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Pachacútec, gobernante inca que convirtió un imperio

Pachacútec fue el noveno gobernante del estado Inca, el mismo fue el responsable de convertirlo en el Gran Imperio Tahuantinsuyo. En el artículo de hoy, realizaremos una exposición detallada acerca de la vida reinado de este importante emperador del antiguo Perú.

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¿Quién era Pachacútec?

Pachacútec cuyo nombre significa ”Inca del cambio del rumbo de la tierra, digno de estima” fue el noveno gobernante del estado Inca y fue el responsable de transformarlo de un curacazgo a un gran imperio: el Tahuantinsuyo. Su padre como antiguo gobernante, lo asignó como su sucesor durante el año 1438, luego de su desempeño frente a las fuerzas militares de Cuzco ante la invasión del belicoso ejército chanca.

Dado que poseía una visión militante, durante su gobierno conquistó diversas etnias y estados, destacando su conquista del Collao, que aumentó el prestigio de los incas y en especial el de Pachacútec, el cual fue considerado como un apto líder por todos los resultados exitosos de sus misiones, dando vida a historias épicas e himnos gloriosos en tributo a sus hazañas.

Sus aliados lo veneraban y lo aclamaban como el Hijo del Sol. Durante su vida, su hijo y luego sucesor, Túpac Yupanqui derrotó al señorío Chimú y continuó con la expansión del Tahuantinsuyo. En un mismo sentido, este gobernante además de ser un conquistador, guerrero y emperador, algunos documentos afirman que también fue un administrador, planificador, filósofo, observador de la psicología humana y carismático general.

Pachacútec es el primer gobernante Inca del cual se han encontrado documentos que afirman su existencia, por cual es reconocido como el “primer inca histórico”, sin embargo, la relevancia que tuvo durante su reinado hace pensar que el mismo posee mayor relevancia más allá que una figura en la historia de Perú. Se tiene la idea que su gobierno fue un periodo de transición y reestructuración para la sociedad inca, una era de cambios que se extendieron hasta después de su muerte en 1471, por su hijo Túpac Yupanqui y su nieto Huayna Cápac.

Biografía de Pachacútec

Para entender más acerca de la vida de Pachacútec es importante segmentarla en los momentos que marcaron un hito en la historia del estado Inca. Es por este motivo que en el presente apartado expondremos aquellos eventos por parte del gobernante que influyeron en la transformación de estado a Imperio.

Árbol genealógico

Fue hijo del inca Huiracocha Inca y de Mama Runto, antes de ser llamado Pachacútec su nombre original era Cusi Yupanqui, que significaba ”Príncipe dichoso”. Nació en el Cuzco, en el palacio de Cusicancha o también denominada ”Casa de regocijo”. Su ayo Micuymana tuvo la tarea de enseñarle todo acerca de la historia, leyes y lengua, así como el manejo de los quipus.

Desde muy temprana edad ya era admirado por los incas, pues el mismo poseía atributos como su valentía, inteligencia y madurez que tanto le hacía falta a su hermano Inca Urco (quien fue nombrado como el sucesor de Huiracocha Inca), al mismo tiempo también era evidente sus aptitudes para el manejo del gobierno y las conquistas, que de igual modo carecía su hermano.​

Luego de que había realizado el rito de Huarachico, el príncipe Cusi Yupanqui tomó algunas partes de las fuerzas militares, bajo la dirección de los generales Apo Mayta y Vicaquirao. Muchos de los miembros del ejercito alegaban que estarían bien mientras estuviera al mando, ya que poseía un valor propio de su juventud.

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Se piensa que los nobles incas fueron quienes le pidieron a Huiracocha que nombrara como su heredero a Pachacútec, pero Huiracocha le guardaba tanto cariño a su hijo que lo prefería sobre cualquier otra persona.

Cuando el gobernante Huiracocha decidió retirarse al valle de Yucay, envió la borla o mascapaicha a su hijo Urco, que se proclamó como co-reinante de la Confederación Cuzqueña. No obstante, el mismo en lugar de cumplir con su función política, cayó en la pereza y pasó el tiempo en diversiones y vicios.

La batalla contra los chancas

Entrando en los año 1430, ocurrió la invasión de los chancas. Estos ya se encontraban en la Vilcaconga, cuando enviaron sus emisarios a Cuzco para obligar la rendición a Huiracocha Inca. El gobernante al estar ya en una edad avanzada, accedió a las demandas de someterse, por lo que pidió una entrevista con el jefe chanca.

Luego de esto, Huiracocha y su hijo Inca Urco huyeron del Cuzco y se refugiaron en el fuerte de Caquia Xaquixahuana,​ para la sorpresa de la etnia inca, que pusieron todas sus esperanzas en la fuerza del joven príncipe Cusi Yupanqui, acompañado por las fuerzas militares de Vicaquirao y Apo Mayta para organizar la defensa de Cuzco.

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Cusi Yupanqui le pidió a su padre que regresara para que liderara las fuerzas militares de Cuzco, pero al recibir su negativa, realizó un llamado a los incas vecinos para combatir la invasión Chanca. Los Canas fueron los que decidieron aliarse junto a los incas, mientras que por otro lado, los Ayamarcas se fueron a apoyar las fuerzas Chancas, las otras bandas incas esperaron a ver como transcurría la batalla para elegir el lado vencedor.

La primera parte de la batalla tuvo lugar en Cuzco, en donde los soldados del ejército inca vencieron favorecidos por las etnias espectadoras, luego de esto se les unieron al ver que empezaban a ganar. Luego, en Ichubamba, la victoria Inca aumentó, de ahí provienen las leyendas de los soldados de piedra.

Ya habiendo derrotado a los invasores Chancas, los pobladores se alistaron para las celebraciones en Cuzco a las cuales Huiracocha fue invitado por Pachacútec, sin embargo, su padre se negó a recoger el fruto de la victoria, dado que alegaba que debía ser honor de Urco, por ser el correinante al momento de la invasión chanca. A pesar de ello, ningún poblador ni Pachacútec deseaba recibir a Urco.

A raíz de la envidia que le tenía a su hermano, Urco organizó fuerzas militares de Cuzco para derrocar a Pachacútec pero este ya se encontraba preparado y su derrota fue inminente.​ Inca Urco fue herido de una pedrada en la garganta, siendo capturado y descuartizado, sus restos fueron lanzados al río Tambo. Mientras toda esta pequeña batalla transcurría, el antiguo y anciano gobernante se trasladó a su casa campestre en Calca y no quiso volver a vivir en el Cuzco.

Ascensión como gobernante inca

Al morir Inca Urco, Cusi Yupanqui fue el único candidato disponible para ascender al gobierno de la confederación cuzqueña. De esta manera, comenzaron los preparativos para que el príncipe se ceñiría la mascapaicha. Sin embargo, para que dicha ceremonia pudiera iniciar, una conmemorativa debía ir hasta Huiracocha Inca para solicitar y rogar que fuera al Cuzco a entregar la mascapaicha al nuevo líder, así el mismo quedaría absuelto de la vergüenza por haber abandonado Cuzco al iniciar la batalla con los Chancas.

Grandes cantidades de llamas cargadas de ofrendas comenzaron a llegar a la ciudad del Cuzco desde los poblados vecinos e, incluso, desde más lejos. De parte del pueblo Anti habían incontables cestas de coca, hierbas y resinas aromáticas, de los Yungas, por otro lado, sus ofrendas consistían en las conchas utilizadas en los sacrificios, así como pimientos y rocotos rojos que serían empleados para sazonar el banquete real.

A medida de que se acercaba el día de la ceremonia, los curacas y nobles confederados invitados hacían su ingreso en la capital con gran fastuosidad rodeados por su séquito. Todos los invitados conforme iban entrando en la ciudad traían regalos como reconocimiento, entre los cuales se puede hacer la mención de andas, queros decorados, suaves mantas, metales preciosos y exóticas plumerías.

Una vez que llegó el día, los sacerdotes encabezados por Willaq Umu llevaron a cabo una serie de sacrificios y plegarias, incluyendo la inmolación de cien niños como parte del ritual conocido como Cápac Cocha. El propio padre de Pachacútec procedió a colocar la borla real en la cabeza de su hijo, nombrándolo de allí en adelante, como Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, lo que traducido significa: ”hijo del Sol que transforma el mundo”.

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Una vez que acabó la ceremonia y ya siendo considerado como gobernante, la primera acción de Pachacútec fue pedirle a su padre el rendirle homenaje. Para esto, el hombre debía beber una olla llena de chicha hasta dejarla vacía. Sin alguna oposición, su padre pasó a realizar la acción y ya habiendo terminado le pidió disculpa al nuevo gobernante por haber abandonado Cuzco en plena guerra. Pachacútec, respetando siempre el rango del anciano, y a la vez como hijo, lo ayudó a incorporarse inmediatamente.

El imperio de Pachacútec

De acuerdo a la información recobrada por varios cronistas, los expertos alegan que el inicio del gobierno de Pachacútec fue en el año 1438 y terminó con su muerte alrededor del año 1471. Mientras Cuzco estuvo bajo su mando, logró consolidar el Curacazgo Inca frente a amenazas de pueblos locales y lo transformó en el Tahuantinsuyo, dando inicio al imperio de los incas.

Llevo a cabo varias expediciones exitosas junto con su hermano e hijo respectivamente. Es por esta razón y más que su gobierno es considerado como uno de los más importantes en la historia de la América precolombina.

Así como el resto de sus antecesores, la primera actividad que tuvo que sobrellevar fue una rebelión por parte de los descendientes ayarmacas de Tocay Cápac. Se desató una batalla en Huanancancha, pero la superioridad del ejército inca dio la victoria a Pachacútec, quien aniquiló de manera definitiva con los insurrectos.

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Después de esta derrota, el peligroso curacazgo de los ayarmacas no volvieron a recuperar su poderío. El sinchi ayamarca fue llevado como prisionero de Cuzco, en donde pasó el resto de sus días encerrado en la cárcel del pueblo.

En los primeros meses de su reinado, Pachacútec tuvo que someter a varios sinchis vecinos del Cusco: Páucar Ancho y Tocari Topa de Ollantaytambo, Ascaguana y Urcocona de Huacara y Alcapariguana de Toguaro.

La principal diferencia que tenía el gobierno de Pachacútec era que las batallas libradas por el mismo tenía un objetivo, el consolidar una unidad territorial, un predominio de los cusqueños sobre sus comarcanos. Estas numerosas guerras tuvieron la tarea de sostener el futuro en donde se volvería una extensión territorial.

Luego de la victoria conseguida sobre los invasores chancas y collas, las obligaciones legislativas y administrativas de Pachacútec lo mantuvieron en el Cuzco, por lo que tuvo que encargar a sus subordinados las expediciones conquistadoras del Imperio Inca, mientras este se encargaba de todas las reconstrucciones en la ciudad de Cuzco y la consolidación del gobierno imperial.

La primera expedición fue realizada por su hermano Cápac Yupanqui hacia territorios del Chinchaysuyo, mientras que el resto las dejó en manos de su hijo y sucesor Túpac Yupanqui tanto al norte como al sur del imperio. Gracias a todas las conquistas hechas por ambos, el Tahuantinsuyo llegaría cerca de su máxima expansión y mejor consolidación.

Expediciones de Túpac Yupanqui

Para el año 1460, el líder Pachacútec tenía 60 años de edad y casi 30 de reinado, por lo que decidió nombrar como co-reinante a su hijo Amaru Inca Yupanqui. No obstante, el mismo se le veía más inclinado hacia las actividades que fueran pacíficas en un momento en donde se forjaba el imperio incaico a base de conquistas militares.

La carencia de sus habilidades militares se hicieron evidentes cuando se le mandó a poner represalias a la rebelión de los collas. Esta acción ocasionó críticas de parte de los nobles incas, haciendo que Pachacútec separara el co-reinado de su hijo, en lugar de esto, fue elegido el príncipe Túpac Yupanqui, que por entonces tenía 18 años de edad.

Túpac Yupanqui al contrario de su hermano, a una temprana edad ya había demostrado tener dotes de guerrero. Luego de ser nombrado como co-reinante se encargó la misión de Chinchaysuyo para anexar más territorios. El mando efectivo lo tenían tres generales, Tilca Yupanqui, Auqui Yupanqui y Túpac Cápac, todos hijos de Pachacútec.

Terminada la primera expedición al norte, Túpac Yupanqui regresó a la ciudad trayendo consigo un gran botín y llevando a muchos orfebres y artesanos chimúes, para que enseñaran esas artes en la capital. Después de esta primera misión tomó un descanso de dos años y volvió a irse al norte en donde logró la conquista de los guayacondos, los bracamoros, los paltas, los cañaris.

Cuando llegó a la tierra de Quito-Carangue, fundó Tumibamba (donde nació su hijo, el futuro inca Huayna Cápac) y sobre ella levantó la fortaleza Quinche en las cercanías de Quito. Esta segunda expedición le tomo cuatro años lejos de su ciudad, y a pesar de que era requerido su regreso a Cuzco, realizó otra campaña de conquista en el norte, en la costa del actual Ecuador, entre Manta y Guayaquil, donde derrotó a los chonos, huancavilcas, punaeños y paches.

Los miembros de los pueblos costeros de Manta eran expertos navegantes, que se adentraban en el mar en balsas de madera. Túpac Yupanqui se enteró gracias a ellos de la existencia de misteriosas islas llamadas Auachumbi y Ninachumbi, en donde habían riquezas. A raíz de estos hechos, el joven armó su propia flota que zarpó desde Manta a descubrir dichas islas.

​De acuerdo a las crónicas actuales, se conoce que la expedición hacia estas islas tuvo un gran éxito. En la actualidad, estas misteriosos islas se les conoce como las islas Galápagos, la isla de Pascua e incluso la lejana Polinesia.

Habiendo salido victorioso de esta campaña, Túpac Yupanqui emprendió el retornó al Cuzco luego de haber estado lejos por seis años con todas las riquezas que pudo obtener de las islas. Su padre siendo ya un anciano pudo recibirlo en la Vilcaconga. Ambos entraron triunfantes en la capital imperial, en medio de gritos de júbilo de la gente.

Muerte

Pachacútec murió de manera natural en pleno auge de su imperio, fue reconocido y valorado como el más grande Sapa Inca gracias a sus importantes contribuciones con la expansión y consolidación del naciente Imperio inca. Su cuerpo fue momificado y trasladado a su tiana o asiento, cargado por los grandes señores hasta la plaza de Aucaypata, donde se le rindió homenaje.

Las exequias reales se iniciaron con el encuentro entre las momias de Pachacútec y Huiracocha Inca, su padre. El cada ver del antiguo rey fue vestido con las suntuosas mantas y adornos de oro y plata, además de un tocado de plumas y un escudo de armas. Para finalizar, el cuerpo momificado fue colocado en el centro de Tococache (actual barrio de San Blas, en Cuzco) en un templo dedicado al trueno que él mismo mandó a edificar.

El siguiente gobernante del imperio inca fue su propio hijo Túpac Inca Yupanqui, junto a él habían gobernado en conjunto durante los últimos años, demostrando su valor al poder cumplir con las misiones de expedición y conquista tanto como en el lado norte como hacia el sur del territorio imperial. En este sentido, la ascensión de Túpac Yupanqui no tuvo objeción, se ceñiría la mascapaicha y asumiría por completo el gobierno del Tahuantinsuyo, tras la muerte y exequias reales de su padre.

Construcciones en el gobierno de Pachacútec

El gobierno de Pachacútec no solo estuvo constituido por sus expediciones y conquistas para ampliar el territorio inca, dado que el nuevo gobernante tuvo que pasar un tiempo en la ciudad de Cuzco luego de la batalla contra los Chancas, se dio a la tarea de reconstruirla y realizar algunas edificaciones nuevas las cuales hablaremos en breve.

Coricancha

Coricancha era conocido como el principal templo de los incas que años más tarde de su construcción fue destruido por los españoles durante el proceso de colonización. El yacimiento se encuentra en la ciudad de Cuzco en el Perú. En este lugar era donde se le rendía culto al Dios Inti (Sol), por lo que para entrar al reciento la persona debía estar en ayunas, descalzo y con una carga en la espalda en señal de humildad.

La parte frontal de este templo era un muro de gran tamaño que estaba construido con la más fina cantería, su decoración estaba constituida por una fina lámina de oro puro de tres metros de alto, con un techo de paja fina y delicadamente cortada.

En uno de los bloques de la segunda hilada se pueden apreciar la presencia de tres agujeros por donde se evacuaba el agua de las lluvias del patio interior o por donde también salía la chicha que era entregada como ofrenda. Años más tarde luego de su hallazgo, se realizaron experimentos en donde si se golpea el interior de los agujeros se pueden escuchar las notas musicales “re”, “la” y “sol”.

El periodo de construcción es aún desconocido para los historiadores, sin embargo, se ha llegado al convenio que debió ser durante la era de los Ayamarcas. En el año 1438 en manos del jefe inca Pachacútec sufre una remodelación total al igual que todo el pueblo, con el objetivo de poder llamarse Qorikancha, nombre que se ha mantenido en la historia.

De esta manera, los investigadores del área no han llegado un convenio acerca del momento de su finalización, el alegato más fuerte señala que pudo haber terminado durante el gobierno de Túpac Yupanqui, sin embargo, también está el argumento de haber finalizado antes de que Pachacútec falleciera.

Según la concepción Inca, el Qorikancha fue el centro religioso, geográfico y político del Cuzco, tanta relevancia tuvo durante aquella época que los investigadores le dan el nombre de “laminado en oro”. Tanto los pisos, las paredes e incluso el jardín del templo, tenían animales y plantas de tamaño real en oro.

Tal como lo afirman diversos historiadores, la ciudad de Cuzco era un centro importante para los miembros de la cultura inca, sobre todo en el ámbito religioso, es por esta razón que los templos que se edificaron en la ciudad debían responder al concepto de importancia.

En el interior de este templo habían diversas entidades, pero separadas en diferentes nichos, siendo el principal el Dios del Sol representado por una figura masculina llamado Punchaocanchiq, en tamaño real hecho de oro. Los otros incluían a la Diosa de la Luna (Mama Quilla) representada por una figura femenina hecha en plata. Adicional a esto, en el patio principal del reciento se veían las vicuñas, aves, árboles, plantas como el maíz, etc., también en tamaño real y bañados en oro.

En la actualidad gracias a los cronistas se sabe que las riquezas que se albergaban en el interior de este templo se encuentran en Cajamarca, esto se hizo para poder obtener el rescate del Inca Atahualpa por medio de centenares de llamas que llevaron los tesoros.

Sacsayhuamán

Sacsayhuamán es vista como una fortaleza para ceremonias incas ubicada a dos kilómetros al norte de la ciudad de Cuzco. Su edificación se llevo a cabo durante el gobierno de Pachacútec en el siglo XV, no obstante, su finalización se dio durante el reinado de Huayna Cápac en el siglo XVI. Con el aniquilamiento de la nobleza inca las técnicas arquitectónicas que se emplearon para levantar esta monumental fortaleza o santuario desaparecieron de la memoria de las personas.

A raíz de este hecho, las descripciones de la fortaleza no han sido del todo exactas, sin embargo, se puede decir que la misma consta de muros megalíticos, conmemorándose como la obra más relevante hecha por los incas durante su apogeo. Desde la altura de la fortaleza se tiene una vista panorámica, incluyendo toda la ciudad de Cuzco.

Machu Picchu

Machu Picchu fue construida durante el siglo XV, su ubicación se encuentra en la Cordillera Oriental del sur de Perú, en la cadena montañosa de Los Andes a 2430 metros sobre el nivel del mar. Más preciso, se encuentra en la ciudad de Cuzco, provincia de Urubamba, distrito de Machupicchu, sobre el Valle Sagrado de los Incas.

Llegando al año 1430, durante la campaña de Vilcabamba, la quebrada de Picchu fue conquistada por Pachacútec,​ primer inca del Tahuantinsuyo. El gobernante del Imperio Inca quedó impresionado por las características de zona, por lo cual mandó a construir sobre aquel lugar, ya para el año 1450 la ciudad poseía un gran urbanismo con edificios de lujo civiles y religiosas.

Se piensa que la ciudad ciudad de Machu Picchu tuvo una población nómada al igual que otras civilizaciones llactas incaicas, que estaba conformada entre 300 y 1000 habitantes​ pertenecientes a una élite​ y acllas. En un mismo sentido, se conoce que la fuerza agrícola de la zona era desempeñada por esclavos mitimaes o mitmas (mitmaqkuna) procedentes de diferentes rincones del imperio.

Los historiadores estiman que gran parte de estos esclavos pertenecían a los Chancas que quedaron luego de la batalla contra Pachacútec, fueron aprisionados y despojados de sus tierras, su único propósito era laborar como esclavos en los sembradíos.

Machu Picchu a diferencia de lo que relatan de la ciudad de ser un lugar aislado en donde los soberanos iban a refugiarse, era una ciudad en la que transitaban las personas y que además era muy expuesta. Los valles que se unían con la quebrada formaban una región densamente poblada en donde su producción agrícola fue en aumento a partir de la ocupación incaica, en el año 1440.

En la ciudad, los incas levantaron varios centros administrativos, siendo los más reconocidos el Patallacta y Quente Marca, además de grandes complejos agrícolas formados por terrazas de cultivo. La alimentación de esta ciudad dependía de estos complejos, pues los campos del sector agrario de la ciudad habrían resultado insuficientes para abastecer a la población.

Por otro lado, la comunicación que se daba entre Machu Picchu y las otras civilizaciones era posible por medio de los caminos incaicos (de los cuales ocho conectaban a la ciudad).​ La pequeña urbe de Picchu era diferenciable de las otras ciudades gracias a su singular calidad de sus principales edificios.

Tras la muerte de Pachacútec, según las normas incas, todas las propiedades que tuvo el gobernante pasaban a manos de su panaca, que debía destinar las rentas producidas al culto de la momia del difunto inca.​ Los investigadores de la zona alegan que estas costumbres se mantuvieron vigentes hasta finalizar el gobierno de Túpac Yupanqui y el de Huayna Cápac.

Machu Picchu perdió importancia al tener que competir con las otras propiedades que poseían sus soberanos sucesores. En realidad, la apertura del camino de Ollantaytambo y Vilcabamba (el del Valle de Amaybamba) hizo que el paso hacia la ciudad fuera menos utilizado.

Ollantaytambo

Ollantaytambo en el pasado era un poblado de Cuzco y en la actualidad en el lugar destinado a la investigación arqueológica del distrito Ollantaytambo (provincia de Urubamba), situado al sur del Perú, a unos 90 km al noroeste de la ciudad del Cuzco.

El gobernante Inca Pachacútec conquisto y destruyó Ollantaytambo para poder unificarla en su imperio.​ Bajo el imperio de Pachacútec, la ciudad fue remodelada con edificios y el valle del río Urubamba fue irrigado y provisto de andenes. El objetivo principal del pueblo era que sirviera como un recinto para la nobleza inca mientras que los andenes eran trabajados por yanaconas, sirvientes del emperador.

Luego de la conquista, la ciudad funcionó como la capital temporal de Manco Inca Yupanqui, líder de la resistencia inca contra los conquistadores españoles. Baja su mando, tanto el pueblo como sus alrededores fueron fortificados en dirección a la antigua capital inca de Cuzco, la cual había caído bajo dominio español.

En las cercanías de Ollantaytambo, Manco Inca derrotó una expedición española bloqueando su avance desde un conjunto de andenes e inundando el llano. A pesar de su victoria, el jefe no veía como opción permanecer más tiempo en la ciudad de Ollantaytambo, por lo que huyó hacia el  espeso bosque de la zona de Vilcabamba. Para el año de 1540, la población nativa de Ollantaytambo fue asignada en encomienda a Hernando Pizarro.

 

Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: Ritos incas y Pishtaco 

Actualizado el 25 junio, 2021