El Niño del cerro El Plomo son los restos bien conservados de un niño inca, encontrados en el cerro El Plomo en la región Metropolitana de Santiago de Chile, actualmente se encuentra ubicado en el Museo Nacional de Historia Natural, es uno de los primeros cuerpos mejor conservados conseguidos en Latinoamérica. Aprende más de esta historia leyendo el siguiente artículo.
Origen
Entre muchas investigaciones que se han hecho, se ha llegado a la conclusión de que este niño pertenecía a la comunidad Collasuyu, que habitaba en las cercanías del cerro El Plomo, aunque realmente su procedencia ha sido difícil de explicar, los investigadores afirman que debido a la vestimenta del niño (que se encuentra en excelentes condiciones), es que se llegó a esta conclusión.
Algunos relacionan esta indumentaria con el jefe de la tribu que lleva al igual que el niño, a pesar los análisis, estudios y tiempo transcurrido desde su hallazgo, actualmente no ha sido posible determinar con precisión la procedencia ni la filiación étnica del niño del cerro El Plomo, no obstante, un cronista indígena del siglo XVII llamado Felipe Poma de Ayala, describe a un jefe de la misma tribu portando un adorno de plata, un brazalete y zapatos muy parecidos a los del niño.
Por otro lado, los documentos encontrados por algunos investigadores, expresan que este niño fue víctima de una ceremonia de sacrificio llamada La Capacocha (rito en honor a las huacas, al Sol, a los rayos etc.), donde se nombra a tres personas enviadas a inmolarse, entre ellas una llamada Cauri Pacssa, quien para muchos sería el nombre del niño momificado, esta relación no es del todo clara ya que estas ceremonias se realizaban a muchas personas y eran muy frecuentes entre las tribus de la zona. (Ver articulo: Ritos incas)
No es una momia
Según muchos analistas, este niño no pertenece a las características de momia, aunque en un principio se le dio esa denominación, hoy en día se cree que el cuerpo se encuentra en estado de liofilización, el cual es un método de conservación que consiste en la deshidratación de un cuerpo, sometiéndolo a una rápida congelación y luego eliminando el hielo, posteriormente se somete a calentamiento al vacío, muy diferente al proceso de momificación que todos conocemos.
Descubrimiento
Desde que un buscador de tesoros de plata llamado Guillermo Chacón, quien se atrevió a subir al cerro de El Plomo en busca de metales preciosos, comenzó a establecerse una leyenda en los hitos de la arqueología. Este hombre encontró figuras de plata indígenas que llamaron su atención, por lo que se adentró en las entrañas del cerro a buscar más tesoros, consiguiendo más prendas y más artefactos de las tribus que vivían en esa zona.
Es así como consigue unas construcciones un poco extrañas, y entre las excavaciones pudieron conseguir un objeto que estaba muy adherido a la tierra, duraron unas cuantas horas para poder sacarlo, allí pudieron observar que era un bulto donde se encontraba un niño totalmente disecado, sin saber qué hacer, tanto Guillermo como los excavadores, deciden recurrir a conocedores de antropología para que los ayudaran a descifrar el misterio.
Sabiendo del valor histórico de la figura encontrada se dirigen al Museo Histórico Nacional, pero estos no le dieron importancia y lo dejaron a un lado, sin embargo pudo contactar a la arqueóloga Grete Mostny, quien al observar la figura y realizar los primeros análisis, observa que realmente es un descubrimiento muy importante, ésta elabora una informe detallado describiendo científicamente las características del niño.
En el mismo informe se encuentra descrito el proceso del hallazgo, cómo se llegó a la montaña y hasta la aplicación de la liofilización, es importante señalar que en una de las descripciones la Dra. dice que el cadáver pareciera como si estuviera dormido, y que cuando se realizó el hallazgo, el cuerpo estaba en condiciones de clima extremo, bajo hielo y sobre los cero grados, lo que para muchos permitió su permanencia en la bolsa.
Asimismo, el proceso de momificación comenzó cuando el cuerpo se trasladó a otras condiciones climáticas, donde los descubridores lo tuvieron retenido por espacio de cinco semanas antes de entregarlo a la Dra. Mostny. En este caso, no se puede hablar de momificación ya que el cuerpo nunca fue sometido a ningún proceso de preservación, tal como lo hacían los egipcios.
El descubrimiento del cuerpo del niño del cerro de El Plomo marcó un hito en la historia de la antropología mundial, ya que las características especiales del niño representaron un misterio que aún la ciencia intenta conseguir respuesta, actualmente el cuerpo se encuentra en la cámara de refrigeración, en el Área de Antropología del Museo Nacional de Historia Natural. (Ver articulo: Coricancha)
Actualizado el 20 septiembre, 2018
