3 sitios arqueológicos en Perú

3 sitios arqueológicos en Perú increíbles

Perú es tierra agraciada por los legados arqueológicos que dejaron en su territorio las civilizaciones incas primitivas que asombran a los expertos y al mundo entero. En este post te invitamos a conocer en particular 3 sitios arqueológicos en Perú, que son Pisac, Puca Pucara y Racchi por sus características particulares, su historia y funcionamiento, así como por sus aportes al acervo cultural de la Nación peruana y del mundo.

3 sitios arqueológicos en Perú

3 sitios arqueológicos en Perú

El Perú es un país que ha sido favorecido por la sapiencia y constancia de sus antepasados, que dejaron grandes legados de tipo cultural, científico, al igual que en obras que es posible observar en diversos lugares del Cusco que aún hoy maravillan y sorprenden a los más aguzados expertos.

Son varios los vestigios que han dejado esa primitiva civilización que han enriquecido la cultura peruana. Son sitios llenos de inspiración, arte, historia y leyendas, que merecen ser conocidos y contemplados, pues ayudan al ser humano a detenerse en el tiempo para reflexionar y apreciar estas magníficas obras.

Entre estos legados son bien conocidos, por supuesto, Machu Picchu, el complejo arqueológico de Moray y las salineras de Maras. 

Sin embargo, en este post nos referiremos específicamente a 3 sitios arqueológicos en Perú, que son emblemáticos de la región del Cusco. y que han sido reconocidos como lugares que se deben preservar como acervo de la humanidad. Estos lugares son: Písac, Puca Pucara y Racchi, que ofrecen a todo el que los visita la herencia dejada por los incas.

3 sitios arqueológicos en Perú

Las historias plasmadas que nos aportan estos sitios en lo que a arquitectura se refiere, guardan rasgos misteriosos que despiertan en el observador interrogantes por saber más.

Ese es el poder humano de maravillarse y procurar comprender lo que se percibe y aprehender lo necesario para seguir el viaje enriquecidos por el nuevo conocimiento. En Mitología inca es posible conocer más detalles de esta civilización.

Es preciso aprender de ese legado arquitectónico milenario que encontramos en estos 3 sitios arqueológicos en Perú, Písac, Puca Pucara y Racchi, cada uno de los cuales presenta formas distintas de cómo los incas trabajaban las tierras. Te recomendamos la lectura de Apus incas para conocer las creencias de esta civilización.

Písac uno de los 3 sitios arqueológicos en Perú

Es un importante yacimiento arqueológico del Valle Sagrado de los Incas, también llamado la “Ciudad de la Torres, en virtud de las más de veinte torres construidas en los bordes salientes de la montaña.

Estas torres exhiben un impecable acabado de construcción, similar al de las construcciones de Sacsayhuaman, la conocida “fortaleza ceremonial” inca que se encuentra a dos kilómetros al norte de la ciudad de Cusco.

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Los expertos no dudan en señalar que es uno de los centros monumentales de mayor belleza en el valle. Ello se debe a que en Písac se combina el paisaje con el magnífico acabado arquitectónico de sus construcciones.

El nombre Písac proviene del vocablo quechua pisaq o p’isaqaq, que significa “perdiz”, que es la misma figura que forma la edificación en el área en la que está enclavado este parque arqueológico.

Además, este término tiene una importancia particular, ya que el mismo está vinculado con aspectos de espiritualidad, misticismo y valores espirituales que el ser humano debe desarrollar.

Este es un rasgo distintivo de la arquitectura inca que es emplear en sus construcciones trazos figurativos de animales. No se sabe la función exacta de Písac, pero se le ha asociado con las obras hidráulicas existentes en el lugar, que de alguna manera se comparten entre los 3 sitios arqueológicos en Perú, aquí descritos.

3 sitios arqueológicos en Perú

El yacimiento Písac tiene una extensión de 9,063 hectáreas y presenta dos zonas bien definidas. Por un lado, se encuentra la zona antigua, ubicada en la parte alta. Este es un sitio arqueológico incaico, y, por el otro, está la actual, situada en el valle y data de la época colonial.

En Písac tiene su plaza principal de muchos coloridos y entretenimiento con infinidad de artículos artesanales a la venta.

Los conocedores del lugar señalan que este pueblo es igualmente conocido por servir de observatorio astronómico.

La arquitectura de las distintas edificaciones del pueblo muestra una construcción mestiza erigida sobre restos indígenas llevada a cabo por el virrey Toledo.

En el lugar se celebra misa en lengua quechua en medio de indígenas y varayocs, que en idioma quechua significa persona mayor de edad, con autoridad y jefe de la comunidad indígena o alcaldes regionales.

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Se hace evidente en el sitio la forma cómo los agrónomos incas resolvieron el problema de plantar en pendientes de los cerros.

Písac se ha convertido en una popular atracción turística, siendo parte de todo el complejo arqueológico incaico junto con el poblado de Ollantaytambo, puerta de acceso al Valle Sagrado de los Incas, y con el famoso centro Machu Picchu.

Ellos conforman el circuito arqueológico del Cusco, que ha servicio de fuente de ingresos importantes para la comunidad, además de la práctica de la agricultura de subsistencia, practicada en cada uno de los 3 sitios arqueológicos en Perú.

Es un parque arqueológico muy visitado por pobladores de las zonas adyacentes y por turistas de todo el mundo. Por éstas y muchas otras razones, Písac fue declarado Parque Arqueológico con la Resolución Directoral Nacional N° 429-2002.

¿Dónde se ubica?

Este maravilloso complejo arqueológico está ubicado en el distrito que lleva el mismo nombre de la provincia de Calca, al este de la cordillera de Vilcabamba, dentro del Valle Sagrado de los Inca.

Está emplazado en el cerro más alto de la ciudad, erigido sobre una superficie seca y rocosa. Se halla exactamente a 30 kilómetros de la ciudad del Cusco en el Perú.

Historia

Písac es un pueblo andino con mucha tradición, el cual fue construido sobre restos indígenas de la época del Virrey Francisco de Toledo.

En toda la localidad se puede evidenciar su bagaje cultural en su gente, las tradiciones como las misas quechuas, las celebraciones patrias y fiestas culturales, en sus esculturas y edificaciones arqueológicas.

Cada una de ellas da cuenta de su antepasado glorioso y que es parte de su encanto, que se puede percibir hasta en la forma en que se llevan los cultivos con la aplicación de la astronomía, ciencia usada en el pasado por sus habitantes.

Como todas las regiones incaicas, Písac no escapa a las leyendas entretejidas por el imaginario popular.

Así, por ejemplo, es muy conocido el relato de la estatua que hay en el pueblo, referido al cacique del pueblo Huayllapuma, quien tenía una  tenía una hija princesa de nombre Inquill, a la que debía casar con aquel hombre que lograra construir, en sólo una noche, el puente sobre el río Willcamayu, hoy conocido como Vilcanota o Urubamba.

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El puente en cuestión revestía gran relevancia para la defensa del lugar. Aun cuando se trataba de un trabajo de envergadura, un apuesto príncipe llamado Asto Rímac aceptó el reto, pues era su deseo pedir la mano de la princesa y desposarla.

A Asto Rímac le fue conferido por parte de las autoridades del lugar todo lo necesario para llevar a cabo su cometido.

La princesa, por su parte, debía subir un cerro sin voltear en ningún momento; porque, si lo hacía, tanto ella como su prometido quedarían convertidos en piedra.

Al aproximarse el amanecer, el príncipe ya casi había terminado la obra; sin embargo, Inquill no pudo soportar más y volteó, por lo que de inmediato quedó convertida en piedra hasta el día de hoy.

Puca Pucara uno de los 3 sitios arqueológicos en Perú

Puca Pucara es una construcción militar que se localiza también en las inmediaciones de la ciudad del Cusco, y está conformada por una fortaleza que cuenta con grandes muros, terrazas y escalinatas.

Dicha fortaleza formaba parte del conjunto defensivo del Cusco, como protección tanto de la ciudad como del Imperio inca en general. Puca Pucara, o Pukapukara como también se le conoce, significa “fortaleza roja, por el uso de piedras rojizas que se emplearon en edificación.

No obstante, el nombre verdadero está documentado en los escritos dejados por los cronistas de los siglos XVI y XVII, en los que no figura el término Puca Pucara, sino Tambomachay que se traduce como lugar de descanso

Esta fortaleza está incluida dentro del complejo de construcciones  arqueológicas cercanas a la capital del extinto imperio, la Ciudad Imperial de Cusco.

Constituye uno de los recintos arqueológicos más relevantes del perímetro de Cusco y conforma junto con las fortalezas arqueológicas de Sacsayhuaman, Qenqo y Tambomachay, un circuito de estructuras arquitectónicas impresionantes que bien merecen la visita que se haga a cada una de ellas.

Los conocedores del lugar señalan que el propósito de este yacimiento era controlar a todas las personas que llegaban a Cusco. Así se ha evidenciado mediante los trabajos de cronistas como Garcilaso de la Vega, en el que señala que había un lugar en el área del Cusco, en el se tenía un control de las personas y se refería en específico a Puca Pucara.

Dentro del calendario inca se conmemora el 22 de marzo el equinoccio y para su celebración los incas edificaron varios accesos con una alineación perfectamente encuadrada con la salida del sol.

Puca Pucara era una de esas edificaciones alineadas. Esto sucede cada amanecer del equinoccio de marzo, pues este fenómeno significa el inicio de un nuevo ciclo y, en particular, para los incas, el inicio de las cosechas.

Tal evento muestra la sabiduría incaica en lo que a la observación astronómica se refiere, sin embargo, su función aún es incierta.

Actualmente es un lugar de visita obligada al llegar a los alrededores de la Ciudad Imperial, antes de conocer Machu Picchu. Esta fortaleza ofrece al visitante vestigios de lo que fue la arquitectura militar que desarrollaron los incas, y que funcionó, además, como centro administrativo.

¿Dónde se ubica?

Este sitio arqueológico se localiza en el corazón del territorio peruano a 7 kilómetros del Cusco y se encuentra a unos 3,850 metros sobre el nivel – del mar, específicamente en la carretera Cusco-Písac.

Debido a encontrarse en una plataforma elevada se le dio la denominación de fortaleza.

Se le considera una maravilla arqueológica por el fino acabado arquitectónico de sus estructuras.

Características

En el sitio se encuentran andenes, habitaciones, terrazas superpuestas, escalinatas y pasajes, que conformaban espacios pensados para los caminantes que llegaban al lugar.

Asimismo, tiene unos muros sólidos que se consideran una obra de arte, en los que se configuraron diseños iconográficos, que han sido objeto de estudio por los investigadores del Museo de Piedras Cusco Rumi Llaqta.

Se han podido identificar imágenes de un oso andino y un pez. Fueron configurados para enriqueces la arquitectura inca y rendirle culto a los animales.

La configuración del oso andino en los muros se debe a su importancia para los incas, pues se decía que era el guardián de las chakras, protector de los rebaños.

Asimismo, el pez se cree que se configuró pues para los andinos tiene un significado especial, ya que si los peces rebosan las aguas profundas del lago o del río, es decir, se salen de las aguas, será un año de pocas lluvias.

En cambio, hacen lo contrario y permanecen en sus aguas, significa que será un año de abundancia de lluvias. De forma tal que mediante la observación del comportamiento de esos peces, las personas podían predecir climas, tiempos.

De allí que se configurar sus imágenes en el muro era forma de rendirles culto y homenajes a esos animales. La joya de la maravilla de la arquitectura inca se ve revalorizada por estos nuevos hallazgos.

Desde Puca Pucara se puede acceder a uno los cuatro suyos, en lengua quechua suyu, que significa “región”, siguiendo un camino empedrado que parte desde este centro.

El suyo aquí referido es el Antisuyo, el cual junto con el Chinchaysuyo, el Collansuyo y el Contisuyo, conforman el conjunto de los cuatros suyos, en conjunto conforman el Tahuantinsuyo, que se traduce como “los cuatro suyos” y que eran las cuatro grandes divisiones territoriales del Imperio de los incas.

En el centro del sitio se hallan varias kallankas o habitaciones  rectangulares, alargadas, sin divisiones. Estas servían como alojamiento para una noche para los caminantes, que debían seguir su rumbo al día siguiente.

Una vista aérea del lugar muestra una plataforma circular dispuesta en este lugar lo que generó ciertas interrogantes sobre el por qué de esta plataforma en ese sitio elevado y la explicación es que los indígenas la empleaban para hacer ofrendas a los Apus o espíritus de las montañas, como a la Pachamama.

Puca Pucara era, entonces, un lugar multifuncional, ya que allí se podían efectuar actividades religiosas, astronómicas, servir de punto de control y también de Tambo, que era el lugar de hospedaje para el caminante.

Racchi

Racchi, que en lengua  quechua se escribe raqchi, es el parque arqueológico caracterizado por ser el asentamiento de viviendas y templos que se dedicaron a la deidad Wiracocha, dios creador del mundo para muchas culturas de la región andina.

Este sitio arqueológico también es conocido como el Templo de Wiracocha, por esta emblemática construcción que domina el sitio.

Por un lado, la historia señala que Racchi se construyó en el siglo XV cuando gobernaban los incas de Wiracocha, Pachacútec y Túpac Yupanki.

Sin embargo, en excavaciones realizadas posteriormente se han podido encontrar restos cerámicos de culturas pre-incas, con lo cual se estableció que Racchi era lugar sagrado para civilizaciones anteriores a los incas.

No obstante, según los documentos dejados por el inca Garcilaso de la Vega, da cuenta de estos tres incas y señala este asentamiento arqueológico se comenzó a construir a inicios del siglo XV, durante el gobierno de Wiracocha, quien en el momento era el octavo gobernante del Cusco, quien, a menudo, es confundido con el del mito.

Luego, entre 1439 y 1471, se completó una segunda etapa durante el gobierno de Pachacútec, y la tercera etapa la terminó, según Cieza de León, el Inca Túpac Yupanqui, entre 1471 y 1493.

Interesante es la leyenda de Wiracocha, quien, de acuerdo con la leyenda, tenía como nombre original Hatun Tópac, pero lo cambió luego de un sueño que tuvo con el dios, con la idea de consolidar su posición, puesto que no era hijo Yahuar Huácac, el inca anterior, pero sí era de su dinastía.

Wiracocha se enfrentó y venció a los pueblos vecinos de los ayamarcas y guayamarcas que intentaban conquistar su zona. Sin embargo, resultó derrotado por los chancas, quienes lo derrocaron y ocasionaron su exilio.

No obstante, quedó su legado producto de una intensa labor constructora que incluía el recinto en cuestión.

Almacenes o colcas

En el sitio se encontraban en la parte externa al este del templo de Wiracocha 156 almacenes que se caracterizaban por su planta circular que medía ocho metros de diámetro y cuatro metros de altura.

Estaban dispuestos de manera paralela y, además, no tenían la forma cuadrada de muchas otras estructuras en el imperio. Se empleaban principalmente para guardar granos como el maíz y la quinua, papa, chuño, pescado seco traído de la costa.

También se almacenaba carne seca de alpaca, traída desde la meseta del collao, para los ceremoniales y, principalmente, para repartir en los diferentes suyos o regiones. ​

Asimismo, alrededor del lugar hay terrazas de irrigación y un manantial con baños de uso religioso. Es de señalar que en los 3 sitios arqueológicos en Perú se empleó igual sistema de irrigación.

¿Dónde se ubica?

El parque arqueológico Racchi se ubica en el distrito de San Pedro en la provincia de Canchis, una de las trece que conforman el departamento de Cusco, Perú.

Está a unos 119 kilómetros al sudeste de su capital y paulatinamente se le ha ido incluyendo en los distintos circuitos turísticos de la zona, en los que se encuentran la ciudad de Cusco, Sacsayhuaman, Coricancha, Pisac y Ollantaytambo,  

Desde el sitio es posible llegar al poblado de Racchi, en el Valle sur, muy cerca de las ruinas de Piquillacta y pertenece al Qhapac Ñan o Camino Inca.

Cerca del asentamiento arqueológico se localiza el río Vilcanota y presenta un clima es templado, marcado por la altitud de 3.550 metros.

El asentamiento se expande por una ladera unos 11 kilómetros cuadrados en la que es posible observar la serie de construcciones arquitectónicas de piedra y adobe que lo conformaban, distribuidas por sectores que tenían funciones específicas; a saber: administrativas, religiosas, militares, entre otras.

El lugar estaba rodeado por un muro perimetral de unos cuatro kilómetros de longitud y tenía un foso. En el exterior había un tambo, que podía ser depósito o albergue y contaba con ocho edificios.

El templo solía acoger las delegaciones y ejércitos del Imperio incaico.

Templo de Wiracocha

La edificación más relevante de Racchi es el Templo de Wiracocha, que era una enorme estructura rectangular de dos pisos que mide 92 metros de largo por 25,5 de ancho.

Se compone de una pared central y dos transversales en forma paralela, hechas de adobe de entre 18 y 20 metros de altura y su base era de piedra andesita. Tiene ventanas y puertas y a ambos lados se encuentra una hilera de 11 columnas circulares con la parte inferior en piedra y la superior en barro.

Estaba dedicada a la divinidad de Wiracocha, la más importante de la religión andina prehispana,

Esta deidad tenía una jerarquía superior junto a Inti, Illapa y Punchao, pero los misioneros españoles al momento de la evangelización a los indígenas se enfocaron en este dios como ejemplo de dios único.

Antes de que fuera destruido por los españoles, los conocedores señalan que este templo tenía el mayor techo que existiera en todo el Imperio incaico.

En la parte más elevada de la pared central tenía una cúspide y cubría las todas las columnas y 24 metros más allá de cada lado.

Estas grandes proporciones y su dominio entre las demás construcciones del lugar, dan cuenta del porqué se denominó todo el complejo como el Templo de Wiracocha.

El Camino del Inca en uno de los 3 sitios arqueológicos de Perú

Esta fue una iniciativa que instauró el Imperio inca, con la cual se creó una red milenaria de caminos que recorría por diversas regiones de varios países actuales como son Perú, Ecuador, Chile, Bolivia, Argentina y Colombia, y que completaba 30 mil kilómetros.

En lengua quechua el Camino del Inca se denomina Qhapac Ñan, que quiere decir “camino principal“, y es famosa porque atraviesa la Cordillera de Los Andes, desde Argentina hasta las zonas montañosas de Colombia, pasando por Cusco, capital del Imperio inca. Para la construcción de esta ruta se emplearon primordialmente piedras.

Esta red de caminos ha sido catalogada como una de las obras de ingeniería más sobresalientes que se halla construido y que ha sobrevivido el paso de los años  manteniéndose hasta nuestros días.

Es un complejo sistema de caminos con tramos que abarcaron áreas de los seis países sudamericanos señalados y que, además, muchos de sus tramos constituyeron la base para la construcción de las carreteras modernas.

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Asimismo, algunos tramos han sido considerados patrimonio protegido por los estados. Uno de los tramos que ha acaparado mayores elogios es el de la ruta de 39 kilómetros que lleva a Machu Picchu.

Para poder abarcar los tramos largos, los incas tuvieron que edificar muros, calzadas, puentes, túneles, escalinatas. Incluso en ciertas áreas se requirió instalar depósitos (colcas) y albergues (tambos).

Actualizado el 25 junio, 2021