Céfiro: Todo Lo Que Debes Saber

En la mitología griega, existían 4 dioses del viento, cada uno correspondía a un punto cardinal, desde donde veían sus respectivos vientos. En esta ocasión nos referiremos a Céfiro, el viento del Oeste.

 

Céfiro y Cloris

En algunas leyendas eran representados como simples ráfagas de viento, en otras, como hombres alados. Según algunas teorías eran hijos de los titanes Astreo y Eos. Céfiro, Quien era el más pacífico de todos, se le conocía como el viento que fructifica y se creía que era el mensajero de la primavera.

Céfiro es representado como un hombre joven, con alas de mariposa o hada, lampiño, semidesnudo y descalzo, cubierto por un manto que va sostenido entre sus manos, el cual porta y va difundiendo flores.

 

Céfiro tuvo muchas esposas en varias historias. Una de ellas, se presume que era Iris, la diosa del arcoíris. Con ella engendró a Poto, quien era parte del cortejo de la diosa Afrodita. Otra historia cuenta que se enamoró de Cloris, la secuestró y la hizo su esposa, luego de ello le dio potestad sobre las flores. Con ella procreo a Carpo, la diosa de la fruta. Cuenta una de las historias que compitió por su amor con su hermano Boreas, a quien ganó.

Céfiro y Jacinto

Uno de los mitos más conocidos es la historia de Jacinto. Era un joven príncipe espartano, muy hermoso y atlético (esta es la primera historia de la mitología donde un hombre corteja a otro), del cual se enamoró,  al igual que el dios Apolo. Ambos lo cortejaban y competían por su cariño, pero el muchacho terminó escogiendo a Apolo, logrando que céfiro perdiera la cordura por los celos.

Un día, Céfiro los sorprendió practicando el lanzamiento de discos y envió una corriente de aire que desvió el disco y lo hizo golpear la cabeza del joven, que murió de manera instantánea. Con la sangre de Jacinto, Apolo creó la flor que lleva su nombre. Apolo estaba furioso, pero Eros protegió a Céfiro, ya que era un acto que se había hecho en nombre del amor, todo con la condición de que el dios del viento del oeste le sirviera para siempre al dios del amor.

Eros y Psique

Más tarde ocurre la historia que cuenta sobre un rey que tuvo tres hijas, la menor de ellas llamada Psique, Era tan hermosa que era adorada por los humanos como una reencarnación de la diosa Afrodita. La diosa estaba muy celosa, ya que la belleza de esa simple mortal estaba causando que sus templos se vaciaran, ya que los hombres preferían adorar a esta joven en su lugar. Así que envía a su hijo Eros, para que, con el poder de sus flechas, hiciera se enamorara de la criatura más horrenda sobre la tierra.

Pero ocurrió algo que la diosa jamás habría previsto. La belleza de la joven cautivó al dios del amor, quien arrojó su flecha al mar e hizo una petición especial a Céfiro, quien en ese momento le servía. Psique, por otra parte, quien había vivido una vida desdichada gracias a su belleza, pues todos los hombres la adoraban, pero ninguno se le acercaba, había sido llevada a la cima de una montaña para ser abandonada por su familia y cumplir el destino que el oráculo de apolo había predicho para ella, se casaría con un horrible monstruo de otro mundo.

 

Allí es donde aparece Céfiro, quien la lleva a un valle colmado de flores. Allí se encontró con un palacio precioso, lleno de todos los lujos imaginables y voces susurrantes que le decían que éste le pertenecía. Esa noche, en la soledad de su nueva habitación, apareció un hombre de voz suave y gentil, quien llegó ahí para hacerla su esposa. Este hombre no se dejaba ver a la luz del día, por lo tanto ella no podía ver su rostro.

Se amaron de esa manera durante mucho tiempo, hasta que un día, psique le hizo la petición de ver a sus hermanas, ya que las extrañaba mucho. El aceptó, pero no sin antes advertirle que sus hermanas intentarían descubrir su identidad, cosa que no debía hacer, porque el día que viera su rostro, sería la última vez que lo haría y con ello se acabaría su felicidad.

 

Eros pidió a Céfiro que llevara a las hermanas al palacio para que Psique pudiese verlas. Las hermanas, como Eros había dicho, llenas de envidia por la buena fortuna de su hermana, la convencieron de que su marido era una criatura horrible y que durante la noche debía tener una lámpara en la alcoba para observarlo mientras dormía. Esta así lo hizo, pero mientras observaba al hermoso y radiante dios del amor, una gota de aceite cayó sobre él, haciendo que despertara y lleno de decepción, se fuera.

Psique comenzó una búsqueda inagotable para encontrar a quien había sido su marido. Tal es su desesperación que termina pidiendo ayuda a afrodita, quien llena de rencor le encomienda tareas imposibles, las cuales cumple una a una. Hasta que afrodita le encomienda la última tarea: debía descender al infierno para pedirle a Perséfone un poco de su belleza y llevársela en un cofre. Logra su tarea, pero a su regreso, se deja llevar de nuevo por la curiosidad y cae en un sueño eterno.

 

Eros pidió ayuda a Zeus, quien despertó a Psique y apaciguo a afrodita. Le dio vida eterna a Psique y organizo una boda en el olimpo, donde hasta afrodita bailó y disfrutó del amor que profesaban.

Esta fue la historia de Céfiro, dios del viento del oeste, también conocido como dios de la primavera.

Actualizado el 24 abril, 2020