era su hermana. Posterior a esto se convirtió en la legítima esposa del Dios de dioses y reinó junto a él en el Olimpo, caracterizándola siempre su naturaleza violenta, vengativa y celosa sobre la descendencia de su marido, quien era un ser promiscuo. A su vez, esta unión entre Zeus y Hera convierten a Poseidón y Hades en sus cuñados.
Por otro lado, Zeus también se unió a su hermana mayor, Deméter, quien era reconocida como la diosa de la agricultura y de ella nació su hija Perséfone, una doncella inocente que resultó ser un tiempo después la cónyugue del señor de las sombras, Hades. Una vez más, la relación entre Zeus y Hades además de primos, hermanos y cuñados, también eran yerno-suegro.
Asimismo Poseidón no se quedó lejos, pues se casó con Anfítrite, la diosa del mar tranquilo e hija de los titanes Urano y Gea; esta relación la convertía en hermana de Cronos, es decir, tía de los tres dioses Olímpicos. Por lo que sí, la relación entre ellos era mucho más problemática que un simple lazo de sangre.
Relación entre Hades y Perséfone
En este caso, es importante aclarar que Deméter (madre de Perséfone y hermana de Hades) mantenía a su hija fuera del alcance de los dioses, por lo que llevaba una vida tranquila alejada del Olímpo y siempre cerca; además, Hades se encontraba perdidamente enamorado de la pequeña. (ver artículo: Perséfone)
Un tiempo después, Perséfone se encontraba en los campos de Nisa recogiendo flores junto a unas ninfas, donde repentinamente Hades aparece emergiendo del suelo, la rapta y la lleva a sus aposentos en el Inframundo, convirtiéndola así en su esposa y diosa del Inframundo sin su consentimiento. Luego, cuando Deméter se entera de la noticia un gran vacío se apodera de ella, buscaba desconsolada por todas partes a su hija sin saber cómo recuperarla y lanzó una maldición sobre la tierra que provocó una gran hambruna; no surgían alimentos de la tierra.
Por consiguiente, Zeus no soportó la agonía por la que pasaba la tierra y llamó a Hades para que devolviera a su hija al mundo de los vivos. Sin embargo, cuenta la mitología que quien comiera un bocado de frutas de granada en el Inframundo, debía volver obligatoriamente a él por cada semilla que ingestó, por lo que Hades la engaña para que tome unos seis bocados antes de emprender su viaje a la superficie.
Asimismo, cada vez que Perséfone volvía a la tierra por un acuerdo entre las dos partes en el cual se establecía que pasaría seis meses del año en la superficie y el resto junto a su esposo, la naturaleza florecía y se extendía por todos lados, pero la sequía volvía cuando ella se marchaba del lado de su madre. Hasta el día de hoy, nunca se logró saber si la muchacha tomó las semillas de granada a propósito o bajo un engaño. Dicho esto, Hades nunca engedró vida junto a Perséfone, pues se alegaba que la muerte nunca podría concebir vida.
Relación con Proserpina
En esta ocasión, Proserpina es el equivalente a Perséfone en la mitología romana, siendo ésta la hija de Júpiter y Ceres (Zeus y Deméter respectivmente). Asimismo, la historia sobre el rapto llevado a cabo por Plutón (Hades) es dado como la explicación sobre el cambio de estaciones y el ciclo de la primavera.
El mito cuenta que el rapto tuvo lugar gracias a la intervención de Venus, la diosa del amor (y Afrodita en la mitología griega), quien envió a Cupido al Infierno a flechar a Júpiter para que se enamorara de Proserpina debido a que consideraba que éste se encontraba muy solo al cuidado de las almas en pena.
El origen de la primavera se explica debido a la misma historia griega, la joven diosa pasaría seis meses en la tierra y seis meses en el Inframundo, por lo que las flores se abrían con su llegada al lado de su madre y de igual manera pierde su fronda cuando se marcha al Infierno junto a Plutón con el otoño.
Rivalidad entre Atenea y Hades
En principio, Atenea es la diosa de la sabiduría, la estrategia y la civilización, por lo que su presencia se extendía por la tierra, considerada como la guardiana de Atenas y las regiones Áticas, además, era la sobrina de Hades por ser hija de Zeus. Sin embargo, debido a que Hades reinaba en el Inframundo y no poseía mucho contacto con los dioses del Olimpo, nunca tuvo la oportunidad de armar una relación con Atenea.
Sin embargo, su tío Poseidón si tuvo una relación hostil con ella, ya que se quería hacer con los territorios de Ática para reinar sobre ellos además del mar. Pues bien, cuando los griegos comenzaron a vivir en Atenas debía designarse un protector de la ciudad y las deidades debían ganarse el voto de los mortales. Zeus intervino en el enfrentamiento entre ambos y Atenea resultó vistoriosa.
Concepción de Hades en la actualidad
Ahora bien, este personaje ha hecho apariciones importantes como antagonista en películas como Furia de Titanes y la animación de Disney sobre Hércules, donde se le describe como un obstinado dios con aires de superioridad y enemigo del Olimpo.
Película Furia de Titanes
Como hermano de Zeus, siempre tuvo una constante rivalidad ante él y decidió que la única manera de lograr que su poder prevaleciera, era liberando a uno de sus enemigos mortales del Inframundo: su propio padre, Cronos. Harto de tantos años bajo la hegemonía de su hermano, realiza un pacto con el dios de la guerra, Ares, para capturar a Zeus y transferir su poder al titán que alguna vez trató de engullirlo.
Hércules: Hades en Disney
En este caso por ser una película animada, representan a Hades como un personaje cómico pero también perverso y despiadado. Al igual que en Furia de Titanes, ansía ser el Dios de dioses, envidia a su hermano Zeus, por lo que Hades libera a los titanes cuando logra derrotar parcialmente a Hércules, semidiós e hijo del dios del cielo, para tomar el Olimpo por la fuerza y aclamarse como Dios del universo.
Asimismo, hay apariciones de otros personajes propios del Inframundo, como Cerbero y Caronte, además de la alusión a la embarcación destinada a cruzar el río Estigia.
Actualizado el 6 mayo, 2024