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Huayna Cápac, antepenúltimo gobernador del Tahuantinsuyo

Huayna Cápac fue undécimo y el antepenúltimo gobernante del Imperio Inca que tuvo que combatir con sus hermanos para la disputa del trono. En el artículo de hoy, realizaremos un breve pero detallado recorrido acerca de la vida y hazañas de este importante líder del Antiguo Perú.

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¿Quién era Huayna Cápac?

Huayna Cápac fue el soberano del Imperio Inca, el cual heredó luego de la muerte de su padre en el año 1493. Tras haber derrotado a sus hermanos para reclamar el trono del pueblo, Huayna Cápac realizó varias campañas militares en el norte, lo que provocó  una mayor extensión de su territorio al ampliar su poderío integrando los pueblos de Cajamarca y Quito.

Con el propósito de incrementar su poder en dicha zona, Huayna Cápac contrajo matrimonio con una quiteña y trasladó la Corte imperial de Cuzco a Quito, moviéndose así hacia el norte el centro político del Imperio. A pesar de que hubieron algunas disputas durante su gobierno, en general fue un periodo de estabilidad el cual estuvo marcado por la elaboración de templos y obras públicas.

No obstante, facilitó la descomposición del imperio de los incas al dividir su herencia entre su hijo legítimo Huáscar que le dejó la zona sur de la ciudad de Cuzco, y su hijo predilecto Atahualpa al cual se le otorgó la parte norte, incluyendo la capital de Quito.

Desde el año 1523, el gobernante estuvo consciente de las tropas españoles comandadas por Alejo García, se presume que fueron estos pobladores quienes desatoraron una pandemia que llevó a la muerte de Huayna Cápac. Luego de siete años, el enfrentamiento entre sus dos hijos permitió la dominación del Perú por el reducido ejército de Francisco Pizarro.

Biografía de Huayna Cápac

A fin de conocer a detalle acerca de las hazañas de este valeroso gobernante del Imperio Inca, en el presente apartado hablaremos acerca de su vida, sin embargo, con este líder ocurre que no existe mucha información acerca de sus primeros años de vida antes de subir al trono.

Árbol genealógico

Como bien se ha mencionado, muy poco se conoce acerca de los primeros años de vida de Huayna Cápac, sin embargo, se presume que su lugar de nacimiento fue en la ciudad de Cuzco, aunque también cabe la probabilidad de que haya sido en Tomebamba, actual ciudad de Cuenca.

Fue el hijo del Sapa Inca Túpac Yupanqui y de la Coya Mama Ocllo, su nacimiento tuvo lugar durante las expediciones de conquista emprendidas por su padre durante el reinado de Pachacútec. Durante su infancia y pronta juventud era conocido entre los pobladores como Titu Cusi Huallpa.

Ascensión como gobernante inca

Dado que era su derecho como inca, el mismo debía ser reconocido como auqui (príncipe) por las panacas reales del Cusco para poder ser Sapa Inca. Para poder cumplir este requisito, su padre Túpac Yupanqui, que se hallaba en la conquista de Quito, se trasladó con la familia real al Cuzco. De acuerdo a varios cronistas de la época, el anterior líder inca conocido como Pachacútec seguía con vida y salió al encuentro de ellos para conocer a su nieto.

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Tal parece que el joven causó una gran impresión al anciano, por lo que pidió que se encargara de la defensa militar que se dirigía hacia Sacsayhuamán, como el acto ritual. Se narra que la misión salió tan bien, que el líder Pachacútec lo nombró como su favorito y ello cimentó su futuro encumbramiento como Inca.

Por otro lado, Túpac Yupanqui habría elegido nombrar a su otro hijo Capac Huari, pero finalmente se tomó la decisión de nombrar a Huayna Capac lo que desencadenó la furia de su esposa Chuqui Ocllo, madre de Capac Huari. Por lo que se supone que este acontecimiento fue el causante de que la mujer envenenara a Túpac Yupanqui. Días más tarde, Túpac Inca había cambiado de opinión recién cuando estaba moribundo y con la razón perdida.

Ante este hecho, Huaman Achachi, un general fiel a Túpac Yupanqui (y hermano suyo) ocultó a Huayna Cápac y, luego de una serie de problemas y la insistencia de parte de Mama Ocllo (madre de Huayna Capac) condenaron a Chuqui Ocllo y sus cómplices a la pena de muerte, mientras que al hermano más pequeño, no se le hizo nada puesto que apenas era un infante. No obstante, fue apartado del pueblo y estuvo bajo la supervisión de Huaman Achachi.

Huayna Cápac, luego de haber sido proclamado por Túpac Yupanqui, tuvo como Regente a su tío Apo Huallpaya hasta que cumplió la mayoría de edad. Más tarde Apo Huallpaya propuso a su hijo al trono argumentando que Huayna Cápac era incapaz para el cargo, además de que se sabía que tenía la intención de asesinar al gobernante del imperio. Apo Huallpaya y su hijo fueron sentenciados a muerte por traición.

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Muerte

La presunta muerte del gobernante se debió a una epidemia (posiblemente de viruela) por parte de uno de los indígenas del chiriguayo durante una incursión a través del Chaco, y que a su vez había sido introducida por una colonia española del Río de la Plata, esta enfermedad no solo se llevo la vida de su emperador sino también la de varios pobladores de la ciudad. Huayna Cápac falleció a la edad de 70 años en el año 1525 en Quito, sin haber dejado un sucesor para el trono.

El gobierno de Huayna Cápac

El inicio del gobierno de parte de Huayna Cápac fue complicado debido a los problemas resultantes de su elección como soberano, sin embargo, el comienzo de este nuevo imperio estuvo marcado por la consolidación de los territorios conquistados por su padre y en calmar las rebeliones de parte de las provincias levantiscas. Para lograr dichos objetivos adoptó una postura política y religiosa en el imperio, desplazando a Apo Chalco Yupanqui, el vigente Villaq Umo.

Esto fue uno de los cambios más radicales que habían ocurrido en el Imperio Inca, puesto que por primera vez ambos poderes se concentraban en una sola persona. No obstante, llegando al final de su vida, decide nombrar a un pariente suyo Cusi Túpac Yupanqui, como nuevo Sumo Sacerdote del Sol.

De acuerdo a lo establecido por varios cronistas de ese periodo, el emperador no se alejó mucho de la ciudad de Cuzco, siguiendo los deseos de su madre. Dado que para ese entonces el trasporte a las diferentes parte del territorio Inca debía hacerse a pie, en la mayoría de las misiones enviaba a su tío Huamán Achachi para que recorriera el camino del Chinchaysuyu hasta Quito.

Las campañas hechas en su nombre se entendían predominantemente hacia el norte. Por un lado, la dura resistencia selvática (pobladores y la naturaleza en sí) les impedía realizar exploraciones en el lado este, mientras que por el sur y por el oeste ya todo había sido explorado por los antiguos gobernantes.  De esta manera, el único camino que tenían libre era el norte, un territorio que no había sido explorado a profundidad y que era inestable dada la gran belicosidad de sus naturales.

Durante las expediciones a ese lado de territorio se llevaron a cabo enfrentamientos que duraron años, arduas y cruentas batallas, las etnias norteñas fueron incorporadas al Tahuantinsuyu. No tardó mucho en llegar la noticia de que individuos barbudos habían anclado en las costas a los oídos del gobernante. Lo españoles coloniales encabezados por Francisco Pizarro habían llego al Imperio Inca en el año 1527.

Viajes

Posteriormente durante su gobierno, las misiones de exploración fueron realizadas casi en su mayoría por un pariente suyo, el cual fue enviado a conocer las zonas conquistadas del norte, mientras que él se dirigió al Collasuyo. Atravesando el Collao, pudo llegar hasta el área de los charcas y de ahí, por el Paso del Huasco, llegó a Chile. Una vez que había llegado al lugar retiró a todos los demás gobernantes impuestos por su padre y puso en su lugar a los descendientes de los antiguos caudillos regionales, lo que generó la simpatía de la región entera.

Ya habiendo terminada esta misión se desplazó hacia Chile Central, sometiendo definitivamente los valles desde el Río Aconcagua hasta el Río Cachapoal. Cundo finalizó esta acción se devolvió a la ciudad de Cuzco por Coquimbo, Copiapó, Atacama y nuevamente el Collasuyo. Sin embargo, mientras se encontraba en Cochabamba, le llegó noticias alarmantes del Chinchaysuyo.

Los cayambis y los caranguis no estaban dispuestos a reconocer el control del imperio, por lo que se levantaron en contra de los Inca. Huayna Cápac formó sus tropas con los collas y se dirigió con ellas a la capital para hacer un último reclutamiento. Ya habiendo reclutado a los miembros del ejercito, nombró como generales a Auqui Toma (Hanan Cuzco) y a Michi (Hurin Cuzco).

Huayna Cápac recorrió todo el territorio, incluyendo a Quillota, Aconcagua y Mapocho. En el Valle de Chile invistió como Curaca (su representante) a los jefes locales Michimalonco y Tangalonco, dejando de lado al gobernante de los incas Quilicanta.

Es muy probable que este Inca haya sido el responsable de la extracción del tributo en oro de Marga Marga, que debían enviar de forma anual a la ciudad de Cuzco los curacas de Aconcagua, y la división del señorío político del valle en dos mitades: valle superior e inferior, quedando este último subordinado al primero.

Los historiadores afirman que durante todo un año, el Sapa Inca visitó sus dominios y les entregó regalos a todos sus aliados, a los mencionados jefes locales Michimalonko y Tanjalonko, y cuando se marchó se llevó consigo a varios locales para su imperio.

Siguiendo esta misma línea de ideas, el curaca Vitacura fue enviado por el Inca con tropas a explorar al sur, llegando hasta el río Biobío, al volver fue emboscado en el Maule o en el Cachapoal. Con el paso del tiempo, Huayna Cápac mandó a realizar más exploraciones destinadas hacia el lado sur del territorio Inca.

En uno de los viajes realizado por el gobernante fue hacia el santuario del Pachacámac. Para poder llegar a dicho templo tuvo que atravesar las soras y lucanas, así como la región de los belicosos huancas hasta llegar a la ruta de Huarochirí, por la cual descendió hasta el valle limeño.

Cuando llegó al santuario recibió buenas noticias acerca de su campaña presente y la posterior, por lo que después se trasladó a Tumbes, pasando por el territorio que fuera del Gran Chimú. Sin embargo, el llegar a la zona le tomó varios años, dado que mientras se desplazaba iba construyendo los canales y afirmando tierras de cultivo. Cuando por fin llegó a la región norteña, se le informó de la rebeldía del cacique Tumbala, de la Isla Puná, y se dirigió hacia allá.

El mismo había solicitado la ayuda de otros pueblos para combatir al gobernante, sin embargo, la mayoría ya se habían sometido al Inca, por lo que optó por una salida astuta. Fingió pasividad ante el gobernante y mientras este retiraba sus tropas lo emboscó a la mitad y en la refriega cayeron muchos orejones. Huayna Cápac, al enterarse de todo lo sucedido, el mismo fue y se enfrentó a los punaeños, venciéndolos tras dura lucha.

Conquistas

Entre las primeras conquistas se debe mencionar la campaña  realizada hacia los chachapoyas, que se habían rebelado al poder imperial luego de la muerte del Túpac Inca. Huayna Cápac se encontraba en el funeral de su madre cuando se enteró de la noticia de alzamiento por lo que se puso en marcha, no sin antes visitar los pueblos que pertenecían al territorio del Imperio, como el de los soras y el de los lucanas, donde fue muy bien recibido.

Luego de haber visitado los pueblos se marcha hacia Jauja, lugar en donde impartió no solo justicia sino también sabiduría a pesar de su temprana edad. Tras haber estado en los Yauyos, descansó en Cajamarca y se prepara para la larga lucha.

Los primeros enfrentamientos resultaron favorecedores para los chachapoyas, quienes hicieron retroceder en muchas oportunidades al ejercito imperial. A pesar de ello, la política de los Incas para renovar sus tropas dio buenos resultados, puesto que los nuevos miembros del ejercito se encontraban en un nivel superior y vencieron satisfactoriamente a los guerreros chachapoyas, acabado el enfrentamiento, el pueblo se dio la paz.

Una vez que regresa a su ciudad, se dedica a visitar los pueblos que se encontraban en el lado sur del Imperio (Tucumán, actual noroeste Argentino y las provincias del Contisuyo), para volver de nuevo a la capital y realizar una segunda campaña hacia la Cajamarca, llegando a la región selvática de los Bracamoros, aunque fue repelido por los naturales y por las condiciones geográficas y climáticas de la región.

Una vez que se encontró con los bracamoros, se dirigió a la región de los paltas, que habían dado muerte a los embajadores que dejó su padre. Ya el gobernador habiendo terminado sus labores en la región, emprendió su regreso, pero entre sus aliados habían espías infiltrados que fueron descubiertos y acabaron asesinados, mientras que unos cuantos regresaron con narices, orejas cortadas y con los ojos vaciados. Los paltas al ver la brutalidad impartida por el gobernante Inca se rindieron.

Finalmente, luego de este suceso se encontraba rumbo a la ciudad de Quito, pasando por su pueblo natal Tumibamba, en donde contrajo matrimonio con la princesa Paccha Duchicela, nombrada Shyri XVI, para luego emprender el viaje de regreso al Cuzco, no sin antes autorizar el comienzo de las construcciones en la ciudad de Quito. Gracias a estas campañas el Imperio Inca pudo conquistar el territorio de las lenguas preincaicas de la cuenca del Marañón.

Las visitas hacia el santuario Pachacámac eran muy constantes, la mayor parte del tiempo estaban destinas a conocer la suerte que correría en una eventual campaña, como por ejemplo, la que se llevó a cabo por la costa norte hasta Tumbes.

Conflictos en el lado norte 

Ya estando listos para su campaña en el norte de Tahuantinsuyo en el año 1513, las tropas estaban constituidas por los más valerosos guerreros, incluyendo a dos de los hijos de Huayna Cápac: Ninan Cuyuchi, un hábil guerrero, y un joven pero experimentado Atahualpa. Para resguardar la ciudad de Cuzco, quedaron al mando el Huascar y los pequeños Manco Inca y Paullu Inca.

Al llegar su ciudad natal y lejana Tumibamba, se construyó el palacio Mullu Cancha, en el cual estaría una estatua de oro de su madre Mama Ocllo, que se dejaría al cuidado de la nación cañari. En un mismo sentido también se edificó la Casa del Sol y la de Ticci Viracocha Pachacama.

Luego de pasar por la ciudad llegaría a Quito para pedir el sometimiento pacífico de los rebeldes, pero obtuvo una respuesta negativa. Es en este momento en donde el jefe decide enviar una campaña hacia los Pastos, en el sur de la actual Colombia, los capitanes elegidos para la campaña fueron los del Collasuyo, quienes alegaban ser los más capacitados para este tipo de confrontamiento.

Tal afirmación resultó ser verídica, dado que la lucha entre los bandos terminó rápidamente, siendo los Incas los vencedores. Luego de terminada la batalla, esa misma noche se organizó una celebración para los soldados triunfantes y fue durante este acontecimiento que el verdadero ejercito de los Pastos atacó a los incas, destrozándolos casi por completo.

Los pocos sobrevivientes de la emboscada se fueron reagrupando hasta que la guardia de los Orejones (que había quedado rezagada) logró defender la retirada. Según cuentan los historiadores, este segundo enfrentamiento sobresalieron los hijos del gobernante: Ninan Cuyochi y Atahualpa.

Cuando la noticia llego hasta el gobernante del Imperio Inca, este decidió enviar a la segunda parte más fuerte de su ejército, los cuales no tuvieron problemas en apresar a los demás guerreros y dominar por completo a los Pastos, incluyendo a las mujeres y niños que se encontraban en la zona. Puesto que para el momento de la batalla era época de lluvia, los soldados se refugiaron en Tumibamba no sin antes haber dejado tropas y representantes en la región.

Una vez llamados los refuerzos, lo siguiente fue el ataque hacia los caranguis. La rendición de parte de la primera fortaleza se logró luego de muchos enfrentamientos entre ambos pueblos. Posteriormente, los Incas se centraron en el reducto principal de los caranguis, en pleno corazón de sus dominios, que era defendido no solo por los pobladores, sino también por otabalos y cayambis, que les prestaban apoyo.

Con el propósito de evitar cualquier otro enfrentamiento, Huayna Cápac envió a varios de sus seguidores a informar que los Incas tomarían represalias en contra de la nación que apoyara de una forma u otra a los sitiados.

Cumpliendo con su palabra, atacó a la primera fortaleza, durante la lucha se dio un hecho que no había tenido lugar en la historia del Imperio, la caída del Inca. Su litera, soportada por los Orejones, fue atacada por los guerreros cayambis y los cusqueños cedieron, haciendo que el jefe cayera en el suelo. El suceso en la batalla fue un desconcierto para todos los incas, la protección del gobernante solo se pudo lograr al ser resguardado por tres de sus más fieles guerreros. Asimismo, los Orejones también apoyaron y lograron poner a salvo al Inca.

En este momento empezó la decadencia entre las tropas de los incas, dado que el gobernante al ver la incapacidad de sus guerreros decidió reprenderlos quitándoles sus raciones de comida y no invitarlos a las fiestas en el campamento.

 

Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: Manco Capac y Mama Quilla

Actualizado el 25 junio, 2021