omamori

¿Quieres saber qué son los omamori? Apréndelo aquí

Adentrarnos en el conocimiento de los omamori, como uno de los engimonos -amuletos- más conocidos y representativos de la cultura japonesa, nos lleva inevitablemente a adentrarnos en la importancia que adquieren dentro del sistema cultural nipon, la simbología y su consecuencial carga energética.

 

“Mae muki ni ne” 前向きにね que significa “mantente positivo”

Dentro de la cultura y mitología japonesa, se implementan una serie de engimonos -amuletos- con el fin de atraer la buena fortuna y alejar los malos augurios de la suerte traídas por los malos espíritus, cuya presencia de remonta a los primeros textos sagrados de la historia de Japón, como el Nihonshoki.

Siendo así, dentro de la cultura milenaria japonesa, los omamori son considerados amuletos cargados de una gran carga energética que se presentan diseñados como una especie de bolsas de tela, que son selladas en la parte superior con un lazo representativo, del cual más adelante estudiaremos su simbología y que sella y conserva un papel, que en su interior, contiene escrita una bendición que traerá buenos augurios a quien la posea.

Esta bendición contenida en el interior del omamori, regirá el destino de la persona durante un año, transcurrido este tiempo, éste debe ser llevado a uno de los innumerables templos shintoistas y ser quemado, para que todas las energía que haya recogido el omamori transmuten a otros planos astrales.

Los omamori tradicionales adquiridos durante viajes a Japón, llevan grabados el nombre del templo sagrado donde fue adquirido y el escudo que lo representa, lo cual aumenta su valor simbólico y el carácter sagrado que lo envuelve, de allí se deriva el enorme respeto con que es manipulado, pues éste nunca debe ser abierto, ya que suele creerse que esta acción desencadenaría que toda la bendición contenida dentro de éste se esparciera por los vientos.

En la actualidad, en pro de asegurar la expansión de la cultura nipona más allá de sus fronteras, se admite que se comercialicen diariamente millones de pedidos de omamori a nivel mundial, sin que esto implique que los omamori pierdan su importancia simbólica y su relevancia cultural dentro del complejo sistema cultural japonés.

La creencia del japonés en la protección espiritual que brindan los diversos enigmonos -amuletos- que componen su cultura, entre los cual los omamori son apenas una pequeña muestra de los cientos de amuletos que es posible encontrar, se hace necesario comprender la influencia de la estructura religiosa japonesa en este tema.

En Japón confluyen dos grandes corrientes religiosas, a saber: el shintoismo y el budismo, esto trae como consecuencia, que exista un notable arraigo del pensamiento espiritual y de la creencia de diversos kamis que se remontan hasta los ancestrales relatos relacionados con el mito de la creación del mundo, contenidos en el Nihonshoki.

Actualmente se estima que más del 80% de la población nipona practica el shintoismo el cual basa su dogma de fe precisamente en la veneración de los miles de kamis, lo que convierte al nativo en una persona profundamente espiritual, muy creyente de las relaciones que entabla con las energías de los espíritus.

Dentro de las prácticas más arraigadas del shintoismo se encuentra precisamente el uso de diversos engimonos, entre los cuales destacan los omamori, pues éstos constituyen una manera tradicional de venerar a los kami, de invocar su presencia y también de mantenerse a raya de aquellos cuya energía resulta en ocasiones perjudicial, como el kami del fuego: Kagutsuchi, por lo que estos son utilizados con diferentes fines: para el amor, el trabajo, la salud, entre otros aspectos resaltantes de la vida del ser humano.

Conociendo entonces las raíces culturales que dieron origen al uso de este conocido amuleto, pasemos entonces a conocer sus particulares, ¡Veamos!

Como ya hemos señalado, el omamori es una especie de bolsita de tela, que contiene un hilo colgante, que permite a quien lo posee, llevarlo siempre consigo, bien sea como una especie de collar, a buen resguardo en sus bolsillos, colgados de sus bolsos o carteras, o expuesto visiblemente en sus vehículos.

La función asignada a los omamori está directamente relacionada con el verbo que da origen a su nombre, pues éste proviene del verbo mamoru, que en japonés significa: defender, cuidar y proteger; por lo que los omamori nos protegen y defienden de los malos espíritus.

Los orígenes históricos de los omamori, dentro de la milenaria cultura japonesa se remontan al siglo XVII, época durante la cual Japón atravesaba el período Tokugawa -que va, desde el año 1603 hasta 1868- época durante la cual la sociedad nipona experimenta un resurgir de la vida cultural y artística, así como la consolidación y expansión de las prácticas shintoistas.

En un principio, los omamori eran elaborados en los templos shintoistas por las miko, que fungía como las sacerdotisas del templo, a las cuales le era encomendada la misión de elaborar a mano los omamori, así como el cuidadoso bordado a mano con sus respectivos motivos; esta práctica se ha venido llevando a cabo, aunque a menor escala, debido a que su producción en serie, ha dado paso a la instauración de una masificación industrial con el fin de aumentar el volumen de venta a nivel internacional.

En su concepción tradicional, los omamori eran bendecidos por los sumo sacerdotes del templo shintoista, en una ceremonia mediante la cual se le otorgaba carácter sagrado a estos amuletos, con el fin de lograr su equilibrio energético en favor de aquel que lo poseyera.

Se suele considerar que estos nunca deben ser abiertos, porque de esta manera la carga energética de la bolsa resultaría disipada por los aires; sin embargo, lo que suele hacerse es que son renovados cada año, en la ceremonia de año nuevo, y debido a su carácter sagrado, estos son devueltos al templo donde el cual se obtuvo, pues jamás deben ser tirados a la basura.

Se puede observar entonces el arraigo cultural que han poseído los omamori dentro de la cultura japonesa y el avance que ha alcanzado el mismo, puesto que en sus orígenes, estos eran realizados en tablones de madera fina que eran colocados en los hogares, y en una época llegaron a ser elaborados hasta en papel.

Actualmente estos son elaborados en telas de diversos colores y sus bordados realizados con finos hilos en los cuales se colocan los templos o lugares en los que ha sido adquirido. Estas bolsas elaboradas usualmente en seda, reciben el nombre de omamori-bukuro y es la que contiene en su interior una frase -bendición- que ha sido seleccionada y bendecida por un monje.

Usualmente, esta frase está escrita sobre un fino pergamino, aunque también se habla que puede ser hecha en cartón o finas tablas de madera, siempre de tamaño mediano, y va acompañada del año y del Dios regente para el año en específico, de acuerdo al horóscopo japonés.

Tipos de Omamori.

Generalmente, la protección que realizan los omamori es general, considerándose que pueden blindar a los individuos frente a cualquier daño al que pudieran hacerle frente. Sin embargo, esto no obsta para que sean elaborados omamori con específicos de acción y protección espiritual, a saber:

Kaiun – (開運)- Para la buena fortuna.

Uno de los más buscados por turistas y nativos, pues brinda una protección general en todos los aspectos de la vida y atrae hacia nuestras vidas la buena fortuna. Se considera que llevarlo puesto atrae hacia nosotros la protección de todos los kami de la buena fortuna, brindándonos así protección general donde quiera que vayamos.

Yakuyoke – (厄除け) – Contra las malas energías.

Dentro de las creencias que caracterizan la sociedad nipona, está la existencia de kamis negativos, de espíritus del mal, que siempre gravitan a nuestro alrededor, con el fin de hacernos daño a la menor vacilación, frente a esto, el omamori yakuyoke brinda la protección general frente a las malas energías, manteniéndonos a salvo de todo mal.

Shiavase – (幸せ) Para la felicidad.

Bien sea porque es el mayor anhelo durante nuestra vida o porque sea un estado mental que alcanzamos con nuestras decisiones y acciones, lo cierto es que el omamori shiavase, presta esa ayuda energética adicional y necesaria para que la felicidad gravite hacia nuestras vidas, para desenvolvernos siempre en ambientes de armonía y tranquilidad.

Kin’un – (金運) ¡Que no falte el dinero!

En estrecha relación con la búsqueda de la felicidad, no es menos cierto que la obtención del dinero como un medio para alcanzarla, es -y seguirá, siendo- una de las principales aspiraciones del ser humano. El omamori kin’un permitirá equilibrar las energías de la prosperidad y abundancia para que el rojo sea el color que nunca llegue a tus cuentas bancarias.

En-musubi – (縁結び) – ¡Que viva el amor!

Junto a la felicidad, atraer el amor verdadero a nuestras vidas, es una de las mayores inspiraciones del ser humano, para lograrlo, usa el omamori en-musubi, el cual te conectará con todas las energías espirituales del amor y el romance. Puedes utilizarlo bien sea para lograr conseguir a tu ser amado ideal o, si estás dentro de una relación para consolidar el amor y la unión dentro de la pareja.

Kenkou – ¡Potencia tu salud sexual!

Muy relacionado con el anterior y con una concepción espiritual y tántrica del sexo, se suele considerar que a través de éste, las almas se conectan y liberan energías, bien sea negativas o positivas por lo que específicamente en el templo de Kanayama, se vende este omamori kenkou para fomentar las energías sexuales. Ahora bien ¿Sabías que lo obtenido por la venta de este omamori es donado por este templo a las asociaciones que trabajan contra el VIH/SIDA? ¡Loable iniciativa, sin duda!

Anzan – (安産) ¡En la dulce espera!

Durante el parto, momento en el cual se produce la necesidad de cuidar tanto a la madre como al futuro bebé, se usa omamori anzan para que ambos estén a salvo de las energías negativas, procurando así que todo transcurra en armonía durante la dulce espera.

Gakugyō-jōju – ((学業成就) ¡Se un profesional exitoso!

El éxito profesional y el progreso académico son aspectos muy valorados dentro de la sociedad nipona, y en el mundo occidental en general, por lo tanto el omamori gakugyo es ideal para atraer las energías de concentración y lucidez mental para hacer frente a esos desafíos académicos importantes que suelen generar estrés durante la vida universitaria.

Kenkō – (健康) – ¡El bien fundamental!

Dentro de las creencias orientales, ocupa un lugar privilegiado la preservación de la salud, por eso llevan una alimentación tan especial y rigurosa y de ella surgen toda la milenaria cultura del té y sus beneficios; siendo así, espiritualmente también se pide por favores de salud, con el uso del omamori kenko, que contribuirá a obtener una salud formidable y una vida plena.

Kanai-anzen – (家内安全) ¡Bienestar y armonía familiar!

A través de este omamori kanai, podrás atraer a tu hogar toda la paz y prosperidad necesaria para vivir en un ambiente de armonía junto a tus seres queridos, solo debes colocar este omamori en la puerta principal y verás cómo se produce un equilibrio energético

Omamori deportivos… ¡Para obtener todas las medallas de oro!

Para el año 2020 se celebrarán en la ciudad de Tokio los Juegos Olímpicos, el hecho de que Tokio haya sido designada por segunda vez en la historia como sede de este evento deportivo, originó que se comenzará desde ya, a alentar todas las buenas energías para que los participantes obtengan el mejor rendimiento atlético en sus competencias.

Para ello, en el Santuario de Kanda, se comenzó la venta y exhibición de omamori deportivos, instruyendo a nativos y turistas a realizar su compra en este lugar, antes del inicio de las Olimpiadas y proceder a devolver los omamori a este mismo templo sagrado, a través de una quema colectiva que será celebrada en el mismo momento en que culmine la ceremonia deportiva.

¿Omamori para el Nintendo?

Pues sí, existe en Tokio un santuario dedicado especialmente a las actividades relacionadas con la tecnología: el Kanda Myojin, el cual cuenta con una antigüedad de 800 años, pero que debido a su cercana ubicación a las grandes compañías tecnológicas constituye uno de los preferidos por la cultura geek que diseñó un omamori para pedir la protección especial de los equipos electrónicos.

Por lo tanto, es usual ver a los grandes empresarios del ramo, acudiendo al santuario para obtener omamori que reparten entre sus empleados y clientes para pedir no sólo éxito comercial en sus productos, sino también invocando la protección de los kami, para que grandes marcas japonesas como Nintendo, permanezcan posicionadas dentro del mercado mundial por la calidad de sus productos.

Los Ofuda – Para la protección del hogar.

Dentro de las categorías de omamori, que como hemos mencionado, existen aproximadamente más de 800 categorías de los mismos, existe un tipo especial diseñado para la protección específica del hogar: Los Ofuda.

Este se presenta como una especie de tablilla de madera, que es colocado en la entrada principal de los hogares y residencias y a diferencia del omamori tradicional, no se encuentra envuelto en una bolsa de tela, sino que tanto la tablilla como el mensaje plasmado en ella, son de pública visualización y lectura tanto para los miembros del hogar, como para quienes lo visiten.

De acuerdo al carácter sagrado que es otorgado a los omamori, se considera que este debe ser cambiado anualmente, pues durante este período el recoge todas las malas energías en el hogar, por lo que debe ser quemado ante una ceremonia sintoísta y adquirir uno nuevo que continuará protegiendo nuestro hogar.

Aspectos económicos de la venta de omamori.

La obtención de un omamori en un viaje turístico a cualquier templo shintoista ubicados a lo largo y ancho del Japón, constituye un aspecto común de estos viajes, por lo tanto estos también cumplen un importante objetivo económico, debido a que su venta tanto a turistas como nativos permite que los monjes y santuarios obtengan sus propios recursos, siendo el mejor mecanismo de ingreso y autofinanciamiento.

De igual manera, su venta a través de portales electrónicos como Amazon o Ebay, se traducen en importantes ingresos para aquellas compañías que se dedican a la difusión de la cultura nipona a lo largo y ancho del mundo, puesto que un omamori tiene un costo entre 300 y 500 yenes, aproximadamente 50 dólares americanos, lo que llevado a importantes volúmenes de venta representa ingresos importantes que usualmente suelen ser derivados a organizaciones de beneficencia social en favor de los más necesitados, llegando incluso estos ingresos a ser donados a los cientos de templos shintoistas para su conservación y mantenimiento, pues éstos resaltan como puntos de atractivo turístico dentro del territorio japonés.

Y si no puedes ir a Japón…. ¡Elabora tu propio omamori!

Hemos visto que la búsqueda de la espiritualidad es una constante del ser humano, acercándose a ella a través de diversas religiones, dentro de la cultura japonesa, los omamori son elementos indispensables para lograr el equilibrio energético y el apoyo de los kamis de la felicidad.

Pero, si no puedes vivir la fascinante experiencia de viajar a Japón y adquirir tu omamori directamente en un templo sintoísta, lo cual convierte la experiencia en un hecho místico y fascinante, puedes también adquirirlo mediante los diversos portales de compra electrónico, desde Ebay hasta Amazon.

Pero… Si llegas a vivir en un país sometido a la restricción en la adquisición de divisas y no quieres dejar de vivir la experiencia de llevar siempre contigo un omamori para atraer a tu vida las buenas energías, aquí te enseñaré como puedes elaborarlo tu mismo en unos simples y sencillos pasos.

Sólo necesitarás.

1 trozo de tela (unos 0.25 cms considero que serías más que suficiente, aunque todo depende del tamaño).

Hilo, agujas y tijera.

Un cordón del color de tu preferencia para hacer el anudado.

Cartulina o pergamino para escribir el mensaje interno.

¡Comencemos!

 

En primer lugar lo que debes hacer es dibujar el patrón sobre la tela, teniendo como referencia los cientos de modelos de omamori que podemos encontrar en internet; usualmente éstos suelen presentar una forma rectangular que adoptan una forma triangular en la parte superior de la figura. Este patrón debemos realizarlo del tamaño que escojamos, teniendo en cuenta que al momento de cortar la tela e hilvanarla se reducirá un poco el tamaño, por lo que todo dependerá del lugar donde llevaremos el omamori.

Una vez que hayamos dibujado sobre el trozo de tela nuestro patrón de omamori, una especie de bolsita o saquito procedemos a dar la vuelta al modelo y comenzamos a cantar y coser… mientras vamos hilvanando las costuras que unirán ambos trozos de tela, teniendo siempre presente que no debemos coser la parte superior, sino solo los costados del patrón.

Depende de las habilidades y destrezas que poseas, este omamori puedes bordarle algún tipo de detalle significativo para ti, representativo de la cultura japonesa, bien pudieras incluirle alguna letra de su alfabeto, o bordar el nombre de uno de los kamis de la creación como Izanagi, esto permitirá que tu omamori destaque del resto, al ser absolutamente personalizado.

Una vez realizado todo la parte externa del omamori, deberás entonces escribir el mensaje o bendición que contendrá éste en su interior, puedes tomar como referencia enseñanzas sintoístas, proverbios japoneses o alguna frase de tus abuelos o padres que haya marcado tu vida, lo importante es concientizar que ese mensaje que colocarás dentro de tu omamori y que te acompañará donde vayas lleva implícito una bendición para tu vida.

Una vez que hayas escrito el mensaje, bien sea en cartulina o pergamino, en japonés o en español procederemos entonces a realizar el anudado con el cordón que sellará nuestro omamori: para ello debes proceder a realizar un agujero en el centro de la bolsita, que permitirá que por allí puedas introducir la tira escogida, con la que realizaremos una especie de nudo tassel y de esta manera, podrás colgar tu omamori y llevarlo siempre contigo.

No te preocupes si este omamori casero no es bendecido por sacerdote del shinto, lo importante es que tengas en cuenta que tu espiritualidad y tu fe, al momento de la elaboración del omamori, te permitirá hacer una conexión inmediata con éste; la fe siempre será esa conexión mental que hacemos con nuestras creencias, así que recárgalo tú mismo de energías y bendiciones.

Esta práctica de elaboración casera y tradicional de los omamori, ha sido nuevamente retomada por los japoneses, quienes ven en la masificación e industrialización de los mismos, la pérdida de las tradiciones y arraigo cultural que lleva aparejado esta tradición, por lo que la elaboración personal de estos, para sí o para sus familiares y amigos cercanos, resultando ser un detalle significativo, cargado de buenas energías y sentimientos, al cual le son incorporados detalles personales en su bordado, en los colores seleccionados en su elaboración, que permiten dotar de un significado especial el detalle de regalar un omamori a tus seres queridos.

¡Llévalo siempre contigo… Tatúatelo!

Debido al importante significado espiritual y energético que posee los omamori, no es de extrañar que la última tendencia sea, llevarlo contigo donde sea que vayas, pero…¡Tatuado en tu piel! Esta tradición japonesa ha alcanzado tanto arraigo y tradición que se considera que hacer uso del magnífico arte del tatuado corporal para sellarlo en tu piel es la última tendencia en cuanto a amuletos espirituales se refiere. ¿Te atreverías?

 

¿Por qué prenderle fuego a los omamori?

Dentro del sintoísmo, el fuego ocupa un lugar preponderante dentro de las diversas ceremonias religiosas practicadas dentro de los templos shintoistas, debido a que en torno a su figura, se reúne un respeto reverencial, ya que se le suele asociar con la destrucción de todo lo creado, tal y como ocurre con la veneración del Kami del fuego: kagutsuchi.

Pero a la vez, el fuego tiene un aspecto positivo como cuando se le relaciona con el Kami Atago Gongem, que se le relaciona con el fuego de la vida; todo esto viene a colación debido a la ceremonia de prenderle fuego a los omamori, cuando éstos cumplen un año, significa una purificación de las energías que este logró recabar durante el año que permaneció junto a nosotros y prenderle fuego permite que estas energías trascienden y se liberen hacia el Universo.

Vista la hermosa historia que existe detrás de los omamori y los enormes beneficios espirituales y energéticos que éstos brindan, te invito a que los comiences a utilizar como tu amuleto de confianza, bien sea que tengas la oportunidad de obtenerlo en el milenario territorio japonés en uno de los templos sintoístas, a través de la compra por páginas web o en el mejor de los casos, que te atrevas a elaborarlo tú mismo, para tu protección y la de tus seres queridos.

Siendo así, los omamori constituyen un hermoso y economico souvenir para obtener durante nuestros viajes, ya que su precio oscila entre los 300 y 500 yenes, lo que al cambio equivale a unos 50 dólares, aunque esto también dependerá mucho del lugar donde decidas obtenerlo y trasmitirá deseos de fraternidad y amistad a quien decidas obsequiárselo

Y si es para ti, debes confiar en la plena protección que te brindará el omamori cuando lo lleves contigo, siempre y a cada lugar, pues podrás confiar plenamente en que los kamis de las buenas energías, de la buena fortuna, de la armonía, salud y prosperidad te acompañarán siempre.

¿Quieres seguir leyendo sobre mitología japonesa? Te invito a leer: Ame no Uzume

Actualizado el 13 julio, 2018