La mitología argentina consta de un grupo de creencias que se han transmitido en el transcurso del tiempo, originalmente las que se mantienen son de origen indígena, por lo que eran transmitidas de forma oral, durante muchos años. Con la llegada de los europeos no se desarrollaron tantas historias como las indígenas.Es común encontrar que estos seres mitológicos hayan abordado la cultura urbana que se encuentra en Argentina. Sin embargo, también se podrá notar desinterés por parte de los citadinos respecto a esas historias que son parte de la cultura argentina y que se ha transmitido de generación en generación.
Las representaciones de estas figuras forman parte de la tradición argentina dentro de las creencias Quichua y el gaucho. La agrupación de estos relatos, usualmente producen terror, son usados como método de seguridad, porque ocasionan miedo y los creyentes no cometerían delitos a raíz de su temor por estos seres.
Personajes de la mitología argentina
Te contaremos algunos de los seres que figuran en la mitología argentina, en la actualidad no se deben tomar como símbolo de miedo, se deberían considerar como parte de la identidad de los argentinos y hay que respetar la tradición como seres mágicos, en vez de sentir temor.
Alma mula
La tradición mitológica argentina, habla de una mujer deshonesta por haber tenido relaciones con su hermano y su padre, la tradición cuenta que también llegó a tener relaciones con el sacerdote de la comunidad, en ninguna circunstancia llegó a tener remordimiento por sus actos.
Como sanción de sus hechos se transformó en mula que deambula en las noches, quien se tope con ella puede morir, ya que ella puede matar con sus patas con facilidad por la fortaleza que posee.(Ver artículo: Pomba Gira)
Aparentemente se puede encontrar en los montes en los días lluviosos cerca de los pueblos. Aquellos que la lleguen a escuchar se percatarán de la pena que vive, porque lleva consigo unas cadenas que pisa. Su recorrido termina cuando llega a la iglesia que esté más cercana en su viaje, después continúa hasta la más cercana y así sucesivamente.
Se explica que la mujer continuará en ese cuerpo de mula hasta que no llegue un caballero capaz, que se atreva a enfrentar los retos que se le presenten mientras la libere. Todas las mujeres que recurran al tipo de vida que llevaba la alma mula sin ningún tipo de arrepentimiento, experimentarán por una noche el cuerpo de mula.
El familiar
En la mitología argentina nos podremos encontrar a este ser que figura un alma de carácter hogareño que come hombres, es una tradición que comentaban en las zonas azucareras de Argentina.
Hay diferentes versiones del familiar, la más común es la de un ser que ofrece muchas riquezas, pero el pago debe ser la vida humana, es una criatura temible en gran cantidad de territorios argentinos.
Lobizón
Esta creencia es más reciente que las otras, todo empezó en las casas presidenciales de Argentina y Paraguay. El presidente Juan Domingo Perón ordenó de manera formal el código 848 como una creencia legal. La tradición cuenta que anteriormente se pensaba que cuando tenían el séptimo hijo varón podía nacer como lobo, por lo que el presidente de Argentina era el padrino de ese séptimo varón. Se cuenta que la gente mataba a sus séptimos bebés como medida preventiva de tener un lobo.
En el año 1907 fue la última ocasión que el padrino hacia la ceremonia de manera descuidada, se registró un caso en ese año de este tipo de bautizos. El código que se estableció de manera oficial debe incluir el subsidio de los estudios hasta secundaria. Cristina Kirchner en su último mandato bautizó a un niño judío, quien era el séptimo varón evitando que se transforme en lobo.
Iluminación maligna
La tradición cuenta que se trata de un ser que está en pena, vagando por las calles produciendo miedo en los habitantes. Sus penurias se deben porque no recibió un entierro cristiano. Aquellos que la encuentren deberán decir un rezo y probablemente tendría que enfrentarse con un arma blanca, ya que las armas de fuego son inútiles en este caso. (Ver artículo: El dios Momo)
Sacháyoj
En la mitología argentina nos encontramos con este ser mítico perteneciente a la tradición Quichua y el gaucho. Se entiende como el hombre encargado de los árboles, del bosque y de las plantas.
Se cuenta que es un ente con una fisonomía peculiar, con barba, cabello largo que puede disimularse con barba de palo. También se le ha visto como un señor sobre una mula llevando con él piedras preciosas, de igual manera también se le puede conseguir como un abuelo lleno de hojas pero sus extremidades son representadas por un animal como el zorro. Otra forma de toparse con él como un gran animal o pudiera observarse como un arbusto con rostro de persona.
Hace que se pierdan los hachadores y hombres que estén por el bosque, ofrece miel a aquellas personas que lo vean, las regala a los que respetuosamente las aceptan. Su alimentación es de frutas y algunos animales, es veloz, por lo que puede desaparecer rápidamente por aquellos que tratan de seguirlo.
Culebrón
Se refiere a una culebra que posee un gran tamaño que supera los dos metros de largo, es mucho más grande que otras culebras y reptiles, es gruesa. Tiene mucho pelaje y de color negro, en ocasiones parece que posee plumaje. Posee ojos rojos y cabeza grande.
La mitología argentina nos cuenta que el culebrón que aparece por las noches. Sin embargo también se le puede ver en el día, ataca a los que transitan esos caminos, si el culebrón se topa con personas los devora inmediatamente. Por lo tanto, hay que evitar recurrir a esos caminos donde puede ubicarse.
La tradición de la mitología argentina, cuenta que las culebras viven en guaridas, aparentemente están protegiendo alguna riqueza escondida. Su alimentación es a base de animales o personas, el culebrón observa a su presa así se encuentre a una distancia prolongada y sugestiona sobre sus ojos. Se dice que tiene poderes místicos, puede tragarse los animales completos, posee un estómago grandísimo.
Duende Taqfwaj
Se sitúa al norte de Argentina. Es considerado una especie de duende que guarda un carácter poético de la naturaleza, se le considera un ser travieso, con astucia y en otras ocasiones podrá actuar como un gran idiota con su comportamiento. Los duendes no suelen ser maléficos, ocultan las cosas de las personas, pero son grandes cuidadores de la naturaleza.
Yaguareté-abá
Es una de las creencias más reconocidas en la mitología argentina, trata de un hombre místico, que hace brujería y se transforma yaguareté. Al nordeste es común que los habitantes sientan gran afinidad hacia esta especie. Los brujos estaban en búsqueda de los ingredientes que los ayudarían a convertirse en estos animales que eran mitad jaguar y mitad persona, por lo que querían mudar sus pieles, para ello usaron plumas y cueros de jaguar.En un arbusto empezaban a rodar de izquierda a derecha sobre el cuero, rezando el credo al revés, durante la transformación del cuerpo. Devoran una presa, se convierten nuevamente en su forma original y con la fiera hacen el mismo rito pero desde la derecha hacia la izquierda.
Según la mitología argentina su alimentación es a base de humanos y otros animales como las vacas, no es un ser amigable, todo lo contrario, destruían las casas y ordenaban a las mujeres a lavarlo, también las raptaba. Si alguien se atreve a quitarle el cuero que lleva consigo o escupirlo tres veces en la cara, el místico pierde la visión, cuando mueren regresan a su fisonomía natural. Para asesinarlo las armas deben estar benditas y hay que cortarle la cabeza.
Pompero
En la mitología argentina se le puede considerar como amistoso o adversario para otros, dependerá de su comportamiento, es un duende al que se le puede hacer ofrendas durante la noche, se les regala tabaco o miel. Las peticiones que generalmente se le hacen a estos seres es para que ayude al crecimiento normal de las cosechas, que los animales se mantengan en el corral. Una vez hecho este pequeño rito se debe llevar a cabo durante treinta días, olvidar las peticiones puede ocasionar desastres dentro del hogar, ya que Pompero se enojará y hará maldades en el hogar.
Aparentemente no se debe pronunciar su nombre, decir cosas malas de él o silbar en horas nocturnas. Hay que evitar que se moleste, porque si se enfada no dejará de molestar y el contacto de sus manos con el cuerpo puede ocasionar escalofríos o dejando sin voz a la persona. Para evitar que se moleste, no pronuncia su nombre en reuniones o si se dice el nombre muy alto. (Ver artículo: Oni)
Es pícaro, usa a las mujeres con cierto encanto y luego las deja ir, cuando ya está satisfecho, aparentemente el Pompero puede tocar el vientre de una mujer y queda embarazada inmediatamente. Las madres les piden a los niños que no estén fuera de casa, lo pueden conseguir.
Estudiar mitología en Argentina
Los estudios que se pueden desarrollar sobre mitología en Argentina, es mediante cursos, algunos son vía online. En cambio te puedes conseguir con talleres presenciales que se enfocan en explicar los inicios de la mitologías, los tipos de mitologías, hay un tipo de taller que tiene la modalidad de cursarlo de forma grupal en la Av. de Mayo 580, Buenos Aires.
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