Itzamná

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El dios Itzamná, era el señor de los Cielos, del día y la noche. En los tiempos antiguos, Itzamná que fue el primer sacerdote que existió en la mitología Maya e inventor de la escritura y de los libros.

Itzamná  como el dios Maya

El primer nombre con que fue conocido este dios fue el de Zamná y fue después de su divinización que pasó a llamarse Itzamná que en la lengua maya significa “casa del rocío”  o persona que se ocupa de una casa. En los inicios, fue un gran sacerdote maya conocido como itzáes, lo que se usó para fundar y establecerse en Chichén Itzá, durante la primera bajada, o bajada pequeña del oriente.

También fue aceptaba la etimología donde el nombre de este dios estaba compuesto por las partículas itzam que denota lagarto, y naaj que es casa, formando así la frase completa casa del lagarto.

Otras investigaciones más recientes, indican que la primera partícula del nombre puede significar iits, que es la raíz lingüística manejada para la expresión de toda clase de secreciones, entre ellas la resina, el néctar, el semen y el rocío. También pudiera referirse a su cualidad como hechicero. (Ver articulo: Ixchel)

Con el pasar de los tiempos fue tomando mayor renombre y prestigio, haciéndose el más famoso de las deidades dentro de la dinastía maya. El dios Itzamná dios, está vinculado con el rostro del sol y también con la lluvia. De igual manera se le relaciona con la fertilidad y la producción de los campos y la agricultura.

Origen de Itzamna

Al dios Itzamná se le consideraba como hijo de Hunab Ku, el dios único, el cual entre sus atribuciones se le adjudica ser la deidad de la medicina y de la agricultura. Como su hijo, lo sustituyó ejerciendo sus funciones para con los hombres.

Así Itzamná fue el dios que participó como héroe en la creación y quien tomando el puesto del dios supremo. Por ser el hijo de Hunab Ku, el dios creador, se destacaba liderizando el panteón maya. Figura en la historia como el esposo de Ixchel y padre de Bacabs

Físicamente Itzamná es presentado como un viejo de mandíbula y sin dientes, con pómulos hundidos. Su nombre contiene dos jeroglíficos. El primero representa su cabeza y el segundo contiene como elemento principal el signo del día, el Ahau. (Ver articulo: Yum Kaax)

Este signo de día, significaba rey pero también varios derivados como emperador, monarca, príncipe o gran señor. El segundo de los jeroglíficos del nombre de Itzamná, fija su posición como líder de la dinastía maya. Era el patrono del “Ahau”, y el más importante de los veinte días mayas.

Se dice de Itzamná el inventor de la escritura y de los libros, que dio a la población de Yucatán el nombre con que se conoce, además de las divisiones de las tierras de dicha región. A pesar de esto, el culto de Itzamná no tuvo origen en Yucatán, por el contrario, fue traído de otros lugares. Se dice que probablemente haya sido una deidad trasplantada del Petén.

Itzamná es un dios cuyo origen data desde los inicios de la historia maya, estando siempre a la cabeza del panteón. Es el dios del cielo en la ideología maya.  Reúne grandes opuestos cósmicos, es como un pájaro que representa el cielo y como la serpiente que personifica la tierra.

Además de ser el creador de la agricultura y la escritura, también lo es de los calendarios y las creaciones humanas. Fue el creador de las leyes que dirigen los destinos de la civilización maya a los que siguió gobernando.

Itzamná Dios de la Sabiduría.

Entre los Mayas, Itzamná es considerado el dios de la Sabiduría, el creador de las ciencias y el conocimiento. Como el inventor la sabiduría, es quien interpreta al intelecto. Denota la sabiduría de los libros o de la misma ciencia en su forma convencional, incluyendo sus científicos, sus elementos y sus laboratorios.

Itzamná fue nombrado el Padre de la Sabiduría, de la capacidad que tienen los hombres para experimentar cosas nuevas. Se dice que Itzamná se manifestaba como el rocío de las nubes y del cielo. También era el agua sagrada que los mayas tomaban de la hojas de las plantas para ser usadas en rituales y ceremonias.

Este hecho lo vinculan con el árbol del mundo, el eje central que unía el cielo, la tierra y el inframundo. Es considerado como un espíritu universal de vida que anima al Caos para que se produzca la creación. Se le identificaba a veces con los dioses Kukulkan, Ah Kin y Hunab-ku.

Como dios del cielo también era ligado a la luna, los séquitos, el sol y hasta el viento. Se le adjudicó el título como el padre de todos los dioses. Su deidad se le asociaba con varios animales y plantas como el caimán, el cacao, el maíz, el buitre o la ceiba, además se decía que había enseñado como cultivar estas plantas a los humanos.

Actualizado el 5 junio, 2018