El Nihonshoki destaca dentro de la cultura nipona como uno de los libros más antiguos dentro de la historia de Japón, que a través de la adopción de la mitología literaria relata la historia de Japón desde su conformación como territorio, hasta el progresivo avance hasta la consolidación del Imperio japonés, durante el reinado de la Emperatriz Jitô.
El Nihonshoki y su relación con la mitología japonesa.
No es posible comprender a cabalidad la importancia del Nihonshoki sin conocer su relación con la mitología japonesa que, en un sentido amplio, se estructura como un complejo sistema de relatos y creencias que fueron transmitidos mediante la tradición oral, desde los orígenes de la civilización nipona hasta la conformación del actual sistema imperial. En la misma se recopilan relatos relacionados con los dioses japoneses, así como antiguos mitos y leyendas, cuya función es transmitir de generación en generación la vastedad cultural que se encuentra inmersa en la cultura japonesa.
El Nihonshoki como expresión literaria del Shinto.
El shinto hace referencia a todo el conjunto de creencias que narran la creación del mundo, la existencia de los dioses, la conformación de las Islas que hoy componen el territorio japonés y el relato de los primeros grupos humanos que dieron origen a la conformación de la sociedad nipona. Todo este conjunto de creencias trajeron como consecuencia la necesidad de plasmarlas mediante la escritura, que surge de los primeros contactos de Japón con la antigua civilización china que influyeron notablemente en la adopción de sus creencias religiosas – a través del budismo-, el sistema social de organización dinástico, el confucianismo y la escritura, siendo este último fundamental para la complejidad y riqueza que caracteriza al sistema cultural japonés.
En un primer momento, estaba instaurada la Yamato Kotoba -tradición oral- para la transmisión de los conocimientos culturales de generación en generación, tarea que era encomendada a las mujeres, pues se consideraba que estas poseían no sólo el don de la palabra, sino también los poderes mágico-religiosos, para dotar a estos relatos de las magnificencia que caracterizaba a la cultura japonesa.
Paulatinamente, esta tradición oral fue relegada, imponiéndose el uso de la escritura, lo que permitía garantizar la permanencia de las tradiciones y la unificación de los diversos relatos que narraban la historia de Japón, de sus emperadores y de sus personajes importantes.
El Kojiki como precursor del Nihonshoki
Bajo el reinado del Emperador Tenmu, se ordenó la elaboración del Kojiki, el cual constituye una crónica de los sucesos antiguos que marcaron la historia de Japón. La recopilación de estos relatos tardó muchos años por lo que, no fue sino hasta el reinado de la Emperatriz Genmei que se concretó su publicación.
La importancia de esta obra radica, no sólo en que fue una política imperial por recopilar el pasado y a través de éste consolidar toda la historia cultural de Japón, sino que a través de éste se comenzó la estructuración del lenguaje y escritura japonesa, que se perfeccionó durante siglos hasta alcanzar el Higarama, el actual silabario de caracteres japoneses.
El Nihonshoki – De los anales de la historia de Japón.
Recopilado en treinta tomos y por encargo de la Emperatriz Gensho, el Nihonshoki surge nuevamente con la necesidad de unificar y compilar la historia de Japón desde sus orígenes, tratando de mantener vivo el espíritu de la cultura japonesa mediante la clasificación de las distintas versiones que fueron recogidas de la tradición oral, mediante la adopción del mito como mecanismo literario para enriquecer estas narraciones que exaltaba sus dioses, sus guerreros y su cultura.
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Estructura del Nihonshoki: Desde los kamis hasta el Japón Imperial.
En los primeros dos tomos de los 39 que conforman el Nihonshoki es posible encontrar los relatos propios de la Era de los Kami, los cuales hacen referencias a las deidades míticas adoradas en el sintoísmo, religión propia de Japón que basa sus creencias en la adoración de los Kamis, de los cuales se ha llegado a afirmar que existen un número infinito, por lo tanto, en estos tomos se narra la historia de la estructura de la cosmogonía alrededor de la cual se estructura toda la cultura japonesa desde sus inicios.
El relato de la fase imperial es posible encontrarlo a partir del tercer tomo, en el cual se comienza a narrar toda la dinastía de emperadores japoneses, tratando de establecer una relación entre estos y los kamis para justificar su existencia divina y su poderío supraterrenal y a lo largo de los tomos restante se va narrando los grandes acontecimientos que se sucedieron a lo largo de estas dinastías con rasgos mitológicos y en ocasiones fantásticos que buscan enaltecer a los Emperadores japoneses.
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Actualizado el 22 junio, 2018
