anjana

Aprende todo sobre la anjana, un personaje mitológico

La anjana es una criatura mitológica que según tradiciones celtas y romanas parecen ninfas o hadas, son unas criaturas de la naturaleza, caracterizadas por su belleza y su bondad, ayudando a quien lo necesite, ya sea viajeros extraviados, enamorados o personas de buen corazón. Suelen habitar debajo del suelo donde tienen palacios hermosos llenos de oro y plata, quienes lo guardan para regalarlo a las personas que lo necesiten. Conoce más sobre estas criaturas de la mitología cántabra.

anjana

¿Quienes son?

A las anjanas se les suele llamar insanas, ijianas, xinsanes o xanes, ellas son unas criaturas parecidas a las hadas y a las ninfas, quienes son las antítesis de los seres mitológicos ojancanos (cíclopes) y ojáncanas (las esposas de los ojáncanos) y ellos representan la parte mala, despiadada y cruel, que raptan a niños perdidos en el bosque.

Las anjanas son seres de la mitología cántabra (mitología que al pasar el tiempo se ha ido mezclando con las mitologías romanas y celtas, quienes también se vieron envueltas en el sincretismo religioso debido a la llegada del cristianismo; estas tradiciones y leyendas provienen de la cornisa Cantábrica), la palabra Anjana proviene de jana, que con ese nombre se le designaba a las mujeres que practicaban la hechicería en la Edad Media.

El personaje de las anjanas aparece por primera vez en los textos de la primera parte del siglo XX por el costumbrista Manuel Llano, quien en una obra llamada Mitos y Leyendas de Cantabria recolecta una serie de cuentos fantásticos sobre dicho personaje, que según él, declara haber oído de los pastores y otras personas del campo, transcribiendo con un idioma conocido como el asturleonés (es un lenguaje comúnmente hablado por las zonas de miranés, leonés y asturiano, surgiendo debido al cambio que sucedió en el reino de Asturias y el idioma es comprendido a lo largo de Asturias hasta llegar al norte de Portugal, ubicándose en los valles de Merulo, Cabuérnica, Santillana, Lámason, Aras, Rionansa, Valdáliga y Polaciones).

A las anjanas se les puede relacionar con otros personajes mitológicos como en la mitología asturiana, las xanas (que son una especie de hadas que habitan en los ríos y lagos); en la mitología gallega a las mouras (suelen habitar debajo del agua o la tierra); en el folclore grecolatino a lamia y en la mitología vasca a Mari y a Mairu. Todas estas versiones se les consideran que poseen una misma esencia, las cuales son cambiadas y adaptadas por la fuerte influencias de las culturas. (Ver articulo: Eshú)

Descripción

A la Anjana se le describe a una mujer de tez muy blanca teniendo un parecido a una mujer humana, sin embargo se diferencia de ésta debido a que su color de piel es un poco más apagado, sus ojos son de un color negro o azul y en su mirada expresa unas emociones de serenidad y de amor; una larga cabellera de color oro o azabache con trenzas, las cuales están decoradas con cintas y lazos de seda y que en la parte superior de ésta se ubican unas hermosas pero delicadas flores silvestres que se llegan a asemejar a una corona; siempre lleva una cruz encarnada.

La Anjana utiliza un vestido largo parecido a una túnica de color blanca que las tapa con una capa de color azul y que en invierno se llega a convertir a un color negro; sus pies suelen ser cubiertos por unas sandalias de color marrón (sin embargo muchos suelen describir a estos personajes descalzos), en las manos posee un báculo de fresno, el cual posee una luz que brilla todos los días de la semana que le da habilidades mágicas, con la cual al ser golpeada en varios objetos, en agua o en la tierra le sirven para realizar hechizos.

Este báculo le ayuda a que con un sólo toque pueda calmar a las bestias, con el también puede realizar hechizos y curar a las personas de buen corazón, estas curaciones pueden llegar a parecer milagros. Su báculo a veces tiene una luz o una estrella que emite luz en la oscuridad de la noche, como también se cree que sus báculos pueden cambiar de color, además las anjanas cargan un pequeño frasco que contiene un elogiar capaz de curar a los enfermos. Las Anjanas tienen además unas alas diminutas que son casi imperceptibles y transparentes al ojo, con ellas les dan la capacidad de volar, dándoles la apariencia de una mariposa.

La Anjana

Las anjanas se pueden convertir normalmente en personas, objetos inanimados, árboles o animales, donde se les caracteriza por ser unos seres muy compasivos que cuidan y ayudan a aquellas personas que están necesitadas o cabizbajas y suelen habitar en las cuevas, ríos, fuentes y torcas (también llamado dolina una especie de lago, esto se produce debido a una depresión geológica), en donde por el subterráneo poseen grandes palacios. Dichos palacios tienen numerosos tesoros, llenos de oro y plata, los cuales les sirven para incitar y castigar a aquellas personas que son codiciosas o también para ayudar y regalar a las personas que son humildes o en pobreza pero que poseen un gran corazón.

Se cree que cada cuatro años, al caer el Día de los Reyes las anjanas llevan a los conventos ropa y zapatos. Generalmente se les suele ver en los ríos y fuentes donde conversan con el agua, haciendo que en su presencia el agua se revuelve y agite al mismo tiempo los vientos aumentan su soplo, como también en las sendas del bosque, cerca de los arroyos donde al estar pareciera que estos cobraran vida, para luego hacer una serie de acciones buenas.

Las anjanas ayudan a los árboles que se partieron debido a una tormenta, los animales que están heridos, a los pobres, a los que se afligen, a aquellas personas que se pierden por el bosque o por la nevada y a los enamorados, ellas al pasear por el pueblo tienden a regalar y colocarlos en las puertas a las personas que son buenas y si son solicitadas, ellas te ayudarán por ser de buen de corazón, después de hacer esta serie de acciones buenas se retiran a su cueva para descansar y empezar así el día siguiente. Sin embargo, las anjanas pueden castigar aquellas personas que son malas.

Existen las anjanas tanto buenas como malas, para las malas, ellas son despiadadas y crueles, tienden a tener relaciones sexuales con los osos por lo que terminan teniendo a los cuegle (personaje que roba a los niños de la cuna, de piel de color negro, con unos tres manos y tres ojos uno rojo, uno azul y uno verde), pero gracias a las anjanas buenas son neutralizadas.

Cuegle

Las anjanas suelen vivir unos 400 años, también se suelen volver invisibles o transformarse en cualquier cosa, una característica sobre estas hadas es que poseen enormes habilidades para el canto y el baile, en el caso del canto se destaca por ser armonioso y al ser escuchado es casi imposible de olvidar. Poseen dos tipos de canto, uno muy feliz, el cual incluye un baile y otro muy triste,el cual se llega a asemejar a una madre sumamente afligida; el mejor momento en donde las podrás ver bailando y cantando es durante el atardecer o en el anochecer, y que durante el viernes santo se les ve vistiendo capas de un color negro y escondiendo sus cabellos de color rubio en un pañuelo que tiene un color parecido a la ceniza. Las anjanas pueden entender a los animales y con su intensa fragancia ayudan a las personas que en su viaje se extravían.

Su origen no se conoce, sin embargo, en algunas historias se les considera unas enviadas de Dios quienes ayudan a las personas que son buenas y que tras pasar unos 400 años velando por la humanidad tienden a volver al cielo para no ser vistas nunca más; en otras culturas se les considera espíritus de la naturaleza quienes viven para cuidar a los árboles. Una curiosidad de las anjanas es que ellas si se llegan a casar con un ser humano pierden toda la juventud y belleza que posee, convirtiéndose en unas ancianas, siendo un hecho muy inusual entre ellas.

Sus alimentos favoritos son el almíbar, la miel, las fresas y otros frutos que nos da la naturaleza proporcionadas en el bosque. Las anjanas suelen reunirse durante el equinoccio de primavera a medianoche, donde suelen reforzar su vínculo y en donde cuentan sus experiencias, también en estas reuniones bailan agarradas de las manos y esparcen flores, las cuales tiene una tradición que si un humano llega a encontrar un pétalo de color azul, dorado, púrpura o verde su vida será siempre feliz hasta la hora de su muerte.

También consideran que las anjanas en algunas noches pasen en los caminos bailando hasta el amanecer lanzando los pétalos, estos diferentes a los anteriores ya que estos son de unos colores  amarillo, verde y rojos, que como en el caso anterior si un humano encuentra estos pétalos su vida siempre estará colmada de felicidad hasta el día de su muerte, además que dejan en esa noche regalos en las puertas de las casas de las personas buenas.

Durante la primavera suelen recoger las flores para utilizarlas como decoración en sus coronas o para agregarle un decorado a sus trenzas, además de que siempre que salen de sus cuevas se peinan primero, utilizando peines de coral para después adornar su cabello con uno a más lazos de seda y cuando ya están saliendo de su cueva se encaran con que las esperan todos los pajaritos cantando. Al ser seres de la naturaleza son consideradas seres sabios que conocen la fuerza y los secretos que la naturaleza posee. (ver articulo mitologia irlandesa)

Dana

Aunque se tiene la creencia de que la mejor manera de poder ver a una anjana es esperar al amanecer o en el anochecer, se tiene que saber que ellas sólo se aparecen a las personas que desean. Las anjanas si ven a una persona afligida, triste, con zozobra, con pena, dolor, ansias o que tengas inquietudes, las alivian y además quitan el hambre y la sed. Según las tradiciones, las anjanas posee un corazón con forma de una rosa gigante, en donde las hojas poseen gotas de miel y que contienen lágrimas de la madre Dana (de la mitología celta, es la diosa de la fertilidad y también es llamada Danu, Anu o Ana). (Ver articulo: Brigid)

Leyendas

Existen varias leyendas en las que las protagonistas son las anjanas, en ellas estas criaturas ayudan o dar una lección a las personas, como también lugares turísticos que en la actualidad muchas personas aseguran ver a las anjanas como en el caso de la Fuentona de Ruente.

Fuentona de Ruente

Existe una leyenda de las anjanas en la cual una de ellas vive en la gruta de la Fuentona de Ruente, localizada en el Valle de Saja (Cantabria), éste es un lugar conocido por su belleza por donde el agua mana y se detiene a su antojo, con su antojo nos referimos a que puede ser por la naturaleza o por la culpa de una anjana, este es un lugar muy atractivo para visitar, ya que por capricho de las anjanas, en ocasiones se detiene el curso del agua convirtiéndose en un fenómeno mágico e impresionante a la vista.

Si te acercas a las rendijas es probable que veas a esta criatura mitológica, ya que se cree que habita en este paraje debido a la majestuosidad que envuelve al agua de esta Fuente, esto se debe a que el vital líquido puede dejar de manar y pareciera que el lugar quedara completamente seco.

Desde el siglo I esta anomalía en la Fuentona de Ruente se ha presentado en muchas ocasiones, inclusive en el siglo XX según el Instituto Geológico y Minero de España o por sus siglas IGME, le ha puesto más interés debido a que no le han encontrado una explicación geológica para este suceso, es por esto que los oriundos de la zona se lo atribuyen a la anjana.

El alfiletero

También otra leyenda narra la historia de una anjara que perdió un alfiletero que tenía cuatro alfileres hechos de plata y tres agujas que estaban hechas de oro. Un día, una mujer pobre encontró el alfiletero mientras andaba pidiendo limosna, sin embargo a pesar de su felicidad pensó en las consecuencias de venderlo, ya que si lo hacía podrían considerarla una ladrona, así que en vez de venderlo se lo quedó y guardó.

Tiempo después, su hijo, quien la ayudaba a ganar dinero para alimentarse, decidió emprender un viaje al bosque pero no volvió, ya que un ojáncano lo había raptado. Días después, su madre estaba muy angustiada al no tener respuestas del paradero de su hijo, sin embargo, siguió pidiendo limosna y guardando el alfiletero que se encontró; a medida que pasaban los días, la mujer se angustiaba más al pensar que había perdido a su único hijo.

Ojancano

Un día, mientras estaba pidiendo limosna, se encontró a una anciana que estaba cosiendo y al pasar al lado de ella, se le rompió una aguja, en eso la anciana se da cuenta de que la pobre se encontraba ahí y le preguntó si ella tenía una aguja, ella le dijo que sí tenía por lo que le dio una de las tres agujas que tenía el alfiletero, mencionándole que acababa de encontrarlo, la anciana le agradeció y la pobre siguió su camino.

En eso, se encontró a una joven señorita que también estaba conociendo y al igual que a la anciana se le partió la aguja, a ella también le obsequió una de las dos agujas que le quedaban, para luego emprender su camino y así se repitió el patrón, ya que se encontró a una niña que estaba cosiendo y que también se le había partido su aguja, por lo que le regaló la última aguja que le quedaba, dejando el alfiletero sin agujas, lo único que le quedaban eran los alfileres.

Más tarde, en su camino se encontró con una joven la cual se le había clavado una astilla en el pie, al socorrer a la joven, ésta le preguntó a la mujer pobre si no tendría un alfiler para poder ayudarla a quitarle la astilla, ella le dijo que sí y le dio uno de sus alfileres; después, se encontró con otra muchacha que lloraba a mares debido a que se le había roto la falda de su vestido favorito, por lo que la mujer pobre para ayudarla le dio los últimos tres alfileres para poder arreglar la falda. Al final, se quedó sólo con el alfiletero

El camino de la mujer pobre terminó en un río, ésta empezó a caminar por la orilla, ya que no había un puente para poder cruzarlo, mientras caminaba por la orilla le oyó decir al alfiletero que lo apretara en la orilla, así lo hizo, y se le apareció un trozo de madera para que cruzara el río, después de eso, el alfiletero le dijo que si necesitaba algo o deseaba algo lo apretara; la mujer obedeció y continuó su camino.

En eso no encontró ninguna casa en donde pedir limosna, empezando a sentir mucha hambre se le ocurrió que posiblemente el alfiletero le podría dar algo de comer, por lo que decidió apretarlo y se le apareció un pan recién horneado, muy emocionada ante este hecho decidió seguir con su camino.

Cuando llegó cerca de una casa emocionada para pedir limosna se acercó y encontró a una mujer llorando porque a su hija la había raptado un ojáncano, por lo que la mujer pobre le dijo a la señora que ella iría a buscar a su hija ya que se compadecía de ella, cuando se adentró al bosque se quedó pensando en dónde debía de empezar a buscar, por lo que decidió apretar el alfiletero para que la ayudara, en eso salió una corza con un lucero de luz en el frente por lo que la corza empezó a moverse.

La mujer pobre al ver esto, decidió seguirla al animal hasta que llegó a una enorme piedra y se quedó quieto esperándola, la pobre pasmada por lo que acababa de ver volvió a apretar el alfiletero, apareciendo ahora un martillo, con el martillo decidió golpear la piedra logrando así romperla, localizando la entrada a la cueva del ojáncano y en conjunto de la corza se adentró a la oscuridad que gracias al lucero iluminaba todo el camino.

Mientras recorría todo los tramos de la cueva encontró a un niño dormido, a quien reconoció como a su hijo, en eso logró despertarlo por lo que ambos se empezaron a abrazar y a llorar de la felicidad puesto que habían pasado muchos días sin verse, después de eso ya que no encontraron a nadie más decidieron salir de la cueva gracias a la ayuda de la corza.

Entretanto, la mujer pobre, su hijo y la corza llegaron a la casa de la señora que había perdido a su hija, pero a medida que se acercaban, se dio cuenta que la señora no estaba llorando, y por su belleza y porte reconoció que no era nada más ni nada menos que una anjana, ella le dijo que de ahora en adelante esa era su casa, que no volviera a dejar a su hijo solo por el bosque sin cuidado y que volviera a apretar por última vez el alfiletero.

La pobre haciéndole caso a la anjana apretó el alfiletero, en eso aparecieron unas cincuenta ovejas, cincuenta cabras y unas seis vacas, dándose cuenta después de contar a todos los animales que había que la anjana, la corza y el alfiletero habían desaparecido completamente y sin dejar rastro.

La Anjana y el leñador

Esta leyenda nos cuenta como un leñador fue al bosque a cortar leña, cuando su hacha le dio al árbol, se le cayó y escuchó al árbol quejarse, a pesar que esto le extrañó, no le hizo mucho caso, agarró de nuevo el hacha y se dispuso a cortar el árbol, el que por segunda vez se quejó, pero esta vez la voz siguió hablando, le dijo que era una doncella que se encontraba atrapada en el árbol y que para poder liberarla tenía que al río más cercano, y hablar con una anjana, pero para lograr esto primero debía encontrar un palo y presionarlo en el agua.

El hombre decidió ayudarla, por lo que siguió las indicaciones de la mujer ya que ella le prometió darle muchas riquezas si lograba quitar el hechizo; cuando llegó al río buscó un palo y cuando lo encontró lo presionó en el agua llamando a la anjana, cuando la anjana salió le dijo que tenía que encontrar una flor roja en una cueva y si la conseguía ella liberaría a la doncella.

El leñador entró en una cueva, mientras pasaban las horas él no encontraba nada por lo que decidió salir de ésta, sin embargo no encontró la salida, se quedó pensando y la ambición y el egoísmo ganaron ya que él quería lo prometido por la doncella así que siguió buscando.

Pasaron muchos días, ocasionando que el leñador perdiera la noción del tiempo, él no tenía hambre ni sed y con el paso de los días se le fue dañando la ropa y creciendo su barba, pero al final encontró la rosa que la anjana le había pedido por lo que emocionado sale disparado de la cueva para ir a su pueblo a descansar para volver al día siguiente.

Cuando llega a su casa y toca la puerta, un señor a quien no conocía le preguntó qué quién era, él extrañado pensó que era una broma sin embargo a medida que le preguntaba a las personas todos le decían que no lo conocían, desesperado se fue a la casa donde su novia vivía, con quien se iba a casar, pero tampoco lo reconocían y él no reconocía a nadie tampoco.

El leñador muy asustado decidió volver al bosque a buscar a la anjana, cuando llegó donde la anjana, le mostró la flor que le había pedido y en eso la anjana le dijo que debido a que solo había pensado egoístamente y dejado a su prometida por una doncella rica lo castigó, ya que habían pasado 100 años desde que él había salido a cortar leña, por eso nadie del pueblo lo reconocía y él tampoco reconocía a ellos.

Tradición Navideña

Las anjanas tiene una tradición navideña, ya que se cree que en la madrugada del 6 de enero, las anjanas les regalan juguetes y regalos a los niños, tratando de llenarlos de felicidad, esto sucede unos cada cuatro años y normalmente a las familias de estabilidad económica baja. Esta leyenda fue contada por el escritor Manuel Llano en su obra Mitos y Leyendas de Cantabria, y hoy en día se sigue teniendo esta creencia en algunas partes de Cantabria.

El Ojáncanu y la Anjana

Los protagonistas más importantes de la mitología cántabra son el Ojáncanu y la Anjana, y ellos en cierta forma representan lo malo y lo bueno respectivamente, debido a que los Ojáncanos se dedican a las maldades y las Anjanas se encargan de cuidar y velar a los humanos. Estos son dos mitades de un todo, con esto nos referimos a que las anjanas siempre están deteniendo a los Ojancanu, ellos raptan a los niños, ocasionan deslaves, derriban árboles, roban ovejas y se las comen por eso la misión de las Anjanas es detenerlos. A pesar de ser completamente diferentes, las anjanas también tienen sus contrapartes malas y en el caso de los Ojancanu también tienen su contrapartida buen.

https://www.youtube.com/watch?v=kKMK9d9Btj0

Actualizado el 10 octubre, 2018