Buraq

Aprende todo sobre Buraq, caballo mitológico

Buraq es conocido como un dios que reina en el panteón islámico, conocido por ser el caballo que transportaba a Mahoma al cielo, cuando éste terminó su misión en la tierra. Todo lo que necesitas saber acerca de este personaje mitológico islámico podrás encontrarlo a lo largo de este artículo.

¿Quién es Buraq?

El dios de la mitología islámica, conocido por Buraq, es una criatura que posee dones de una entidad de completa blancura y brillo; es visto por tener cuerpo de caballo y cabeza de humano, aunque en diferentes culturas es visto como un caballo completo con un pelaje blanco como la nieve. (Ver articulo: Kuchisake-onna)

El nombre Buraq significa rayo, trueno o blancura cegadora, este dios se encargó de llevar a Mahoma de la tierra hacia el cielo, y posteriormente regresó a la tierra bajo una misión decretada por el dios Allah; esté llego de nuevo a la tierra en el Miraj que es conocido como el viaje nocturno, dicha descripción se encuentra en los textos del Corán.

En la cultura islámica Buraq es descrito como un gran animal de pelaje blanco y de gran tamaño, según los textos antiguos esta criatura es mucho más grande que un burro, pero de menor tamaño que el de una mula, éste es capaz de colocar una de sus grandes pezuñas a la distancia en donde ponga su vista.

Muchas son las pinturas representativas de este dios en donde se muestran sus diferentes figuras, tamaños y formas, por mucho tiempo los islámicos se encargaron de llevar este dios a todos los confines de su cultura y lo hicieron a través de su pinturas y relatos; en la literatura y arte del antiguo oeste del pueblo islámico esta criatura es pintada como una bestia que posee cara de mujer.

En otras partes dentro de la misma cultura Buraq es representado como un animal híbrido, ya que posee partes de una águila y partes de caballo, muchos historiadores asemejan a esta criatura con el Pegaso de la cultura griega, también es comparado con el dios Shedu del panteón Babilónico. Se dice que esta criatura fue el encargado de transportar a Mahoma al cielo. Fueron las alas de Buraq las que se llevaron a Mahoma al séptimo cielo, donde según la cultura islámica, se encuentra Allah.

En otras partes de la historia islámica este dios es nombrado en diferentes ocasiones, una de las más sonadas fue el viaje de Buraq en la última noche de Mahoma, en donde describe cómo éste parte de La Meca a Jerusalén y de igual forma regresa para traer consigo los mensajes que fueron enviados por Allah.

Buraq fue capaz de viajar por todas las ciudades del dominio islámico, éste recorrió todos estos territorios en una sola noche; son muchas las tradiciones que se orientan a la creencia de esta gran hazaña realizada por esta deidad, muchos describen que en ese momento Buraq poseía la forma de un caballo con alas de águila, cabeza de una mujer y una gran cola de pavo real.

En otras partes de la cultura islámica muchos religiosos señalan que luego del viaje nocturno que realizó el dios Buraq por todo el continente occidental durante una sola noche, pudo llevarse al profeta Mahoma al cielo; este dios fue capaz de reemplazar las escaleras del cielo para poder así transportar al profeta en su lecho. Esta creencia se mantiene viva desde el siglo XIV, en donde se realizan muchas estatuas y figuras representativas sobre esta deidad islámica.

A lo largo de la historia de Buraq se puede apreciar que luego de que éste trasportara al profeta Mahoma al cielo, se formaron los diferentes seres mitológicos que hoy conocemos como esfinges, centauros, grifos entre otros; este acontecimiento se convirtió en el tema favorito de muchos persas, los cuales llevaron la fascinación hacia estas criaturas a la realización de diferentes pinturas, las cuales eran muy vistosas y usadas por los diferentes reyes dentro de sus grandes palacios y como parte de su cultura.

En los textos antiguos persas se puede apreciar a este dios en su verdadera forma, específicamente en el Corán, donde lo ven como una criatura con cuerpo de caballo y con cara de una hermosa doncella que se encargó de llevar al profeta Mahoma. En el Corán se describe a este ser divino como un corcel hermoso que posee el tamaño de un burro pero menor que el de una mula, muchos de los investigadores aseguran que la interpretación de este texto en el Corán puede haber sido tergiversado por los persas.

El arte islámico fue el encargado de plasmar las palabras del Corán en diferentes obras, las cuales fuesen capaces de deslumbrar los ojos de los creyentes; fueron los religiosos de la cultura hindú los que se encargaron de llevar la forma de Buraq a una criatura más humanoide. Durante mucho tiempo, los textos antiguos han ido puliendo la verdadera apariencia de este dios, convenciendose que este es de género masculino y no femenino. (Ver articulo: La pelada de la cañada)

Fue en el Ibn Sa´d donde se lee textualmente como el ángel Gabriel se dirige hacia esta criatura como femenina, lo que llevó a creer que Buraq es de género femenino y de esta manera los religiosos y antiguos creyentes de los poderes y dones de este dios lo han llevado como un ser femenino y así fue mostrado por muchos años en las diferentes ilustraciones islámicas.

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Creación

Múltiples textos antiguos aseguran que la criatura Buraq fue hecha por Allah directamente, relatan que éste posó gran parte de su luz divina y sabiduría y creó a esta criatura, quien sería capaz de transportarlo a él y a sus profetas; se dice que Allah cargo un rayo de su mano lleno de luz pura y blanca y creó al Buraq, éste se mostraría muy diferente a los seres humanos ya que su constitución física no está hecha a partir de huesos y carnes, sino de energía. Allah se encargaría de llevar este cometido bajo los planes divinos que ya había concebido al momento de la creación

Otros textos antiguos aseguran que el Buraq nace junto con el mundo, siendo el primer animal que fue creado, éste no concebía ningún rasgo que le permitiese reproducirse o el cual le permitiera desenvolverse en el mundo natural que había creado Dios, por tal motivo decide resguardar este ser divino en los cielos donde ningún ser humano o ángel pusiera mancillar su gracia y divinidad.

Esto se puede ver reflejado en los textos antiguos donde el ángel Gabriel se muestra ante Mahoma pero Buraq no permite que éste lo monte, fue en ese momento que el ángel Gabriel pone su mano encima de éste y dice: “Deberías sentir vergüenza tu que eres una criatura que fue creada por Dios al momento de la creación, oh Buraq”. Estas palabras le causaron miedo y temor a la criatura, por lo que permitió que el profeta pudiera arribar encima de él.

Descripción

En las diferentes demostraciones de arte del Oriente Medio y de la comunidad persa, se encuentra una figura donde aseguran que se muestra la verdadera forma del dios Buraq, en donde es visto con forma humana; dicha apariencia se presentó gracias a la creencia de éste y su forma humanoide descrita por el arte de la cultura hindú y del persa islámico. La creencia humanoide de este dios se le acredita a los persas quienes concebían a Buraq como un corcel con bello rostro.

Aunque en ningún texto antiguo se hace mención acerca de esta apariencia humanoide, esto se consiguió gracias a la interpretación sobre la belleza que poseían los islámicos, ya que estos aseguran que la creación perfecta y que más se acerca a Dios es el ser humano, debido a que éste se encuentra hecho a su imagen y semejanza. (Ver articulo: Estrella de David)

En la descripción que se puede encontrar en el Corán se aprecia como se refiere al dios Buraq como un animal completamente blanco, el cual era menor que una mula y mucho mayor que un burro, el paso de este animal le permitía alcanzar un punto donde se encontrara la vista del animal.

En otras descripciones a lo largo de los diferentes textos antiguos, se muestra como el ángel Gabriel llamó a Buraq por su nombre verdadero y éste bajó del cielo con una cara hermosa y embridada. Esta bestia era alta y muy blanca, tenía la capacidad de saltar su casco en los puntos donde pudiera dirigir su mirada, poseía grandes orejas, éste podía ver una montaña y junto con sus patas traseras podían extenderse dondequiera que sus patas delanteras se movieran alcanzando grandes saltos. Buraq podría ser dominado sólo por un corazón puro y guiado bajo los mandatos de un ángel, poseía dos grandes alas que le daban una gran potencia a la hora de mover sus pasos.

Buraq se resistió cuando Mahoma iba a cabalgarlo, fue el ángel Gabriel el que puso sus manos divinas y puras sobre éste y le dijo: “No sintáis vergüenza, oh gran Buraq, nadie durante la creación te ha podido montar más que Allah y su inmenso amor”. Esto hizo que el dios Buraq sudara de vergüenza, tanto al punto que se empapó y se mantuvo inmóvil hasta que el profeta logró montarlo. (Ver articulo: Rituales Vudú)

Fue en esta descripción donde se conoció la sexualidad de esta criatura, quien normalmente era de género masculino, pero fue en un texto en donde el ángel Gabriel se dirigió hacia ella como una criatura femenina; de esta manera las representaciones de este dios se hicieron a imagen y semejanza de una mujer, siendo representado con una cabeza de mujer, haciendo que Buraq sea una yegua.

Séptimo cielo

Durante mucho tiempo, los musulmanes han llevado su creencia y culturas de manera rígida, dejando a un lado la creencia de aberturas o decoraciones a sus historias, de esa manera la historia acerca del dios Buraq y su viaje al séptimo cielo se mantiene de forma intacta, sin ningún tipo de cambios. En esta historia se puede apreciar como después que el profeta Mahoma descubriera que era el encargado de llevar los mensajes de dios se encontraba en La Meca; esto ocurrió después de diez años de Mahoma haber predicado su palabra.

Mahoma se encontraba en la casa de uno de sus primos, donde llevaba a cabo la quinta oración correspondiente a sus cultura musulmana, luego de haberla culminado, se fue a orar y meditar en la Masjid Al-Haram, que era conocida como la mezquita de la Kaaba, justo en ese momento se manifestó el ángel Gabriel ante el profeta.

Antes que él pudiera sorprenderse, el ángel Gabriel le abrió el pecho, le sacó el corazón y lo limpió con agua bendita, luego lo introdujo de nuevo en el pecho de la criatura y cerró la carne sin dejar ningún tipo de herida o daño. Fue el ángel Gabriel quien llamó a Buraq para que llegara desde el cielo, con el propósito de ser cabalgado por Mahoma, y se pudiera mover con él por todos los lados, hasta que su corazón creyera necesario. (Ver articulo: Templo de la Luna)

De esta manera, Mahoma, Buraq y el ángel Gabriel partieron a la más lejana de las mezquitas en Jerusalén, estos podían moverse por los cielos a la velocidad de la luz. Cuando finalmente llegaron, Mahoma descendió del dios Buraq con la gracia de un rey, y con la pureza de unos de los ángeles con el alma más grande y blanca del cielo. Estos asistieron a la oración en la imprecisa de la mezquita que llevaba por nombre Tahiyatu, la cual con el paso del tiempo fue conocida como Al-Aqsa.

Después de esto, Mahoma se dirigió nuevamente al caballo blanco y se montó en éste, junto con el ángel Gabriel se dirigieron al primer cielo y así lo hicieron consecutivamente, viajaron por los siete niveles del cielo. Al llegar al último cielo, Gabriel dejó a Mahoma junto con los otros profetas, para luego continuar hasta Sidraful Muntaha, donde conocería a Allah.

Según las leyendas, Mahoma fue capaz de estar ante la presencia de Allah, aunque éste se encontraba cerca de Él, no pudo ver su cara. En ese momento, Allah le mostró al profeta múltiples escenas donde le mostraba cómo era el infierno y los diferentes castigos que allí se encontraban; esto le enseñó a Mahoma una valiosa lección y, montado en Buraq, viajó de nuevo a la tierra para seguir así su camino de predicación.

Mahoma y Buraq

En el Islam se pueden encontrar historias acerca el viaje nocturno que realizó el dios Buraq después de que el profeta Mahoma tuviera más de diez años predicando, en el siglo VII se encontraba en su ciudad natal La Meca, donde vivía su primo, a rezar, después de que orara la quinta oración de la cultura musulmana se fue a descansar a las tierras de Al-Haram mientras este se encontraba descansando el arcángel Gabriel se apareció frente de él.

De esta manera comenzó el viaje del dios Buraq, quien encima de él, llevaba al hombre más puro del mundo, el cual se encargaba de brindar las palabras sabias de su dios. En este viaje, el dios Buraq se dirigió a la mezquita más lejana que se encontraba en Jerusalén, luego de que aquí el profeta se postrara para orar junto con el arcángel Gabriel. Emprendió múltiples viajes, en estos el profeta quien se encontraba cabalgando encima del dios Buraq.

Se movilizó por diferentes partes del continente africano, en donde toda la noche visitaron los diferentes lugares divinos, en donde según el arcángel Gabrie,l reposaba la verdadera fe hacia el dios Allah. Fue el dios Buraq el encargado de llevar al profeta a estas tierras donde oraba solemnemente por Allah, y por todas las enseñanzas que se encontraba impartiendo en el mundo con la llegada de su única y verdadera cultura.

Los musulmanes aseguran que durante la noche donde el dios Buraq llevó a Mahoma, pudo viajar a la velocidad de la luz por los diferentes lugares en donde se extendería su dominio acerca de la religión islámica. Luego que el dios Buraq llevara al profeta a las diferentes ciudades, con la ayuda del arcángel Gabriel, abrieron las puertas del cielo, en donde llegó a los diferentes cielos en donde el profeta aprendería múltiples lecciones que le servirían para llevar su vida como profeta de las enseñanzas de Allah.

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Buraq y Abraham

En muchas leyendas antiguas del mundo islámico se puede apreciar que no sólo Mahoma fue el único capaz de montarse en este corcel, hay una historia en donde señalan que el dios Buraq, bajo el mandato de Allah, tenía la responsabilidad de transportar a Abraham. Esta deidad era la encargada de recoger a este personaje icónico dentro de la Biblia y transportarlo durante el día a La Meca. Abraham era conocido como uno de los tres patriarcas dentro del Judaísmo, su historia se puede encontrar en unos muchos textos sagrados de las diferentes religiones abregancias. Este personaje juega un papel muy importante en las construcción de la fe en el judaísmo, cristianismo y posteriormente en la creación del islamismo.

Dentro de los textos que se pueden encontrar en la Biblia, se presentan temas acerca la posteridad de la tierra. Abraham fue un personaje que fue llamado directamente por Dios y fue Él el que se encargó de ordenarle que abandonara a su padre Taré (tercer hijo dentro de la historia Adán y Eva).

Abraham tenía la capacidad de establecerse dentro de una tierra sagrada que le había indicado Dios, esta tierra se encontraba originalmente en Canaán, la cual se le fue concedida para que viviera él, junto con toda su descendencia. Tiempo después, a Abraham se le presentarían muchos candidatos, los cuales serían los encargados de manejar estas tierras sagradas tocadas por Dios; todos estos fueron rechazados por el hermano mayor de Abraham, Isaac.

La edad de Abraham no puede ser calculada con exactitud, ya que no se puede encontrar ningún tipo de indicio del tiempo en donde este ser vivió y esparció su descendencia.

Fue conocido durante la era Patriarcal, junto en las fechas del Éxodo y los periodos de Jueces. Durante la época que Abraham se estableció en la tierra que le encomendó Dios, éste se encontraba viviendo con su esposa Sara.

Estos se encontraban en Siria en donde vivieron por mucho tiempo con todos sus hijos, fue el dios Buraq el encargado de recoger a Abraham durante el día y transportarlo a La Meca, ubicada en Jerusalén, para que éste orara con las diferentes oraciones que realizan los musulmanes para rendir tributo a Allah. Luego de culminadas sus oraciones, Abraham se dirigía al lomo del dios Buraq, quien era el encargado de regresarlo por la noche con su esposa Sara.

Relación entre Buraq y el Muro de los Lamentos

En muchos de los textos antiguos se levantaron diferentes investigaciones donde se encuentran múltiples conocimientos acerca de Buraq, asegurando que esta deidad se encuentra atado o encerrado en el mundo de los humanos. En las historias islámicas se encuentran referencia de estos lugares, muchos se encontraban cerca de Haram, donde ahora se encuentran mezquitas que llevan el nombre de este dios.

Dentro del muro de las lamentaciones, se encuentra una mezquita que se localiza sobre un antiguo pasadizo que daba a la salida de la puerta Barclay, éste posee un enorme dintel que permanece visible bajo una puerta que lleva a los Magrebíes. Según la proximidad de éste junto con el muro de las lamentaciones, se asocia que en ese lugar se encontraba esta criatura atada. Esto se arremeta a historias que datan del siglo XIX.

Fueron muchas las investigaciones que se llevaron a cabo en estos lugares, los científicos e historiadores se vieron tan fascinados por el lugar sagrado, donde según se encontraba reposando esta criatura, que llegaron a pedirle permiso a las autoridades egipcias para realizar investigaciones más exhaustivas, para así determinar esta teoría, sin embargo, las autoridades se negaron rotundamente.

En el Muro de los Lamentos es donde más personas se reúnen para recibir la palabra de Allah, y recitar en éste las diferentes oraciones donde lamentan cualquier pecado o error que hayan cometido durante su vida. De esta manera la existencia de Buraq en estas tierras se hace presente de manera muy específica. Cuenta la historia que el corcel puro se encontraba caminando junto al ángel Gabriel, quien era el encargado de llevarlo a los diferentes lugares que Allah le encomendara.

Un día, el ángel Gabriel decide atender una de las peticiones de Allah y no sabía en dónde podía dejar el corcel para que éste no se escapara y vagara por el mundo, por tal motivo se dirigió a un lugar santo en donde envuelve a Buraq con una cadena poderosa, para luego partir y así poder realizar la petición de Allah. Cuando el ángel Gabriel termina de hacer su cometido, se dirige nuevamente en donde había dejado  a Buraq para posteriormente ascender al cielo con él y que éste descansara.

En el Muro de los Lamento se pueden encontrar indicios de esta historia, seguido con los textos antiguos donde detallaban de manera específica el cómo ocurrió este suceso y dónde fue el lugar en el cual reposó el corcel divino, quien sería el encargado de llevar a Mahoma a las diferentes partes del cielo y de la tierra, y que además, posteriormente se convertiría en su medio de trasporte concedido por Allah para que éste pudiera así predicar su palabra por los diferentes confines de la tierra.

Criatura mitológica

En muchas partes del mundo se ha presenciado la existencia de un ser mitológico con cuerpo de caballo y alas de águila, de esta manera existen diferentes culturas e historias que hacen la existencia de este tipo de criatura como parte de su misma creencia. La criatura conocida como Buraq se ha visto reflejada en grandes civilizaciones, como las griegas,las cuales cuentan con Pegaso, quien es la representación de un caballo alado que le pertenecía a el dios Zeus, entidad suprema de esta cultura.

Muchas otras culturas, específicamente en la época de la Edad Media, asociaban a este criatura mitológica como una deidad demoníaca que se encargaba de llevar el miedo, la destrucción y el caos bajo su forma parecida a una quimera, este tipo de seres servían para representar una ideología o muchas veces un ser con poderes que les concedían la capacidad de controlar humanos o dirigir grandes demonios.

En otras partes del mundo se ven reflejadas historias acerca de un caballo con grandes alas que surcan los cielos, estos seres se manifiestan junto con otras criaturas mitológicas como los elfos, hadas, duendes, y demás, que sirven como parte de una gran cultura que se encuentra orientada al ocultismo y la magia.

De igual manera, la existencia de esta criatura con rasgos muy específicos se ha hecho presente a lo largo de los años y las épocas, al cual se le acredita poderes sobrenaturales capaces de controlar elementos o hasta la misma naturaleza.

https://www.youtube.com/watch?v=s53_WrhAwH8

Actualizado el 25 septiembre, 2018