Yata no Kagami forma parte de las herencias que conforman las tres riquezas de Japón, se han resguardado desde tiempos remotos. Se cuenta que las tres riquezas fueron un obsequio que han otorgado los dioses, la espada, la magatama y el espejo Yata no Kagami. En esta ocasión hablaremos del espejo, un símbolo imperial que se perdió con el tiempo por incendios y actualmente sólo hay un duplicado del mismo.
Se cuenta que Yata no Kagami está resguardado en el templo de Ise, pero es una información que no ha sido desmantelada, ya que durante muchos años el espejo fue quemado y hurtado en diferentes ocasiones. Por lo que, a partir de lo que quedó de Yata no Kagami se hizo un duplicado, sin embargo, no hay certeza de su existencia.
La simbología de los obsequios es de gran relevancia en las creencias japonesas, en primer lugar, quienes portaban estos objetos representaban el poder que se les había otorgado. Por esta razón, las personas eran respetadas, estos objetos tienen varios significados según cada objeto, por ejemplo, en el caso de la yata no kagami simboliza la verdad que hay dentro de la persona.
Simbología del Yata no Kagami
El Yata no Kagami es la representación de un espejo de bronce, está diseñado de manera octogonal. Simboliza el saber, la sinceridad, la confianza de que las cosas tomarán su camino.
Para los japoneses, normalmente los espejos son el canal que nos permiten observar la realidad, para los antiguos soberanos era un objeto que se usaba con frecuencia, ya que mostraba la superficie que guarda una verdad. En el momento de cambio de trono, el Yata no Kagami que se utiliza es un duplicado, porque como se ha mencionado anteriormente el Yata no Kagami fue destrozado con el tiempo. (Ver artículo: Izanami)
Mito del Yata no Kagami
La tradición cuenta que la formación de la primera dinastía apareció de una manera bastante extraña. Aparentemente la bellísima diosa del sol, otorgó al primer gobernante tres amuletos que se tienen que conservar a capa y espada con la condición de que él sería la única persona que podría observar estos amuletos que eran la espada, el Yata no Kagami y el Magatama. 
De este modo existiría una conexión estableciendo acuerdos entre cielo y tierra, los tesoros eran el comprobante que se tenía para poder demostrar que el acuerdo era real, de esa manera nacieron las tierras niponas. Un detalle característico del mito, es que la diosa Amaterasu los regalos que obsequió tenían un color que se relacionan al brillo que poseen las estrellas.
Historia de Amaterasu
Ella es la deidad que se relaciona con la alegría, la fecundidad y el baile. Es una de las principales figuras que lograron que Amaterasu saliera de la cueva donde se había resguardado.
El dios Susanoo deidad de los mares, tuvo un pleito con su hermana Amaterasu deidad de la estrella principal de nuestro universo. La soberbia que lo gobernaba hizo que acabara con las tierras cultivadas, arrasó con el lugar donde se diseñaban las vestimentas de los dioses y las personas que se encontraban allí salieron despavoridas. 
Amaterasu al observar tal cosa, se fue a una caverna por el temor que le produjo las maldades de su hermano. El universo se transformó en oscuridad y como resultado los dioses malos empezaron a rodear todas las zonas. En vista de lo que estaba sucediendo, las deidades optaron por crear un plan para que Amaterasu saliera de la cueva.
La diosa Ama no Uzume decidió pararse sobre un banco y empezó a danzar de tal manera, que pasó a un estado de trance. En medio de su baile se le desató su vestido y quedó al descubierto frente otros dioses que la acompañaban, el episodio ocasionó carcajadas en unísono. Por tal motivo, la diosa del sol decidió asomarse un poco desde la caverna y observó la imagen que se reflejaba de ella en un Yata no Kagami que sostenían otras dos deidades. Amaterasu poco a poco fue saliendo de la caverna.
Relación del Yata no Kagami y el símbolo del judo
El símbolo que representa el judo se ha malinterpretado, porque consideran que es una flor de cinco puntas, pero es equívoco. En realidad, significa el contacto divino con las deidades, a través de los obsequios celestiales y la representación del yata no kagami por sus ocho uniones siendo un objeto que refleja nuestro verdadero ser.
Actualizado el 16 agosto, 2018
