En Roma, la diosa Stimula fue identificada como Semele. En la mitología era hija del héroe beocio Cadmo y Harmonia, fue la madre mortal de Dionisio por Zeus en uno de sus muchos mitos de origen.
Stimula en la Cultura Romana
En la antigua Roma, un bosquecillo cerca de Ostia, situado entre el Monte Aventino y la desembocadura del río Tíber, estaba dedicado a una diosa llamada Estimula.
Se incluye el nombre Stimula entre los indigitamenta, las listas de deidades romanas mantenidas por los sacerdotes para asegurar que la divinidad correcta fuera invocada en los rituales públicos. En su poema sobre el calendario romano, Ovidio identifica a esta diva con Semele:
Había una arboleda: conocida como Semele o Stimula: Habitado, dicen, por las Ménades italianas. Ino, preguntándoles a su nación, se enteró de que eran arcadios, Y que Evander era el rey del lugar.
Escondiendo su divinidad, la hija de Saturno inteligentemente Incitaba a las Bacantes Latias con palabras engañosas.
Agustín señala que la diosa recibe el nombre de estímulos, “aguijones, látigos”, por medio de los cuales una persona es conducida a acciones excesivas.
La arboleda de la diosa fue el sitio del escándalo dionisíaco que condujo a intentos oficiales de suprimir el culto. Los romanos veían a los Bacchanals con sospecha, sobre la base de informes de comportamientos extáticos contrarios a las normas sociales romanas y al secreto del rito iniciático.
En 186 BCE, el senado romano tomó disposiciones severas para limitar el culto, sin prohibirlo. Las creencias religiosas y los mitos asociados con Dionisio se adaptaron con éxito y permanecieron en la cultura romana, como lo demuestran, por ejemplo, las escenas dionisíacas de la pintura mural romana y los sarcófagos del siglo I al IV.
El culto griego de Dionisio había florecido entre los etruscos en el período arcaico, y se había hecho compatible con las creencias religiosas etruscas.
Uno de los principales principios de los misterios dionisíacos que se extendieron al Lacio y a Roma fue el concepto de renacimiento, en el que los complejos mitos que rodean el propio nacimiento del dios fueron centrales.
La divinidad de nacimiento e infancia eran importantes para la religión romana; Ovidio identifica a la hermana de Semele, Ino, como la diva nutriente Mater Matuta.
Esta diva tenía un gran centro de culto en Satricum que se construyó 500-490 BCE. La consorte femenina que aparece con Baco en las estatuas acroteriales puede ser Semele o Ariadna.
La pareja formaba parte de la Triada Aventina en Roma como Liber y Libera, junto con Ceres. El templo de la tríada se encuentra cerca de la Arboleda de Stimula, y la arboleda y su santuario (sacrarium) se encontraban fuera del límite sagrado de Roma (pomerium), tal vez como el “lado oscuro” de la Tríada Aventina. (Ver articulo: Sejmet)
Tradición Clásica
En la tradición mitológica posterior de la era cristiana, las deidades antiguas y sus narrativas a menudo se interpretaban alegóricamente.
En la doctrina neoplatónica de Henry More (1614-1687), por ejemplo, Semele se pensó que encarnaba la “imaginación intelectual”, y se interpretó como lo contrario de Arachne, “percepción sensorial”.
En el siglo XVIII, la narración de Semele formó la base de tres óperas de la misma denominación, la principal de John Eccles (1707, con libreto de William Congreve), otra de Marin Marais (1709) y una tercera de George Frideric.
El trabajo de Handel, basado en el libro de Congreve pero con adiciones, mientras que una ópera hasta su médula, se dio originalmente como un oratorio para que se pudiera representar en una serie de conciertos de Cuaresma; se estrenó el 10 de febrero de 1744. (Ver articulo: Salacia)
¿Cual era seducción por Zeus y nacimiento de Dionisio?
En una interpretación del mito, Semele era una sacerdotisa de Zeus, y en una ocasión fue observada por Zeus cuando ella sacrificó un toro en su altar y luego nadó en el río Asopus para limpiarse de la sangre.
Volando sobre la escena bajo la apariencia de un águila, Zeus se enamoró de Semele y la visitó en secreto en repetidas ocasiones.
La mujer de Zeus, Hera, una diva envidiosa de los usurpadores, descubrió su aventura con Semele cuando más tarde quedó embarazada.
Apareciendo como una decrepita hechicera, Hera se hizo amiga de Semele, quien le confió que su amante era en realidad Zeus. Hera fingió no creerle, y sembró semillas de duda en la mente de Semele.
Indiscreto, Semele le pidió a Zeus que le diera una bendición. Zeus, ansioso por complacer a su amado, prometió en el río Styx que le otorgaría todo lo que quisiera.
Despues reclamó que Zeus se revelara en toda su gloria como prueba de su divinidad. Aunque Zeus le suplicó que no le preguntara esto, ella insistió y su juramento le obligó a cumplir.
Etimología
Según algunos lingüistas, el nombre “Semele” es Thraco-Phrygian, derivado de una raíz PIE que significa “tierra”. Julius Pokorny reconstruye su nombre de la raíz PIE * dgem- que significa “tierra” y lo relaciona con Thracian Zemele, “madre tierra”.
Sin embargo, Burkert dice que aunque Semele es “manifiestamente no griego”, también dice que “es no es posible confirmar que Semele es una palabra tracio-frigia para la tierra, que demostrar la prioridad del baki- lidio sobre Baco como un nombre para Dionisio “. (Ver articulo: Dea dia)
Actualizado el 7 abril, 2020
