La Hamingja es un ángel guardián de sexo femenino según la mitología nórdica. Este ángel se encargaba de acompañar a una persona y lo ayudaba a decidir su suerte y su felicidad. Esta guardiana normalmente aparecía en los sueños de la persona a quien cuidaba, pero aparecía en forma de un animal comparándola con los espíritus de la mitología nórdica, los Fylgja. (Ver Artículo: Fylgja).
Historia de las Hamingja
Según la mitología nórdica, no se sabe cómo estas criaturas fueron creadas, pero al saber que son espíritus, podemos decir que estas guardianas fueron originadas gracias a las fuerzas mágicas.
El nombre Hamingja tiene su significado en español como “Felicidad” o en otras traducciones es conocido como “Suerte”. Como sabemos estas guardianas se transformaban normalmente en formas animales, apareciendo en los sueños, estas se podían considerar como la representación de diferentes facetas del “alma” de la persona protegida, es decir, similar a los Fylgja, según su comportamiento o carácter, esta Hamingja se transformaba en la figura animal que le correspondía a la persona.
Cuando una persona que poseía una hamingja fallecía, esta pasaba a un familiar muy cercano y querido y así esta guardiana podía acompañar y proteger a la familia por muchas generaciones y así podía decidir su suerte y felicidad ya que este era su principal trabajo.
Si era una persona de una naturaleza dócil, se le asignaba un animal de naturaleza tranquila, pero si era una persona de una naturaleza desmedida, entonces se le asignaba un animal salvaje.
En caso de que la persona cometa malos actos que pudieran ofender a los dioses o a la comunidad, estos dioses podían reprobarlo y así menguar a la hamingja. Se dice que si la persona que está protegida por una hamingja es asesinada, entonces el hamingja cometerá suicidio.
Incluso se podía prestar la propia hamingja a un amigo muy querido, teniendo el ejemplo de un caudillo vikingo llamado Hjalti Skeggiason, este caudillo estaba a punto de irse a un viaje sumamente peligroso y para no irse solo, le pidió al Rey Olaf II que le prestara su Hamingja. Había ocasiones en que el hamingja se podía dar como obsequio a un familiar a través de la voluntad propia del dueño original, se podía hacer sin necesidad de buscar algún interés o motivo especial, si la persona lo quería hacer por darle su buena fortuna a un allegado, lo podía hacer.
Fridthjóf y su Hamingja
Existen historias de reyes y personas que poseían esta guardiana a su lado. Uno de ellos aparece en la saga de Irlanda llamada “Saga de Fridthjóf el Valiente” en la que los enemigos de este personaje, llamados Halfdán y Helgi llamaron a dos brujas para que atacaran a Fridthjóf mientras realizaba su viaje hacia las orcadas, las brujas aceptaron y fueron hacia él.
Cuando Fridthjóf estaba en su embarcación, se dio cuenta de que se le acercaba una tormenta y observó a dos mujeres montando una ballena. Fridthjóf se dio cuenta de que estas dos mujeres eran las dos brujas. En la que allí pidió ayuda a su Hamingja llamada Ellidi para que atacara a estas mujeres quebrándole varias partes de su cuerpo. (Ver Artículo: Hécate).
Ellidi utilizando su espíritu guardián, ataco a estas dos brujas junto a Fridthjóf, uniéndose como equipo. Y luego del ataque Fridthjóf junto a su guardiana Ellidi obtuvieron la victoria asesinando a estas dos brujas. Aquí podemos tener una clara demostración de que estos espíritus son poderosas guardianas que siempre protegen a su persona.
Importancia de los Actos y la Conducta
Según la conducta o el estilo de vida de la familia, esta afectaría a la Hamingja cambiando para bien o cambiando para mal. Cualquier acto que cometa algún miembro de la familia podía afectar a la familia en general ya que aunque la Hamingja sea asignada a una sola persona, cada uno de ellos tiene su pequeña porción de protección de esta guardiana.
Es por ello que cada acto, ofensa o falta de la familia o de la persona poseedora de la hamingja es muy tenida en cuenta ya que estas consideradas “manchas” podrían hacer que la reputación de la familia empeore y causando que estas duren por muchas generaciones. El alma de la persona cuando falleciera podía renacer pero teniendo uno de dos destinos, o quedaban en el “Hel” un lugar donde descansaban los muertos o se convertían en fantasmas.
Podemos observar que estas Hamingja son grandes guardianas que siempre nos protegerán y nos ayudaran en nuestras batallas, además de darnos la felicidad y la suerte que necesitamos. Es por ello que si poseemos una Hamingja junto a nosotros, debemos mantenerla siempre a nuestro lado y valorarla en todo momento.
https://www.youtube.com/watch?v=RUOzyhePpwo
Actualizado el 30 mayo, 2018
