Titán Jápeto

El Titán Jápeto ¿conoces a este dios de la vida mortal?

El Titán Jápeto fue uno de los Titanes de primera generación y el mayor de todos ellos, siendo considerado el señor de la mortal vida útil. Era una deidad primordial tan antigua como el tiempo mismo. Entérate aquí de su genealogía, sus hijos, mitos y otros datos interesantes.

Titán Jápeto

¿Quién fue el Titán Japeto?

El Titán Jápeto fue uno de los doce dioses originales de la primera generación de Titanes de la era preolímpica, nacidos de Urano, dios del Cielo, y Gea, diosa de la Tierra, aun cuando hay versiones que señalan que Jápeto, en particular, habría sido hijo de Tártaro y Gea, lo que implicaría que en vez de ser un Titán, pudo haber sido un gigante.

Sus hermanos Titanes fueron: Crono, Crío, Ceo, Hiperión y Océano y sus seis hermanas Titánides: Rea, Temis, Tetis, Tea, Mnemósine y Febe.

Ahora bien, ser hijo de Gea también significaba que tenía muchos otros hermanos, entre los que se encontraban los Cíclopes, los Hecatónquiros y los Gigantes.

Por su enorme y robusta contextura fue que muchos griegos lo llegaron a confundir con un gigante.

Personificaba la vida de los mortales, atribuyéndosele el poder y el arma de la muerte. Tuvo el control del gobierno de su entorno durante toda la Edad Dorada, en la cual los Titanes tenían gran poder.

Su nombre en griego antiguo era Ίαπετός o Iapetós, que significaba “perforación” o también “lanza”. Es por ello que, a menudo, se hacía referencia a él como “el perforador”, lo que implicaba ser un dios de violencia, que todo lo penetraba, aun cuando ejercía acciones más contundentes, por lo que también fue señalado como el dios griego de la mortalidad.

Fue el mayor de todos los Titanes y le correspondió gobernar en el pilar del oeste de la Tierra. Se recomienda leer Conoce a Tetis una titanide, para conocer más de los Titanes.

Como dato curioso, el Titán Jápeto fue uno de los dos Titanes que nunca se casó con una de sus hermanas. El otro Titán fue Crío.

Titán Jápeto
Dios Urano

Jápeto y Clímene

Su esposa fue una de sus sobrinas, la océanide Clímene, cuyo nombre significa “fama”, y con la cual engendró cuatro hijos; a saber: Atlas, Prometeo, Epimeteo y Menecio.

Como era costumbre en su raza, en las familias se hacían uniones entre los parientes de manera tal de salvaguardar el linaje divino. De allí su casamiento con  Clímene, quien fue una deidad asociada a la muerte pues siempre estuvo enfrentada a acciones heroicas. Los dos compartían de manera muy estrecha este vínculo con la muerte.

Asimismo, los unían otros aspectos disímiles entre sí, como ser maestros de la artesanía y de la forja para la fabricación de objetos de metal. En Descubre todo sobre Hebe se puede ahondar sobre las características de personajes mitológicos griegos.

Dios de la mortal vida útil

A Jápeto se le atribuye ser el Señor de la mortal vida útil, de la cual fue regente y representante. Esto implicaba que Jápeto tenía todo el control sobre la duración de la vida mortal, en particular la de los humanos, pudiendo determinar también la vida finita de cada una de las criaturas del universo.

Titán Jápeto

Esto se sustenta en el hecho de que sus hijos Prometeo y Epimeteo tuvieron la misión de poblar la tierra con hombres y animales.

Era, pues, Jápeto una suerte de dios del tiempo, sobre todo por tener como padre al dios celestial Urano, quien tenía la facultad de medir las épocas y períodos.

Fue un Titán muy destructivo y así lo describe el célebre poeta griego Homero, quien lo relacionaba en sus escritos con el dios Cronos, que es el dios del tiempo que todo lo devora.

Características de Jápeto

Las obligaciones que tenía este Titán Jápeto eran varias en vista del poder que ostentaba en cuanto a la duración de vida de todas las criaturas vivientes, humanas y animales. Dicho poder fue eventualmente transferido a sus hijos por responsabilidades que también ellos debieron asumir sobre la raza humana y los animales.

Entre las características que lo hacían destacar entre los demás Titanes están:

  • En virtud de que era el padre de Prometeo y Epimeteo, responsabilizados de la creación de los hombres y de todas las criaturas mortales, hacen de Jápeto el abuelo de la humanidad.
  • Fue el que le dio el nombre a Jafet al hijo de Noé en la Biblia, de allí su gran participación en el ámbito religioso.
  • Su gran tamaño, apariencia física ordinaria y su brusco comportamiento hicieron que muchos griegos lo consideraran como un gigante.

Árbol genealógico

Su árbol genealógico se inicia con sus padres, quienes en principio fueron Urano y Gea, de acuerdo con los escritos de Hesíodo, Apolodoro, y Diodoro Siculo.

El poeta Virgilio, sin embargo, señala que fue hijo de Gea a solas, mientras que el escritor Higinio aseveraba que había sido engendrado por Tártaro y Gea, razón por la cual lo consideraba un gigante en vez de un titán.

Titán Jápeto

Los hijos del Titán Jápeto

Sus descendientes se les suele llamar por las formas patronímicas Japétidas o Japetónidas. Entre ellos se menciona a Atlas, Prometeo, Epimeteo y Menecio, que fueron Titanes de la segunda generación.

Ahora bien, según la Teogonía de Hesíodo los cuatro fueron los hijos que procreó con la oceánide Clímene, pero para el autor Apolodoro, estos hijos los engendró con la oceánide Asia.

Por su parte, Higinio, poeta y escritor de la Grecia Antigua, señalaba que sólo Atlas, Prometeo y Epimeteo eran sus hijos, pues según sus averiguaciones, no había prueba de que Menecio fuera su hijo.

No obstante, estos cuatro hijos Titanes, cada uno a su manera, no supieron manejar sus poderes e hicieron enfurecer a Zeus, motivo por el cual éste optó por castigarlos en mayor o menor grado, al igual que a su padre.

Por ejemplo, Menecio fue puesto preso en el Tártaro por enfrentarse a Zeus, mientras que Atlas fue condenado a sostener el cielo, reemplazando el papel de pilar que previamente habían tenido su padre y sus tíos.

Lo cierto es que, según los mitos, a estos hijos se les ha señalado que poseían varios de los peores rasgos humanos, sobre todo en el plano intelectual.

Titán Jápeto

Por tal motivo, Jápeto y su familia han sido reconocidos como los antepasados de quienes la raza humana heredó las cualidades más despreciables que éstos demostraron durante sus vidas: intrigas, malas intenciones, estupidez intensa, soberbia, desdén y violencia exacerbada.

Además de estos cuatro famosos hijos, al Titán Jápeto se le ha atribuido el ser padre de otros dos descendientes:

  • Búfago, héroe arcádico que cuidó al moribundo Ificles. Búfago fue asesinado por un disparo de la diosa Artemisa en el monte Foloe porque intentó cometer un sacrilegio contra su divinidad.
  • Anquiale, diosa Titánide del calor del fuego. Solo se le menciona en los escritos de Esteban de Bizancio en el siglo VI d. C.

Atlas

Fue uno de los líderes más aguerridos de los Titanes que arremetieron contra Zeus, quien después de ser derrotado por este último fue condenado a cargar para siempre con el cielo sobre sus hombros.

Es desde entonces el pilar de la Tierra y del firmamento.

Atlas era demasiado audaz y encarnaba la capacidad de resistencia, motivo por el cual lideró la rebelión de los Titanes en la batalla de diez años llamada Titanomaquia contra Zeus.

A Atlas se le debe el haber enseñando la ciencia de la astronomía a la humanidad, la cual fue una herramienta de gran utilidad para marineros en su navegación y para los agricultores en la medición de las estaciones.

El dios tenía la habilidad de hacer girar el cielo sobre su eje, lo que permitía la rotación de las estrellas.

Prometeo

Fue el creador de la humanidad. Era muy sagaz e insidioso, siempre buscando obtener los mejores beneficios. Fue considerado el dios de la previsión y de proveer al necesitado del consejo apropiado y sabio, recibió la tarea de moldear a la humanidad de arcilla.

No se opuso a Zeus durante la guerra de los Titanes, razón por la cual escapó de que lo condenaran al Tártaro o infierno como los demás. Cuenta la leyenda que cuando finalizó la Titanomaquia, Zeus ordenó que Prometeo y su hermano Epimeteo fueran responsables de crear diversos animales para que poblaran toda la Tierra.

Epimeteo se encargaba de crear todo tipo de criaturas, mientras Prometeo coordinaba el proceso. A cada criatura se le daba un talento y así se fueron distribuyendo entre todas las criaturas.

Dejaron la creación del hombre para el final, ya que querían hacer algo especial con él. Sin embargo, luego de moldear al hombre en arcilla, se dieron cuenta que ya no quedaban talentos.

Entonces Prometeo decidió mostrarle su obra a la diosa Atenea, quien se encantó por este trabajo y le concedió el soplo divino. Así surgió la humanidad. Pero Prometeo quería también que el hombre se destacara por sobre todo los animales.

Sin embargo, al buscar mejores condiciones para beneficiar a los humanos y al ver, además, que su creación estaba sufriendo de frío y era temerosa de la oscuridad, robó el fuego sagrado del cielo y lo entregó a los mortales en un tallo de hinojo.

Esto hizo enfurecer a Zeus, pues el había retenido el fuego como un objeto divino, solo para el Olimpo y Prometeo se había valido del engañó a los dioses para llevárselo.

Como castigo por estos actos rebeldes, el dios Zeus mandó a encadenar a Prometeo en las montañas del Cáucaso, donde fue atado junto a una hoguera en la que había una águila que le desgarraba todos los días el hígado, pero que se regeneraba porque, según los griegos, en él estaba el alma.

Allí se mantuvo por muchas generaciones hasta que el gran héroe griego Heracles lo liberaría de su tortura.

Epimeteo

Fue el dios encargado de crear todos los animales para que poblaran la Tierra, sin embargo, agotó todos los suministros y talentos que le habían sido conferidos para dar a cada humano y cada especie animal.

Esto repercutió en la obra de su hermano Prometeo, que era crear la humanidad, por lo cual éste decidió robar el fuego del cielo para poder finalizar su trabajo. Este robo provocó la ira de Zeus y en venganza creó a Pandora, la primera mujer para que trajera el mal a la casa del hombre.

A pesar de que Prometeo, le advirtió de este peligro a su hermano, Epimeteo la recibió y la hizo su esposa, quien al llegar de inmediato destapó una caja que le habían confiado los dioses, de la que se escaparon demonios y espíritus del mal, enviados para molestar y hacer la vida imposible a los hombres.

En la caja solo quedó la esperanza como único y último auxilio para la raza humana.

En cuanto a su personalidad, se dice que Epimeteo era demasiado insulso, sin templanza, de reacción retardada y de poner excusas.

Menecio

Es uno de los Titanes más jóvenes y fue el segundo y menos conocido de los hijos de Jápeto. Menecio era demasiado impetuoso, orgulloso y dado a provocar acciones apresuradas, impulsivas y violentas.

Siempre anteponía su arrogancia ante cualquier situación que no le favoreciera. Se dice que era dado a los malos pensamientos. Fue arrojado al Tártaro junto con su padre por no haberse aliado a los olímpicos durante la Titanomaquia, lo que sí hicieron sus hermanos Prometeo y Epimeteo.

Zeus lo asesinó haciendo estallar un rayo sobre él y lo desterró enviándolo al Tártaro, en vista de la altanería y arrogancia que siempre mostraba al que lo interpelaba.

En cuanto a las actitudes y caracteres de los hijos del Titán Jápeto y de él mismo, se ha hecho una apreciación en la que se observó que:

  • El padre es el Titán de la voz y el pensamiento.
  • Atlas, siendo el mayor, es el que personifica el pensamiento impetuoso, vehemente y exaltado.
  • Prometeo, el pensamiento sagaz e intencionado.
  • Epimeteo, el pensamiento incompetente y tardío.
  • Menecio, los pensamientos maliciosos.

Mitos del Titán Jápeto

Este Titán es protagonista de varios mitos que han sido narrados por diversos autores clásicos  y contemporáneos uno de los más difundidos es el siguiente:

Los pilares del cielo

Este mito surgió por el deseo de venganza de la diosa Gea, quien quería que Urano pagara por los maltratos a sus hijos.

Ella urdió un plan con los Titanes para cuando el dios del Cielo bajara a aparearse con ella, ellos, en el momento de mayor excitación, debían castrarlo.

Para ello cada Titán se ubicó en cada esquina del cielo para sujetarlo, mientras Crono, el Titán menor, lo castraba con una hoz y lanzaba sus genitales al océano, para que más nunca volviera a engendrar hijos.

La estrategia aplicada se ha representado como los grandes pilares cósmicos que mantienen el cielo, en este caso Urano, siguiendo lo señalado en la cosmología, en la que los Titanes se habrían distribuido de la siguiente manera:

  • En el norte se colocó Ceo.
  • Hiperión se ubicó en el oeste.
  • En el sur, Crío
  • Y, por último, Jápeto al este.

Como resultado de la castración, Urano perdió mucho de su poder, por lo que tuvo que regresar a los cielos, mientras Crono tomaba control e investidura de deidad suprema del cosmos.

Se generó un período que se conocería como la Edad de Oro para los Titanes, cuando el universo vivió una etapa de prosperidad en la que Jápeto hizo mucho para que así fuera.

A los Titanes que participaron con Crono en la castración del gran Urano, se les asignó a cada uno el punto cardinal en el que se ubicaron.

Epónimos del Titán Jápeto

El nombre de Jápeto ha sido empleado para designar muchos hechos, objetos y eventos. Entre ellos tenemos:

  • Una de las lunas de Saturno del grupo de las medianas heladas, que fue descubierta en octubre de 1671 por Giovanni Domenico Cassini.
  • Una sonda de exploración espacial que ha aportado gran conocimiento acerca de los satélites.
  • Los cráteres de Jápeto que son nombrados a partir de la obra española El Cantar de Roldán.

Actualizado el 25 junio, 2021