Ixtlilton

Ixtlilton, lo que no sabías sobre el dios de la medicina

Ixtlilton, era conocido dentro de la mitología mexicana como el dios negrito, patrono los músicos y del baile. Era considerada la deidad consagrada a la medicina asociado a propiedades curativas.

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El dios Ixtlilton

El dios Ixtlilton en el antiguo náhuatl significaba “rostro negrillo” siendo la raíz de la palabra ixtli que significa rostro, el complemento tliltic es negro y el tontli es diminutivo.  En la dinastía mexicana, Ixtlilton es el dios de la medicina, de las danzas, de los festivales y de los juegos. En similitud por estos roles, se le asocio con los Centzontotochtin.

Ixtlilton también es conocido con el nombre de Tlaltetecuin que significa el señor del agua negra tlílatl. Se llego a decir que estas aguas negras contaban con propiedades curativas las cuales también servía como tinta en la elaboración de los códices.

Ixtlilton “el negrito”, era el dios mexicano de la medicina y la curación, por lo que se hacía llamar también el dios curandero.  Por estas adjudicaciones era considerado hermano como hermano de Macuilxochitl, el dios del bienestar y la buena suerte. También se decía en las historias que era hermano del dios Xochipilli con quien comparte ciertas características y era confundido.

Mito del dios Ixtlilton

Se dice que Ixtlilton era un dios al que le hacían retóricos de tablas pintadas, como especie de trono, donde era destacada su imagen. En este templo había muchos lebrillos y tinajas de agua. Todas las vasijas estaban tapadas con tablas y a estas aguas las llamaban tlílatl, una especia de agua negra.

Se dice que cuando los niños se enfermaban, eran llevados al templo del dios Ixtlilton y abrían una de aquellas tinajas para darles de beber al niño de esa agua y con ella sanaban. De igual manera, cuando alguna persona quería hacer una celebración a este dios, respondiendo a su devoción, llevaban su imagen a  sus hogares. La imagen del dios Ixtlilton, no era una pintura sino una persona que lo representaba portando el vestuario y los ornamentos de este dios.

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Templo y culto

El templo del dios Ixtlilton era conocido como el Tlacuilocan, que denotaba el “lugar del escribano”. Varios escritores señalan que es negrito era el patrono de músicos y danzantes profesionales.

Los pasos a seguir eran que cuando alguien quería hacer una fiesta en su honor, debía primero recurría ante los religiosos del dios Ixtlilton y los llevaban a su casa. Por otro lado, los músicos y bailarines encabezaban las comparsas de quienes vestían con los atuendos del dios. (Ver articulo: Toci)

Para que la celebración fuese completa, debían también tener comida y bebida y luego de comer y beber era que comenzaban a danzar y cantar en honor de a quien festejaban. Los músicos tocaban el tambor y el teponaztli, un instrumento indígena.

El sacerdote que personificaba al dios Ixtlilton encabezaba el baile y luego la gente lo seguía. Para el baile especial se unían en parejas o en grupos de tres en tres, formando un gran círculo, según la cantidad de los invitados, los cuales llevaban flores en las manos, y ataviados con plumajes.

Después del baile, traían una o dos tinajas con bebidas y luego el anfitrión del festejo hacia una especie de pago. También en medio del ritual le ofrecía cuatro tinajas de agua negra al sacerdote del dios que representaba a Ixtlilton. (Ver articulo: Xochipilli)

Con respecto a estas tradiciones, se tenía una creencia, si se descubría alguna suciedad dentro de la bebida, eso significaba que el anfitrión de la fiesta era hombre de mala vida, adúltero o ladrón. Esta sensibilidad de la cual gozaba lo hacía relacionar al dios Ixtlilton con los dioses asociados con todo lo referente a lo sexual.

Se dice que no solo los niños enfermos se beneficiaban de la famosa agua negra, también los padres de los niños gozaban del tratamiento que ofrecían durante las fiesta de esta deidad, cuya reliquia era llevaba a la residencia de los padres agradecidos con el favor recibido, haciendo bailes, ceremoniales y demás ofrendas ante él.

También se tenía la creencia de que el dios Ixtlilton destapaba las jarras frescas de licor que eran dispuestas para la fiesta. Se señalaba también que el dios acababa con el entretenimiento realizándole un examen a la bebida con un esculapio azteca el cual era colocado en las jarras de pulque ofrecidas en su honor, y que debían permanecer allí para su consumo diario.

El sacerdote que representaba al dios Ixtlilton se presentaba en el ritual con una máscara para esconderle la cara de las burlas que pudiera ser objeto durante el acto.

https://www.youtube.com/watch?v=mOLS95s8xwg

Actualizado el 13 junio, 2018